Criminal minds

XXV

El apacible silencio que reinaba en el apartamento fue interrumpido por el sonido de una llamada. De las sábanas salió una mano, que intentaba alcanzar el móvil. A duras penas, aceptó la llamada y soltó un leve "¿diga?", el cual fue respondido por la estridente voz de su mejor amigo.

- ¡Tsum- Tsum, sé que es muy temprano, pero necesito hablar contigo urgente!

- ¿Qué es lo que- ahn?

Atsumu no pudo evitar soltar un gemido cuando Sakusa le agarró una nalga. Puso la llamada en silencio para callar a su compañero y rápidamente volvió a la llamada, rezando por que su amigo no lo hubiera escuchado.

- ¿Oya? ¿ Pero qué fue eso? ¿Acaso te has acostado con Sakusa?

El mencionado pudo escuchar todo lo que decía Oikawa, así que le arrebató el móvil y respondió con un "así es"; acto seguido, colgó el teléfono y volvió a abrazar a Atsumu, el cual no paraba de quejarse.

- ¡Oye! Kawa me iba a contar algo importante.

- Sabiendo como es seguramente sea un cotilleo, te lo contará luego en el trabajo. Aún faltan dos horas para ir a trabajar, duermete.

Acto seguido, el hombre de cabello negro lo atrapó entre sus brazos y apoyó su cabeza en la espalda del rubio. Ante esto, Atsumu no pudo evitar sonreír y acurrucarse en su almohada nuevamente.
Lograron llegar puntuales al trabajo debido a que ambos eran madrugadores. Al entrar, saludaron a todos como de costumbre, pero Osamu no pudo evitar hacer una cara de asco al ver aparecer a su hermano cojeando levemente.

- ¡Tsum-Tsum! ¿Podemos hablar ahora sin que tu novio nos interrumpa?

Ante este comentario, todos los inspectores dejaron lo que estuvieran haciendo para mirar a la nueva pareja con sorpresa. La mayoría los felicitaron, pero otros (Osamu y Suna) les decían, bromeando, que cortaran.

- Bueno, ¿puedo hablar ya con mi mejor amigo? Gracias.

Dicho esto, Oikawa se llevó a Atsumu, casi a rastras, hasta uno de los baños que raramente eran utilizados. Una vez que se cercioraron que no iba a venir nadie, Oikawa empezó a hablar:

- ¿Te acuerdas del hombre con el que me tropecé en el pasillo el otro día? - Atsumu asintió - bueno, pues ayer después de salir del trabajo me pidió una cita. Le iba a decir que no, pero Iwaizumi se me adelantó y me llevó hasta su coche para hablar. Se me volvió a confesar, y yo ya llevaba algún tiempo colado por él, así que acepté su confesión. El caso es, que nos besamos, fuimos a su casa a cenar. Una cosa llevó a la otra y pues también acabamos acostándonos y ¡ AHORA TENGO NOVIO!

- Muy bien por ti, pero, ¿ por qué carajos tenias que llamarme a las 5 de la mañana?

- ¡Ah! Es que a esa hora acabamos de hacerlo y pues no podía esperar para contártelo.

Atsumu se quedó helado ante lo dicho por su amigo. Sakusa y él solo lo habían hecho por un par de horas y estaba destrozado, pero su amigo estaba perfectamente. Siguieron hablando de sus cosas hasta que sus novios fueron a buscarlos.

- Hey, cotorras. Os necesitamos en la investigación.

- ¿ Qué nos has llamado? ¿Quieres dormir en el sofá esta noche?

Los otros tres se rieron ante el silencio de Iwaizumi, el cual entrelanzó su mano con la de su novio, para volver al despacho. Sakusa replicó su acción, haciendo que el rubio se sonrojara.

- Bien, ya hemos hecho una lista de todos los posibles sospechosos pero, aun así, debido a la inteligencia del criminal, puede que cambie de coche o de apariencia.

- Pero aun así deberíamos contar con esta lista. Como no podemos hablar con ellos directamente, tendremos que investigar a cerca de sus vidas privadas lo más sigilosamente posible. No es una lista muy larga, así que podríamos investigar dos personas cada uno. ¿Alguien quiere decir algo?

- Sí, yo - Atsumu tomó la palabra - ¿y si la persona que buscamos oculta su riqueza? Quiero decir, hay muchos ricos que deciden mantener su patrimonio oculto al ojo público por su propia seguridad, o porque no les gusta pertenecer al pijerío de las clases altas.

- Tiene sentido, porque así podría pasar desapercibido y nadie tendría razones para dudar de él - añadió Sakusa mientras le regalaba una sonrisa, por debajo de su mascarilla, a su novio.

- Entonces, esa persona podría trabajar en cualquier ámbito sin problema, así que le convendría formar parte de la policía ya que podría seguir la investigación. No podemos destacar que ese asesino sea uno de nosotros.

Todos empezaron a mirarse unos a otros con desconfianza, ni siquiera los gemelos podían confiar en el otro, ya que hacía un par de años que no vivían juntos. Atsumu no pudo evitar desconfiar de su reciente noviazgo con Sakusa, solo rezaba porque él no fuera el culpable.

- Eso es lo que el asesino quiere - todos miraron a Kenma, el cual seguía con su mirada pegada a una pantalla mientras tecleaba algo - quiere que desconfiemos uno del otro para que la investigación se estanque. Lo único que tenemos que hacer para provar nuestra inocencia es quedarnos aquí encerrados. Si ocurre otro asesinato en ese tiempo, eso prevara que ninguno de nosotros es culpable.

- Es un plan brillante, buen trabajo. Bien, a partir de ahora nos quedaremos en los dormitorios de la agencia. Pedidle a quien sea que os traiga lo que necesiteis, porque nadie saldrá de aquí.

- No hay muchos dormitorios, así que tendréis que compartirla con alguien. También, es muy importante que nadie sepa que nos quedamos aquí, porque a lo mejor se entera el asesino y no hace nada, para incriminarnos.

- Sin nada más que decir, id a prepararos. Y espero que no haya ninguna pelea durante nuestra estancia.

- ¡Roger!

El Iwaoi 🔞 lo pondré al inicio de la siguiente parte 😏