capítulo 32

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Cuando llegaron a casa de los padres de Armando, ya estaban allí todos los demás. Betty a pesar de lo abultada que estaba, lucía preciosa y así se lo hizo saber con admiración su suegro.

Don Roberto.- Betty hija, estás guapísima, este embarazo te está sentando de maravilla. Y a ti también Armando, a los dos os está sentando muy bien.

Betty llevaba un vestido corto blanco y negro, recto y sin mangas, combinado con complementos en rojo.

Después de la cena, sentados en la sala comenzaron a charlar :

Doña Margarita.- Quisiera Hugo que vieses el ajuar que la mamá de Betty le está preparando a la nena. Yo he quedado admirada, la mayoría son modelos que ha copiado de la línea Baby Dior, pero están perfectos. En batista, en piqué, con bordados en punto inglés, encajes y tiras bordadas finísimas, toda una delicia. Creo que los papás apenas han tenido que comprar ropita.

Armando.- Es cierto mamá, Julia está dedicada en exclusiva a tejer, coser y bordar para Marina, hasta las ropitas de la cuna, nos está haciendo. Bueno y ayer mismo, cuando llegamos a la casa, nos encontramos la sorpresa de que don Hermes y ella habían llevado el "moisés"...

Hugo.- ¿El qué?...

Betty.- El moisés, es un cesto más pequeño que la cuna, para los primeros días, quizás hasta el primer mes. Al ser más pequeño el bebé está más calentito, la cuna es demasiado grande aún. Mi mamá guardaba el mío, y mi papá lo volvió a pintar y ella lo ha vestido, todo con tiras bordadas y pasacintas en celeste, es que a mi no me gusta el rosa. La verdad es que ha quedado precioso.

Hugo.- Y tú que, reina Margarita, ¿tú no has hecho labores para tu nieta? ... Claro que eso no va con tu estatus ...

Doña Margarita sonríe y se levanta :



Doña Margarita.- Pues mira que si. Desde luego que no tengo las manos de
Julia, pero también hago mis cositas.

Y saliendo un momento de la habitación volvió con un paquete y con una
funda de ropa pequeña, como si guardase una camisa. Dejó el paquete en el suelo y entregó a Armando la funda de ropa.

Don Roberto.- Ábrelo hijo, ábrelo...

Ante los ojos maravillados de todos Armando descubrió un precioso "batón de cristianar" de organdí blanco, repleto de finos encajes belgas y cintas de raso.

Armando.- Pero papá esto es una maravilla, es precioso... ¿os habrá costado una fortuna?...

Betty lo mira sonriente y le dedica la mejor de las sonrisas a su suegra, bajo la atenta y rencorosa mirada de Marcela, que ha permanecido en silencio.

Betty.- Gracias Margarita, es precioso... No mi amor, supongo que no les ha costado un peso, por lo menos ahora . Creo que esas fueron las ropas que tú llevabas cuando te bautizaron ¿me equivoco?...

Doña Margarita.- No Betty, no se equivoca. Ese batón lo hizo mi suegra, la mamá de Roberto para sus hijos, lo estrenó Roberto que era el mayor y luego todos sus hermanos. Cuando nació Armando, mi suegra me lo entregó y yo lo repasé, le cambié las cintas y algunos encajes, los deterioros propios del uso y del paso de los años. Armando lo llevaba el día que lo bautizamos, y también lo llevó Camila, Roberto pásame las fotos...

Todos vieron admirados al joven matrimonio formado por Roberto y Margarita, cargando a su bebé vestido con aquellas ropas : era Armando. Y en otra a don Roberto, con un niño como de dos años en brazos, acompañando de nuevo a su mujer con otro bebé vestido con el batón, era el bautizo de Camila.

Doctor mendoza yo no soy  asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora