Resilient

Capítulo dos.

                        

                   

Usaba una sudadera algo ancha y llevaba puesta la capucha que cubría la mayor parte de su rostro, dejando a la vista solo su boca, unos jeans algo desgastados y sueltos, llevaba sus manos en los bolsillos y avanzaba hacia nosotros con un paso tranquilo.

El alivio apareció en mi cuando pensé que el chico vendría a ayudarme pero todo eso cambio cuando vi que lanzo una sonrisa de complicidad al resto.

Mierda.

—Eres un idiota viejo, pensé que era algunos de esos imbéciles que están con Trevor. —Hablo el chico que de cabello alborotado.

—Joder Chaz no conocía ese lado tan marica tuyo. —rió. 

—No soy ninguna marica gran mierda, podría deshacerme de cada uno de ellos con mis propias manos. —dijo el chico que al parecer se llamaba Chaz con enojo.

—Bien man cálmate. —Un chico de atrás trataba de contener la risa.

El chico con la capucha solo meneo la cabeza y sonrió. Su atención se dirigió entonces al que se encontraba al frente de mi.

—Déjala en paz Ryan. —hablo con autoridad e hizo que soltara un gran suspiro de alivio.

—Man, encontramos a esta chica por los alrededores, debio estar espiándonos. Lo mas seguro es que haya sido enviada por Trevor. —dijo Ryan haciendo que la rabia creciera en mi interior.

¿Cuantas veces tenia que repetirles que no se de ningún Trevor y sus mierdas?

—Como tengo que decirles que no conozco a ningún Trevor jodidos imbéciles. —Los cinco chicos dirigieron su atención a mi con el ceño fruncido.

La había cagado.

—Tenemos a una chica con carácter aquí. —El de la capucha esbozo una media sonrisa.

—Joder, alguien tendrá que enseñarle como mantener esa boca cerrada. —Chaz avanzó hacia mi.

El lo detuvo con su brazo antes de que diera otro paso en mi dirección.

—Ya déjenla, esta bien. —Aunque no pudiera ver sus ojos sentia su mirada fija  en mi como si examinara cada parte de mi rostro.

—Pero... —hablaron los otros cuatro al unisono.

—Se cuando alguien miente y ella no lo esta haciendo, idiotas.

Tome una gran bocanada de aire.

—Además... —continuó— Puede tener carácter pero aun así es muy inocente como para pertenecer a algo como esto. —Mostró una sonrisa burlona apartando la vista de mi. Los demás rieron y me miraron con atención. 

No sabia como sentirme con eso. 

—Capullo. —Mascullé.

—¿Que dijiste? —Volteo hacia mi con una mirada amenazante.— Repitelo.

Si decía que no me causaba escalofríos mentiría, pero no dejaría que siguieran hablando de mi de esa forma. 

Aunque luego me arrepintiera. 

—Dije que eres un capullo, mas bien, ustedes. —los señale a todos— Son unos capullos, me asustaron, me persiguieron, me hicieron caer y torcerme el tobillo, me trataron como la mierda y ahora ni siquiera dicen un "lo siento" por su estúpida equivocación, créanme que una disculpa es lo mínimo que espero de su parte.— Dije seria y muy cabreada.