XXVIII

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Pasaron los dias y seguía sin ocurrir nada. Cada vez desconfiaban más de sus compañeros, pero intentaban inundar su mente con la idea de que el verdadero culpable era ese tal Shuu. Pero no ayudaba el hecho de que no encontraban ninguna prueba incriminatoria, ni que aún no hubiera habido ningún asesinato.

Cansado de la lentitud de la investigación, Oikawa decidió hacerse amigo de Shuu, incluso llegando hasta el punto de compartir la hora de la comida con él. Pero había veces en las que el pensamiento de estar cerca de un asesino y caníbal le asustaba, así que de vez en cuando Iwaizumi o Atsumu les acompañaban.

Por el momento, Shuu parecía no enterarse de lo del encierro del grupo de investigadores, en parte debido a la plausible actuación de Oikawa, el cual estaba concentrado en aparentar la mayor naturalidad posible. Poco a poco, le fue haciendo preguntas, totalmente " inofensivas", sobre su pasado para encontrar alguna contradicción, pero fue inútil. Se notaba que Shuu era precavido con sus palabras, porque si se tocaba un tema demasiado personal se cerraba en banda.

Incluso sus gestos estaban perfectamente calculados, evitando cualquier indicio de sospecha. Pero después de pasar 10 días con él, por fin encontró una fuga. La mirada de Shuu nunca se separaba de la suya, exceptuando las veces en las que compañeros de este se acercaban a saludarlo... y cuando Iwaizumi entraba en la sala.

- ¿Te interesa Iwaizumi?

Shuu se quedó helado ante lo dicho por "su amigo". Lentamente, posó su vaso en la mesa y entrelanzó sus manos. Con un sudor frío, respondió:

- ¿ Tanto se nota?

- Un poco, sí. Tu mirada siempre lo sigue cuando entra en tu campo de visión.

- Lo siento...

- ¿ Por qué te disculpas? No has hecho nada malo.

- Es cierto, pero siento que sentir atracción por la pareja de tu amigo no es algo correcto.

Oikawa se quedó callando abuser bando atentamente al hombre que se encontraba delante de él. Pensó durante un momento en cómo responder, a partir de aquí podría encontrar algo. Rezando por que su novio no lo escuchara, dijo:

- Iwaizumi no es mi novio, solo tenemos una relación física así que no tienes de qué preocuparte.

El corazón de Oikawa se rompió ante esta declaración, pero si el decir esto implicaba un avance en la investigación, mentiría las veces que hicieran falta.
Shuu mantuvo una expresión de sorpresa durante unos intentes, hasta que sus ojos se iluminaron y empezó a hablar con una sonrisa:

- Entonces, ¿puedo pedirle salir? ¿estás seguro de que no te molestará?

- Tú tranquilo, yo no siento nada por Iwaizumi. Creo que ahora está en el área de descanso, puedes aprovechar e ir a hablar con él.

- Es cierto... Entonces, Tooru ¿tu no estás saliendo con nadie?

Ahora fue el turno de Oikawa de mostrar una expresión de sorpresa.

- Em... sí ¿Por qué?

- El caso es, que Iwaizumi no es la única persona que me gusta, también me gustas tú. Te había preguntado si estábais una relación por si estaríais abiertos a tener una relación entre los tres.

Antes de que Oikawa pudiera salir de su asombro, su teléfono sonó mostrando el apodo que le había dado a su mejor amigo en la pantalla junto a una foto en la que no salía demasiado favorecido. El propietario del teléfono atendió la llamada y se excusó con su acompañante, diciéndole que le necesitaban en el trabajo. Antes de alejarse, le dijo:

- Hablaré con Iwaizumi sobre el tema, ya hablaremos.

Dicho esto, salió trotando de la cafetería rumbo a la sala donde ya estaban reunidos todos los investigadores. Sin perder el tiempo se acercó a su novio y le susurró lo que Shuu le había propuesto durante la comida e Iwaizumi no pudo evitar hacer una mueca de disgusto. Oikawa decidió contarle a sus compañeros a cerca de su conversación con Shuu, sin ocultar nada de esta.

- Joder, que cara tiene.

- Pero se nota que le da mucha importancia a esto, así que podría ser una obsesión suya. Si Oikawa e Iwaizumi lo rechazan, puede que eso alimente su ira y que esto implique más víctimas. Si queréis rechazarlo no lo hagáis directamente, podéis decirle que queréis conocerlo más, puede que si se relaja estando con vosotros, diga algo relevante para la investigación.

- Buena idea, voy a llamarlo para citarlo para una cena.

- Que sea un restaurante al que suela ir mucha gente, pero que sea lo suficientemente reservado para que se sienta agusto.

- Entendido.





El restaurante en el que se citaron era bastante lujoso pero sin una apariencia demasiado pomposa. La pareja fue la primera en llegar, pero Shuu tampoco tardó demasiado en llegar. La conversación comenzó con leves intervenciones cordiales o relacionadas con el trabajo, hasta que Oikawa fue al grano.

- Shuu, Hajime y yo hemos deliberado a cerca de tu oferta de que formemos una pareja entre nosotros tres... - el mencionado lo miraba expectante, juntando sus manos por debajo de la mesa.

- Estamos abiertos a la idea, pero antes de que empecemos la relación creemos que deberíamos conocernos mejor entre nosotros. No es necesario decir datos demasiado personales, lo básico para saber a cerca de nuestras personas.

- Estoy totalmente de acuerdo. No creo que sea necesario hablar sobre nuestros trabajos, así que será mejor centrarnos en nuestros pasados. Puedo empezar hablando yo, si no os importa.

- Claro que no, adelante.

Shuu empezó a relatar su "pasado", el mismo que aparecía en los informes. A través del pequeño set de micrófono y pinganillo, Kenma les verificó que no había ninguna contradicción entre los datos que había y lo que contaba Shuu. La pareja casi no pudo ocultar la sonrisa por el suspiro que hicieron sus compañeros al unísono que se escuchó por el pinganillo.
La pareja dejó que el hombre siguiera hablando hasta que les tocó su turno. Ambos contestaron recelosos, contándole lo mínimo a cerca de sus familias y enfocándose en sí mismos. El tener que contarle sobre sus seres queridos a un sospechoso de asesinato, tortura y canibalismo, no les sentaba demasiado bien. Pudieron suspirar aliviados cuando el móvil de Shuu sonó.

- Tengo que volver a comisaría, siento mucho tener que cortar nuestra velada aquí.

- No te preocupes. El trabajo es mucho más importante, podemos continuar la cena otro día.

Ante esto, los ojos de Shuu se iluminaron y salió del local con una sonrisa en el rostro, no sin antes acercarse a la mesa de la entrada para pagar la cena. La pareja, ante esto, continuó comiendo.

- Bien hecho, Tooru, ha picado.

Oikawa sonrió y besó a su novio. Gracias a esa promesa de otra cena, sabía que Shuu acabaría pagando la cuenta. Ahora sabían que no provenía de una familia sin recursos, porque ni aunque la pareja se hubiera repartido la cuenta podrían haber pagado la cena.

Criminal mindsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora