¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LOS ANGELES, CALIFORNIA. ANDY CAVALLI.
—come un poco más. —insistio el rubio a mi lado y yo negue. —solo un poquito más, ya casi la terminas.
—no quiero. —susurre dejando la comida de lado. —estoy llena.
el me miro entrecerrando los ojos pero no dijo nada, termino de comer su hamburguesa y dejo las sobras dentro de la bolsa de residuos.
—¿de que era tu sesión?. —pregunto con curiosidad.
—para la marca de Luke Santoro, es italiano. —explique. —tiene desde trajes de baño hasta atuendos para velorios. —bromee.
—¿existen atuendos para velorios?. —pregunto confundido.
—si, planeaba pedirle algunas muestras, tengo uno en estos días. —dije con burla.
—¿si? ¿de quien?.
—de un ex novio que no confía en mi. —dije sonriente. —Edgard tiene licencia de armas, me dijo que si ese chico me hacia sufrir las estrenaria con el.
—uy, pues más le vale a ese ex novio tuyo portarse bien. —susurro y yo rei. —¿sabes algo?.
—¿que cosa?. —lo mire.
—te extrañe mucho estos meses.
senti como mi corazón se paraba por un segundo y no pude evitar sentirme emocionada.
no iba a mentir, yo tambien lo había extrañado, en todo jodido momento. hasta cuando dormía, siempre sentía que algo faltaba a mi lado, y ese algo era el.
pero obvio, no se lo diría, tiene el ego muy grande y mi orgullo esta decepcionado de mi por haberlo perdonado tan facil.
—¿ah, si?. —pregunté. —pues yo no.
—¿no?. —enarco una ceja. —¿ni un poquito?.
lo había extrañado tanto que dolía, pero claro, seguiría sin admitirlo.
—ni un poquito. —menti.
—¿ni un poquitito?. —preguntó de nuevo y yo negué con una sonrisa.
—ni un poquitito. —confirme.
—auch. —llevo una mano hacia su pecho, dramático. pero luego me miro burlón. —sigues sin saber mentir bien.
—no estoy mintiendo. —hable. —cambiando de tema, ¿como va tu marca?.
—¿purgatory?. —preguntó y yo asentí. —pues, muy bien, estamos vendiendo más de lo pensado, es un exito.
—aw. —exclame al verlo hablar con entusiasmo. —ya puedes comer cosas decentes.
—ya puedo ser el sugar daddy de alguien.
—me ofreceria como tributo, pero paso.
—¿por que pasas?. —enarco una ceja.
—seria feo tener un sugar daddy que no confia en mi. —sonrei angelicalmente.
