capítulo 16

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El resto de la noche transcurrió con normalidad. Armando se vió rodeado de
numerosos compradores y dueños de franquicias que querían concertar citas, para adquirir los distintos modelos de la colección. Mientras, de lejos miraba con recelo, como Betty era el centro de atención de muchos hombres, pero siempre estaba fielmente escoltada por Michel o por Mario, cuando no por Nicolás Mora, que tampoco se separaba de ella.

Don Roberto estaba radiante, lo mismo que doña Margarita, todo estaba resultando un rotundo éxito. En determinado momento, se acercaron a su hijo
:

Don Roberto.- Armando, me siento muy orgulloso de ti... me has demostrado que eres un gran hombre y un excelente presidente, el mejor que ha tenido la empresa en toda su historia...Gracias hijo , muchas gracias...

Armando.- Papá no sabes lo feliz que me haces con estas palabras... Aún no puedo olvidar lo que le hice a Ecomoda, hace menos de un año...lo bajo que caí, y lo mucho que te defraudé... Yo sé que tú me has perdonado, pero yo aún no he conseguido hacerlo...

Doña Margarita.- Pues ya va siendo hora, mi amor...De humanos es equivocarse y de sabios rectificar, anda dame un abrazo bien fuerte mi vida ...

Armando abrazó a su madre con toda la ternura del mundo, y sintió esa paz que sentia de niño, cuando desconsolado por cualquier contrariedad, corría a refugiarse en sus brazos.

Doña Margarita.- Armando, haber pagado por el vestido de Hugo 20.000 $ es una barbaridad, yo sé que lo hiciste por Betty...Daniel estuvo tremendamente grosero, pero me parece excesivo...ya mañana hablamos en Ecomoda, a fin de cuentas yo administro esos fondos y ya veremos que se hace...

Armando.- Mamá, tengo ese dinero, y lo voy a entregar muy a gusto...no lo necesito, seguro que tú le encuentras el mejor destino. Además ese vestido lo ha estrenado Beatriz, y no podría soportar que otra mujer lo luciese...Está tan bonita con él...

Don Roberto.- Sigues enamorado de ella ¿verdad hijo?

Armando.- Sí papá, profundamente...no creo que pudiese amar a otra mujer en la vida...

Doña Margarita.- ¿Y ella, Armando?...Ella ¿qué siente por ti?...

Armando.- Me ama mamá, de eso estoy convencido... no me ha podido sacar de adentro, aunque lo ha intentado... pero lo que yo le hice fue muy fuerte y
yo debo esperar...Pero no pierdo la esperanza, es amable conmigo, no me odia y además...es mi vecina...¿no os lo había dicho?...

Don Roberto.- ¿Cómo así?...

Armando.- Dios se puso de mi parte papá...Ella sin saberlo se mudó al apartamento contiguo al mío...Todas las mañanas salimos a correr juntos...tengo esperanzas de volver a conquistarla, de que vea como cambié solo por ella...pero debo tener paciencia...Miradla va a bailar con Mario, reciben clases de baile de salón juntos, no os podéis figurar lo bien que lo hacen. Vamos a verlos, es todo un espectáculo.

En efecto Mario ha sacado a bailar a Betty, hasta ahora Patricia estaba llamando la atención de algunos solteros, con sus sensuales movimientos, enfundada en aquél llamativo vestido plateado. La orquesta empezó a tocar un chachá, a petición de Mario, y todos empezaron a bailar, pronto ello dos se quedaron solos en la pista. Betty se había recogido con la mano la cola del vestido, y magistralmente llevada por Mario, evolucionaba por la pista. Armando al verla feliz bailando, se sorprendió a si mismo, lejos de sentir celos, estaba gozando al verla, tan feliz, tan bella y siendo el centro de admiración de todos.

Cuando terminó el baile, se oyó a Catalina invitar a todos a volver a ocupar sus asientos, pues comenzaba el show de Carlos Vives. Los camareros, seguirían pasando las bebidas y las bandejas entre el público.

Doctor mendoza yo no soy  asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora