Criminal minds

XXX

Al contrario que su novio, Oikawa estaba muy nervioso. Durante las dos horas que llevaban de cita no había cruzado mirada con Shuu. Al principio esto pareció no importarle, pero a medida que pasaba el tiempo su paciencia se iba agotando, así que decidió hablar a cerca de ello.

- Tooru - al mencionado se le erizó la piel - ¿te encuentras bien? Llevas toda la velada con la mirada pegada al suelo.

- N- no, estoy perfectamente. Es solo que, hoy vamos a dar el gran paso así que estoy un poco nervioso.

Shuu adoptó una expresión de sorpresa, pero su sonrisa no tardó en aparecer. Sin previo aviso les agarró las manos a los dos agentes mientras los miraba con, lo que podríamos decir, amor. Oikawa reprimió el impulso de alejar su mano mientras que Hajime se mantenía impasible. Las arcadas amenazaron con salir de la garganta del más alto cuando el sospechoso empezó a acariciar levemente sus manos.

- Estoy tan feliz de escuchar eso, tenía miedo de que al no trabajar en el mismo departamento nos distanciáramos.

Oikawa se sorprendió al notar como la mano de Shuu ejercía cada vez más presión, mientras que parecía como si casi no estuviera cogiendo la mano de Iwaizumi. Tooru empezó a pensar que realmente no estaba enamorado de Hajime, sino que quería meterse en su relación para destruirla y que Shuu pudiera quedarse con él.

- Ahora que somos pareja, creo que podemos hablar de cosas más personales sobre nosotros, no me gusta tener secretos cuando estoy en pareja - Shuu asintió levemente - le hablé a mi madre a cerca de nuestra relación, al principio se sorprendieron pero siempre ponen mi felicidad por delante así que nos apoyan al 100%, un día de estos me gustaría llevaros a cenar...

Mientras Hajime seguía relatando su mentira, Oikawa no dejó de observar la cara de Shuu en busca de alguna mueca de disgusto pero fue inútil, permaneció con una sonrisa postrada en la cara. Si llegaba a ser falsa tendrían que otorgarle un Oscar por su impecable actuación.

- Yo estaría encantado de conocer a tu familia, Hajime. ¿Tú qué piensas, Tooru?

- Me parece bien, podemos organizar la velada otro día, me gustaría continuar con nuestra cena, quiero conoceros mejor.

La cena continuó sin interrupciones. En la mayor parte de las conversaciones interactuaban Shuu e Iwaizumi, con algún comentario puntual por parte de Oikawa. Este estaba demasiado enfocado en encontrar alguna evidencia que cada vez que se le preguntaba algo tenía que tomarse un segundo para pensar en qué responder.

- Tooru, ¿estás bien? Hoy no estás siendo muy hablador, siento como si te estuviéramos dejando de lado en la conversación.

- ¡Oh! No te preocupes, el trabajo me agota demasiado. Llevo un par de días sin dormir bien...

- Siento mucho oír eso, ¿prefieres que terminemos hoy con la cita? Podemos intentar coincidir un día libre que tengamos. ¿Te parece bien, Hajime?

- Sí, yo también necesito dormir mis horas.

Los tres rieron levemente mientras esperaban a que les trajeran la cuenta. Gracias a una excusa bien preparada, Shuu volvió a pagar la cuenta. Siguieron hablando de cosas triviales mientras salían del restaurante y ambos inspectores se ofrecieron a acompañar a su supuesto sospechoso a su coche.

- Lo he pasado muy bien esta noche, estaré esperando ansiosamente a nuestro próximo encuentro - la pareja le dedicó una falsa sonrisa mientras se despedían, pero antes de que pudieran siquiera darse la vuelta, Shuu volvió a hablar - ¿queréis que os lleve?

Esa propuesta hizo que ambos inspectores se quedaran helados mientras pensaban en una respuesta. Su parte lógica les decía que rechazaran la oferta, se dieran media vuelta y se fueran a casa, pero por otra parte esta podría ser una buena oportunidad para tenderle una trampa. Aunque Shuu decidiera secuestrarlos, Kenma monitoreaba su posición en todo momento.

- Si no es mucha molestia...

- En absoluto, sentaos donde queráis.

Iwaizumi decidió sentarse en el asiento del copiloto, mientras que Oikawa se acomodó en el sitio trasero al asiento del conductor. Hajime le propuso a Oikawa que se durmiera para que la escena fuera más realista. Pero Shuu no dudó en preguntarle como era que sabía su dirección si supuestamente no estaban saliendo, a lo que Iwa rápidamente respondió que una vez había tenido que ir a la casa de Tooru para entregarle unos documentos urgentes.

- Bueno, dulces sueños Tooru, ya verás que en nada llegaremos a tu casa.

Eso fue lo último que, tanto Oikawa como Iwaizumi, escucharon antes de que todo se tornara negro.