XI

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- ¿Qué quieres decir?

- Piénsalo, las circunstancias de la muerte de tu hermana y de estas víctimas son muy similares, mejor dicho idénticas. No me extrañaría que el asesino haya usado a tu hermana como una prueba para crear su modus operandi.

Semi se había quedado atónito, lo que decía encajaba a la perfección. Antes de que Shirabu pudiera decir algo más, lo cogió del brazo y lo arrastró de vuelta a la sala donde se encontraban sus compañeros, que se los quedaron mirando confusos ante su repentina entrada. Semi colocó a Shirabu en el centro de la sala y lo señaló.

- Creo que Shirabu tiene que deciros algo.

- Bien pues, adelante.

- La hermana de Semi fue asesinada y encontrada en las mismas condiciones que estas víctimas, y creo que es muy probable que la hayan asesinado con intenciones futuras. Es difícil determinar si esta fue la primera víctima de este asesino, pero estoy seguro que la mató con intención de utilizarla como prueba para crear su modus operandi. Una vez que se decidió y cogió coraje, pasó a ser asesino en serie. De todas formas me gustaría que Kuroo y Akaashi revisaran el informe forense de la hermana de Semi por si encontramos algo.

- ¡Roger! - los mencionados salieron con prisa de la sala para poder encontrar el archivo, mientras el resto se quedaron pensativos.

- Hay que determinar el simbolismo de dejar las víctimas en el río. Lo primero que se nos puede venir a la mente, es algo relacionado con la religión, pero estoy seguro que no tiene nada que ver.

- Es un sujeto muy contradictorio - Oikawa consiguió llamar la atención de todos los presentes - las tortura y mata de una manera muy cruel, claramente intentando demostrar que tiene más poder que esas pobres mujeres; pero, cuando ya están muertas, las limpia con cuidado y las viste de manera, podríamos decir, pulcra.

- ¿ Podría tener remordimientos?

- Imposible. Si los tuviera, no habría vuelto a matar. Es un sujeto que con el tiempo ha adquirido un comportamiento egocéntrico y narcisista, que necesita sentir ese sentimiento de superioridad. Es tremendamente machista y, aunque no lo demuestre en gran medida, alaba al hombre como un ser superior.

- Pero solo con esta información no podemos crear un perfil.

- En realidad si podemos. Gracias al alegato de un testigo del caso de mi hermana, pudieron sacar algunas características físicas del sujeto. Se trata de un hombre de entre 180 y 185 cm, de unos 40 años. Al testigo le llamó mucho la atención que el sujeto llevaba un traje de muy buena calidad, pero no pudo ver el vehículo que utilizó ya que se asustó y huyó.

- ¿Quién es el testigo?

- Era una estudiante de 16 años que había quedado en aquel lugar con unas amigas, aparentemente quedaban allí constantemente. Aún así, deberíamos hablar con ella de nuevo por si acaso.

- Bien, Semi, Oikawa y Atsumu irán a hablar con la testigo, el resto se quedará para revisar el caso y divulgar el perfil.

- ¡Roger!




Cuando los investigadores volvieron a reunirse al final de la jornada, todos suspiraron decepcionados cuando los tres volvieron al cuartel sin ninguna información valiosa. Debido al miedo a que hubieran más víctimas, algunos se quedaron hasta tarde.
Atsumu estaba en la cafetería totalmente desierta, apoyado sobre una mesa con un vaso en la mano, escrutado unos documentos. La sala se encontraba en completo silencio, hasta que apareció una voz.

- ¡BOO!

- ¡AH! Joder, Kawa.

- Lo siento, pero esta era una oportunidad que no podía desperdiciar. ¿Qué miras?

Oikawa copió la pose de su amigo para mirar los documentos. Pasaron los siguientes 20 minutos hablando hasta que se les unieron Akaashi y Shirabu, posicionándose igual que los otros dos.

Hajime salió de su despacho exhausto después de mantener una conversación telefónica con un superior que acabó alargándose demasiado. Rendido se dirigió a la sala de reuniones con la esperanza de hablar, o incluso flirtear, con Oikawa. Al entrar en la sala de reuniones solo quedaban Kiyoomi, Bokuto y Semi.

- ¿ Dónde está el resto?

- Creo que se fueron a la cafetería.

- Nosotros también deberíamos ir y tomarnos un descanso, aprovechemos para comer algo también.

Los cuatro asintieron y dejaron lo que estaban haciendo para dirigirse al ascensor. En el camino, fueron discutiendo aspectos relacionados con el caso, incluso empezaron una pequeña discusión. Estaban tan centrados en el caso que, al abrir las puertas de la cafetería, no se esperaron ver a los cuatro en esa posición. Cuando los otros cuatro por fin se dieron cuenta de la presencia de los investigadores que se habían quedado paralizados en la puerta, se recolocaron mientras sus rostros se sonrojaban. Iwaizumi tosió suavemente para deshacer el incómodo ambiente.

- Bueno, deberíamos comer algo antes de seguir con el caso, pero no os quedeis hasta muy tarde. A las 10 os hecho aunque sea a rastras. ¿ Entendido?

- ¡Roger!

Criminal mindsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora