Capítulo cuarenta y cinco.

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No podía estar pasando, no de nuevo.

Trague saliva con dificultad, mis ojos picaban y mis manos comenzaron a sudar.

Releí el mensaje una vez mas. 

El solo quiere asustarte. Solo es uno mas de sus juegos.

Me repetí en mi cabeza tratando de buscar algo de tranquilidad.

¿Pero como era posible que el tuviera una fotografía de mi hermano?

La puerta de la habitación se abrió y rápidamente escondí el sobre de su mirada.

—¿Algo esta mal? —El levanto una de sus gruesas cejas con diversión.

—No, para nada. —Sonreí de lado.— Solo estaba ordenando un poco. —¿Y tu? ¿algo esta mal?

Al escucharme decir eso una sonrisa nerviosa atravesó su rostro.

—Justin —Sonreí.— ¿Que sucede?

Negó con su cabeza. —Tuve unos cuantos imprevistos en la cocina, así que tardara un poco mas el desayuno.

Reí. 

—Venga te puedo ayudar, tengo hambre.

Me levante y camine descalza hacia la puerta haciéndome un espacio entre el marco de la puerta y su cuerpo para pasar.

—No, Paige, no es necesario. Lo haré yo. —Lo oí decir a mis espaldas.

Rodé los ojos y continué caminando hasta llegar a la cocina.  

—Justin, viejo, te dije que esperaras no es tan... —Ryan callo cuando al voltear se dio cuenta que era yo.

—Oh... Hola Paige. —Sonrió.

Un bufido se escapo de parte de Justin quien acababa de entrar.

—¿Y esto? —Eleve mis cejas con diversión.

—Uhm... Veras... —Justin alargo las palabras.

—Se le ha quema hasta el pan tostado, eso pasa. —Ryan rió.— Sentí lastima por el, es la primera vez que hace un gesto lindo por alguien, así que le vine a dar una mano.

— Seras bocon. —Siseo entre dientes. 

—Viejo, no lo tomes conmigo, solo quería ayudar. 

La mirada amenazante que Justin tenia sobre Ryan me causaba gracia y era imposible no sentir lastima por el. 

—Esta bien Ryan, siéntate, yo terminare el desayuno para los tres. —Sonreí.

— Oh gracias Paige, siempre tan linda. 

En ese momento le enseño su lengua a Justin quien me estaba mirando como si fuera una traidora. 

— ¡Pero Paige! pensé que solo desayunaríamos los dos. —Se quejo.

—Es lo menos que puedes hacer por Ryan después de ponerlo a cocinar, el pobre es terrible. —Mire con desagrado los huevos que había preparado.  —No entiendo como se alimentaban antes. 

—Comida a domicilio. —Ryan se adelanto en decir.

 Asentí. —Eso explica tanto.   

  


—Bien, yo creo que deberías ir a dormir otro rato viejo. —Dijo con una sonrisa fingida. 

—No gracias Justin, estoy bien. Y tengo cierta curiosidad por probar el desayuno que hará Paige, tiene pinta de cocinar rico. —Fingió ingenuidad. 

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2015 ⏰

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