Criminal minds

XXIII

- ¿Qué es lo que tienes Kenma?

- Hay una mujer que parece ser que era amiga íntima de una de las víctimas, incluso fue la que notificó su desaparición. El caso es que cuando apareció el cuerpo, fue a hablar con la policía y les contó que la última vez que vio a su amiga fue cuando la llevó a un restaurante porque tenía una cita. Aunque estaba lejos, pudo dar una descripción del hombre con el que se reunió.

- Hombre alto y delgado, de aproximadamente 185 - 190 cm. Pelo oscuro, atractivo, portaba un traje oscuro que parecía de marca. Esta descripción es demasiado genérica, ya sabemos que el sospechoso es atractivo y rico.

- No he terminado. El coche que tenía el hombre era un Genesis G90L negro. Según ella, el primer número de la matrícula era el 43. Si jugamos con estas posibles pistas, podremos conseguir un número de sospechosos, pero necesitamos un permiso para acceder a estos datos.

- Eso dejándonosto a los jefes, vosotros continuad rewisando los documentos, a ver si encontráis otro testimonio que coincida con este. También quiero que creéis una línea temporal con todos los detalles de las víctimas, escenarios del crimen y modus operandi. Atsumu, tienes que empezar a crear hipótesis ya.

- Ya estoy en ello, señor.

Iwaizumi, Daichi y Sugarwara salieron nerviosos del lugar en dirección al despacho de los Oijiro. El resto se reunió delante de las pizarras para empezar a trazar la línea de tiempo. Los únicos que no estaban con el resto eran, por un lado, Atsumu, el cual no paraba de escribir en su libreta posibles teorías; y Sakusa, el cual seguía de cerca todo lo que escribía su compañero.

El más alto estaba pegado codo con codo al rubio que, en cualquier otro momento, se habría ruborizado a más no poder, pero estaba demasiado centrado en resolver el caso. Al igual que su compañero, que inconscientemente se estaba realizando más y más sobre Atsumu. Cuando por fin lograron salir del trance, estaban a meros centímetros del contrario.

- P-perdón...

- N-no pasa nada.

- Me dais asco.

- Lo dice el que no para de besarse con su novio a todas horas.

Ante este comentario, Osamu se acercó a su gemelo con la intención de empezar una pelea, pero antes de que pudieran hacer nada, sus tres jefes volvieron a entrar en la sala.

- Nos han dado permiso para acceder a las bases de datos, pero seguimos sin poder hacer nada fuera de este despacho.

- Eso es una gilipollez, en estas horas hemos avanzado tanto, hasta el punto de que podremos tener una lista de posibles sospechosos, pero seguimos con las manos atadas.

- No os quejéis, ya habéis oído la explicación del presidente. ¿Preferís ir a arrestar un sospechoso y que luego los ricos no nos ayuden? Por ahora tenemos que conseguir todas las pistas que podamos. Dejando esto de lado. Atsumu, ¿tienes ya alguna teoría?

- Sí, aunque hay varios puntos que podrían ser rebatidos cuando encontremos más evidencias.

- No importa.

- Bien. Estamos ante un hombre adinerado, apuesto y con una buena personalidad que infunde confianza en las víctimas. No tiene preferencia sexual. Debido al rango de edad de las víctimas, que es entre 20 y 27 años, nuestro sospechoso también estará en eseese rango de edad. Debido al ímpetu que pone a la hora de lavar los cuerpos, debe ser alguien que siempre va pulido; seguramente tenga un trastorno obsesivo - compulsivo que le impide cambiar de rutina.

- Pero, ¿cómo conoce a las víctimas?

- Seguramente por alguna aplicación de citas, ya que es muy fácil mentir sobre tu identidad.para atrapar a sus víctimas, pondrá una foto suya editada y cambiará todos sus datos personales, moldeándolos para que encajen con los gustos de sus víctimas. Chateará durante un par de semanas, donde el asesino no pedirá reunirse en ningún momento para que la víctima crea que realmente quiera conocerla. Una vez que confíe en él, quedarán en un restaurante en el que haya gente pero que siga siendo reservado, donde nadie te mire al pasar, un lugar dónde los ricos se reúnen con sus amantes. No habrá cámaras, así que será tarea fácil ponerle la droga en el vaso.

- Pero, entonces, si encontramos el restaurante podremos conseguir algunos testimonios de trabajadores o alguna huella.

- Imposible, en esos lugares suelen destruir la cubertería utilizada para no dejar pistas y les pagan millones a los trabajadores para que no digan nada. Suelen hacerles firmar un contrato de confidencialidad antes de empezar a trabajar en esos locales y es extremadamente dificil conseguir información filtrada de estos lugares, necesitas conexiones desde dentro.

- ¿ Y qué hay sobre su modus operandi?

- No hay nada que destaque, pero su uso del cuchillo es muy fino, puede que la familia del sospechoso sea propietaria de un hospital, o que él mismo haya estudiado medicina. Seguramente tenga una obsesión por los asesinos seriales. A pesar de que son crímenes extremadamente violentos, muestran un cierto rasgo de cordura así que no creo que padezca ninguna psicopatía. Eso es todo.

- Muchas gracias, Atsumu. Kenma, quiero que metas en el ordenador todos estos datos y me envíes la lista cuando la acabes.

- ¡ Roger!

- Nos han dado luz verde para llevarnos los documentos, así que cojed todo lo que queráis e id a descansar. Eso es todo por hoy, buen trabajo.

En el siguiente capítulo va a haber Sakuatsu 🔞😏