Catalina ha hecho un excelente trabajo. Buscó el día y la hora, estudiando las
mareas, para que fuese en bajamar, y tuviesen más espacio. Aquella playita, era muy pequeña. La vez que estuvo con Betty, estaba la marea alta, y casi no había arena. De todos modos, se ha instalado un entarimado de madera, sobre el que reposan en semi circulo, las sillas blancas, que ocuparán los invitados, frente a una pequeña mesa de altar, cubierta de un mantel blanco.Rodeando el entarimado y adornando el altar, se han colocado arreglos florales, cuajados de margaritas blancas y helechos. También hay antorchas encendidas iluminando el romántico escenario.
Todos los invitados han llegado ya y se han acomodado en las sillas. El sacerdote también espera a los novios, cuando comienzan a escucharse las notas de la marcha nupcial de Mendhelsson, interpretadas en el piano que se ha instalado para la ocasión.
Del mar se ve aparecer una barquita iluminada con farolillos y adornada de flores, viene a remos, y trae a la novia. Betty luce expléndida, el trabajo de Hugo, es toda una fantasía en seda, organza natural y encajes belgas, todo en color marfil. Sobre la melena rizada, Betty trae una corona de flores naturales, margaritas, alhelíes y jazmines. De las mismas flores, es el pequeño ramo que lleva en las manos.
La barca que trae a la novia se queda parada a pocos metros de la orilla, todos contienen la respiración... -"¿y el novio?.... ¿dónde está el novio?"-... La música sigue sonando, y entonces se escucha un murmullo de admiración, del extremo contrario al que se encuentra la novia, como si hubiese surgido de las aguas, se ve a Armando. Viene vestido como en la visión que tuvo Betty, con pantalón y camisa blanca de lino, abierta dejando que se le vea el pecho, sobre el que brilla la pequeña cruz de oro que siempre lleva.
Caminado por la orilla se acerca hasta la barca dónde le espera Betty. Ella está alucinada, es como si su visión de aquella tarde, se hubiese hecho realidad.
Armando cuando la ve, suspira, está bellísima, parece un hada. El vestido tiene el escote cuadrado, es de talle imperio. Todo lo que es el corpiño, está bordado en seda, desde él caen las capas de encajes y organza, para terminar, como a jirones. Las mangas similares a la falda, le cubren poco más abajo del codo. Ella se pone en pie, y Armando la toma en brazos, como si de una pluma se tratase, ambos va descalzos, y la lleva hasta la playa. El cielo tiene un intenso tono anaranjado, que llega a convertirse en fucsia, en unos sitios y en brillante amarillo en otros. El sol como una gran bola de fuego, ha comenzado a descender en el horizonte.
Cuando Armando deposita a su novia sobre la arena de la playa, todos los invitados aplauden emocionados, y comienza la ceremonia.
El joven sacerdote se esmera con sus palabras, y el marco escogido le acompaña, todo está saliendo tal y como Betty y Armando soñaron, es un instante mágico. Cuando llega el momento de los votos matrimoniales, tomados de la mano, entran al mar, acompañados por el padre Marcos. También los siguen Aura María, Mariana y Sandra, que vestidas de modo similar al de la novia, pero en color salmón, le hacen de damas de honor y se dedican a esparcir en torno a ellos margaritas cortadas, que se quedan flotando en el agua.
Tomados de las manos pronuncian sus promesas de amor y fidelidad, para toda la vida, se entregan los anillos y las arras, y reciben sonrientes la bendición sacerdotal, mientras se funden en un apasionado beso, todos aplauden....Ha sido un momento mágico....
Cuando termina la ceremonia, todos se dirigen caminando, hacia un terreno cercano, dónde se han instalado, bajo unas carpas, las mesas para la cena y una pista de baile.
La cena es deliciosa, a base de marisco y de distintos y sabrosos platos de pescado. Doña Margarita está encantada, aquella no había sido la boda que soñó para su hijo, pero evidentemente, esta había sido mucho mejor. Algunos amigos que vinieron desde Bogotá la felicitaban por lo hermoso que había estado todo, y ella se sentía feliz. Sabía que aquellas noticias, correrían por los mentideros de la alta sociedad santafereña, y que los Mendoza, serían centro
de comentarios, por lo original y bello de la ceremonia... y esto la verdad, es que le gustaba, le gustaba bastante.... Miró a su nuera sonriente, estaba preciosa y los ojos de ella y de su hijo brillaban de un modo increíble. Por primera vez veía a una novia disfrutar tanto de la comida de su matrimonio, Betty comía con placer y con apetito, lo mismo que Armando.
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Doctor mendoza yo no soy así
Ficção Adolescentebetty se va de ecomoda con el fin de ya no ver a armando mendoza su desde de un tiempo betty tiene que volver a ecomoda por asuntos de trabajó otra vez encontrarse con armando , que pasará ? ESTA HISTORIA NO ES MÍA , YO SÓLO LA SUBO POR AQUÍ