capítulo 22

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Cercana ya la medianoche, la orquesta comenzó a entonar de nuevo el "Happy Birdthday" y todos hicieron hueco a dos camareros que empujaban un carrito con una gran tarta de cumpleaños, que reproducía un cielo estrellado, y
algunas maquetas de naves espaciales, hechas en chocolate blanco. En medio, dos grandes velas encendidas, formando el número 35.

Todos los presentes aplaudían y gritaban a Armando, que pidiese un deseo. Él miró a Betty fijamente a los ojos y dijo en voz alta :

Armando.- Ya lo pensé, hace meses que un solo deseo orienta mi vida

Y acto seguido sopló las velas, acompañado de los aplausos y de la canción del cumpleaños, entonada por sus amigos. Justo después, un precioso castillo de fuegos artificiales iluminó el cielo.

Los invitados se fueron marchando, Armando deseaba con ansiedad pasar toda la noche con Betty, pero esta se despidió hasta el otro día .

Armando.- Betty, yo creí que mi regalo de cumpleaños iba a ser esa "ocasión especial" que me prometió y no me ha cumplido...

Betty.- Tú regalo de cumpleaños, espera en tu habitación. Tus papás quieren que duermas esta noche acá, con ellos...Mañana nos vemos.
Y con un dulce beso en los labios se marchó, acompañada de Catalina, Mario y Matthew.

Armando feliz pero un poco decepcionado, le dio de nuevo las gracias a sus padres y subió a su cuarto. Buscó con la mirada, ese regalo del que le habló Betty y lo vió encima de la cama. Era un paquete grande, envuelto en papel dorado y adornado con una enorme escarapela. Curioso rasgó el papel y lo vió.

Armando.- ¡Dios mío era para mí!, ellos lo hicieron para mí...que bonita estás princesa, que bella...

En sus manos tenía un hermoso cuadro enmarcado con un sencillo listón de aluminio, esmaltado en negro. Era el retrato que Mario le había hecho a Betty, ése que el vió a través de la celosía de su terraza. Desde el dibujo, Betty le miraba con toda la profundidad de sus ojos oscuros. Su desnudez, cuidadosamente oculta por el traslúcido camisón blanco, se le ofrecía
completa y sugerente. La larga melena negra, caía sensual sobre su espalda, provocándole todo tipo de fantasías....

Armando suspiró emocionado, aquél regalo decía mucho...ya faltaba menos, no sabía cuanto...solo debía esperar y tener paciencia. Y entonces la vió. En una tarjeta blanca, escrita con la letra grande y redonda de Betty, se leía lo siguiente :

"Feliz Cumpleaños doctor Mendoza...si es que Vd lo sigue deseando, muy pronto, antes de lo que imagina, ese retrato se puede convertir en realidad. Una realidad, de la que solo Vd, va a disfrutar . Betty"
Armando ya está en pijama y a punto de acostarse, cuando oye sonar el timbre de su celular.
Armando.- ¿Alló?...¿quién es?...¿Calderón como me llama a estas horas? Calderón.- Lo primero felicitarle hermano por su cumpleaños, no quise
hacerlo por no dañarle la sorpresa que le preparaban...
Armando.- ¿Por qué no vino?...¿Acaso mis papás no le invitaron?... Calderón.- Sí, si...me invitó personalmente Betty, e incluso muy sutilmente
me invitó a disfrazarme del malo de la peli...ese de la máscara todo vestido de negro...Pero me surgió un asuntillo y me fue imposible...

Armando.- Bien Calderón y que quiere, es más de la una de la mañana... Calderón.- Hermano estoy en un apuro muy grande y necesito su ayuda...

Armando.- ¿Cómo así hombre?...¿En que lío se metió?...¿Un marido celoso?...¿ah?...¿De dónde lo tengo que sacar?

Calderón.- No, no...no es nada de eso, pero por teléfono no le puedo contar. Véngase a mi apartamento ¿sí?...por favor, es urgente no se tarde...Cuento con Vd...

Doctor mendoza yo no soy  asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora