capítulo 19

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Los días pasaban y las circunstancias no se daban. Armando intentaba relajarse, seguía con sus clases de baile, y con la normalidad de su vida. Se hizo obra en Ecomoda, robándole un poco de espacio al show-room y suprimiendo un trastero que utilizaban las mujeres de la limpieza, para
guardar sus utensilios, consiguieron ampliar la oficina de publicidad y hacerle un hueco al escritorio de Aura María, que estaba encantada con su nuevo trabajo.

Betty y Mario podían llegar antes de la hora, podían quedarse sin almorzar, podían estar hasta la noche en la empresa, pero todos los días sin faltar uno salían a las seis en punto de la oficina, para regresar, si era necesario, dos horas después. Armando estaba muy extrañado con estas salidas, durante la preparación de la colección, creyó que iban a hacer gestiones con este motivo, pero ahora, la metódica salida de los dos, le llena de curiosidad.

Aquella tarde como otras tantas, a las seis en punto él los escuchó despedirse hasta el día siguiente. Sin pensarlo dos veces, se determinó a seguirlos. Ambos viajaban en la moto de Betty y él con el carro lo iba a tener dificil, así que aprovechando un taxi que pasaba por la puerta, lo tomó y le prometió al taxista el doble del precio de la carrera, si no los perdía de vista. La densidad del tráfico a aquella hora, y el miedo de Mario que no dejaba a Betty, hacer locuras, le permitió no perderlos de vista, y ver que se dirigían a un gran hospital...-"¿Qué irían a hacer allí?...¿estaría Betty enferma?...¿o quizás Mario?"- él tenia que averiguarlo. Así que pagó al taxista y entró al centro médico.

Una vez dentro ya no los vió -"¡maldita sea!...¿y ahora que hago?"-. Educadamente se dirigió a recepción y preguntó a la señorita que atendía al público :

Armando.-Perdone señorita, verá yo venía acompañando a unos amigos y me quedé pagando el taxi, y ahora no se dónde fueron...si me pudiera indicar. Verá, ella es una joven delgada, con el pelo oscuro que viste jeans y camiseta negra...¡ah y lleva un casco de esos para ir en moto de color rojo!...y él...

Recepcionista.- ¿Se refiere Vd a Betty y a Mario?... Armando.- Sí, justo ellos...Betty y Mario...
Recepcionista.- Fueron a personal a cambiarse, hoy traen retraso y les esperan hace rato para las pruebas...

Armando se asustó de verdad, -"¿qué pruebas, Dios mío, que pruebas?".

Recepcionista.- ¿Vd también es miembro de POSDUN?....¿verdad? Armando no entendía nada, y contestó con un tímido: "Sí"
Recepcionista.- Bien siga por aquella puerta, y la segunda a la derecha, dónde pone personal, allí deben estar ellos, terminando de cambiarse, siga...siga...

Armando siguió el camino que le indicaron, al llegar a la puerta, la entreabrió y escuchó la voz de Betty :

Betty.- ¿Qué prueba dices que es, Mario?... Mario.- Una punción lumbar...
Betty.- ¡¡Ay Mario, eso debe doler mucho, mucho!!...

Mario.- Si mija, es muy doloroso...pero no tengas miedo, sabes quees en estos momentos cuando tienes que ser fuerte.

Betty.- ¿Qué van a determinar con esa punción?

Mario.- Al sacar líquido de la médula y analizarlo, pueden determinar si hay leucemia....

Betty.- ¡¡Dios mío, que horror...que horror!!...Ya estoy lista Mario, anda que nos esperan, mientras antes vayamos, antes pasa todo...

Armando se ha apoyado contra la pared, siente que el corazón se le va a salir del pecho. Traga saliva e intenta respirar hondo : -"Señor ¿es que mi Betty está enferma?...pero yo no le he notado nada...Dios mío por favor, por favor que no tenga nada, que no tenga nada"...En esas estaba cuando escucha la voz de ella que lo vuelve a la realidad :

Doctor mendoza yo no soy  asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora