capítulo 17

802 64 2
                                    


Estaba enfrascado leyendo los reportes de la prensa matutina, sobre el éxito
del lanzamiento, cuando sintió que golpeaban la puerta suavemente. Armando.- Siga...
Betty.- Buenos días Armando....

Él casi saltó de la silla al verla, cargada con una enorme funda de esas para guardar ropa. Ya no era la mujer sofisticada y elegante de la noche anterior, volvía a ser la jovencita frágil y alocada, que había visto hacía un mes, cuando ella regresó a Ecomoda y a su vida. Llevaba un pantalón de peto de rayas amarillas y blancas, camiseta de algodón amarilla y una bandana amarilla y blanca a modo de pirata, cubriéndole la larga melena.

Armando.- Betty, pensé que ya te habías marchado...

Betty.- Me voy una semana de vacaciones a Cartagena, pero no me voy a desaparecer...vengo a despedirme y a dejarte el vestido, pagaste mucho por él...una burrada...

Armando.- Ese vestido lo compré para ti, solo tú mereces llevarlo...yo no lo quiero, quédatelo tú...
Betty.- Yo...yo no lo merezco...aún no...y no sé si algún día lo mereceré... Armando.- No digas eso Betty, tú mereces el cielo...mereces que yo bajara el
sol y la luna hasta tus pies y llenase tus brazos con las estrellas...Tú lo mereces
todo, mi amor...todo...

Betty.- ¿Ves Armando?...aún no estamos preparados...La nuestra no fue una relación normal...y yo no se ahora...Mejor dejémonos un tiempo ¿sí?...

Armando.- Yo te extraño tanto, te deseo tanto mi amor, que no se como voy a poder estar sin ti otra vez...¿volverás?...¿no te marcharás para siempre, verdad?...-al decir esto Armando no puede reprimir las lágrimas, y la voz se le quiebra.

Betty deja el vestido sobre el sofá, y se acerca a él, tomando su cara entre las manos .
Betty.- Pero bueno doctor Mendoza...¡otra vez llorando!...¿qué es
eso?...parece una niñita pequeña...

Armando, la toma por la cintura y esboza una triste sonrisa :

Armando.- Eso hizo Vd de mi doctora Pinzón...un hombre nuevo, que no se avergüenza de demostrar sus sentimientos...

Betty.- Armando, en unos días me tienes de regreso en Ecomoda, en el piso de al lado y quizás en tu vida...quizás, pero ahora me tengo que ir, Michel me espera y tengo un compromiso muy importante con él...

Armando.- ¡Ah claro, Michel!...el galán francés ese que te corteja, claro y con él te vas a Cartagena....Bien, bien pues que tengas buen via.....

Betty no lo deja terminar, arrima sus labios a su boca y le da tremendo beso, ante el que Armando cae rendido. La abraza y por unos segundos, los besos, cada vez más intensos y apasionados se suceden, hasta que ella suavemente lo empuja y se separa de él.

Armando.- Betty no te vayas...por favor...espera un poco a que yo me pueda tomar unos días libres y nos vamos juntos...al lugar del mundo que desees...yo te llevaré...

Betty.- Adios Armando, hasta dentro de siete días...y recuerda algo, yo te perdoné....ahora eres tú él que tienes que perdonarte a ti mismo.

Armando.- Te amo, no lo olvides, te amo........¿tú me amas Beatriz? Betty.- Doctor, yo nunca he dejado de amarlo....
Y lo dejó allí plantado, extrañando su presencia, antes aún de que se hubiese ido.

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Doña Margarita fue a buscarlo para ir a almorzar juntos, estaba encantada con los resultados de la colección y sobre todo con los fondos que se habían conseguido para obras benéficas. Lo encontró abatido, como hacía tiempo no lo veía y supuso que era la ausencia de Betty. Ella tenía que hacer algo, no podía verlo otra vez de ese modo, tenía que encontrar el modo.

Doctor mendoza yo no soy  asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora