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LOS ANGELES, CALIFORNIA. VINNIE HACKER.
lo único bueno de mi día, es que ese chico Landon había accedido a conocerme.
les traduzco, eligió el camino de la muerte.
así que bueno, espero que sus padres vayan preparando el funeral por qué de esta casa no sale vivo.
bien, necesito relajarme, tengo que pensar que es solo es un niño. Pero no, no es cualquier niño.
es un niño imbécil que decidió salir con mi princesa así que no, no planeo llevarme bien con el.
pobre, lo qué le espera.
—papá, mamá me pidió que le avisé si te pinta la locura y eliges matar al pobre de Landon. —me dice Julie bajando las escaleras de la casa.
frunzo el ceño y me hago el ofendido.
—¿matar? yo no quiero matar a nadie. —miento. —solo voy a conocer al muchachito que está saliendo con mi hija, nada más. Seré bueno y me pórtare bien.
ella entorna su mirada hacia mi y se encoge de hombros.
—hay un poco de mentira en lo que dijiste pero bueno... —le resta importancia. —sophie también vendrá, espero que no quieras matarla a ella también.
¿es que acaso mis dos hijas tienen parejas?. O yo estoy cada vez más viejo o ellas cada vez más grandes, tengo que dejar de pensar en eso o me pondré a llorar.
—si no la mataste tú entonces no lo haré yo. —bromeo. —sin ánimos de ofender, pero tiene que tener mucha fuerza de voluntad para aguantarte a ti, mi niña.
ella me mira con los labios entreabiertos, me alarmó al pensar que podría tirarme algo a la cabeza como lo hizo en su momento su perfecta madre. Pero en cambio, pone una mueca y asiente.
—tienes razón, pero eso lo heredé de mamá. —me dice.
lo pienso un poco y millones de recuerdos junto a Andrómeda llegan a mi mente, nuestros primeros momentos juntos mejor dicho, aquellos dónde a penas podíamos hablar sin insultarnos o hablándonos mal.
llámenme loco, pero esos fueron los mejores que vivimos y siendo sincero, los extraño un poco.
—bueno, eso sí. —estoy de acuerdo con ella. —tu madre era un tanto... agresiva.
—lo sigue siendo. —corrige ella. —el otro día insultó al yogur porqué el pote decía buenos días.
suelto una risita pero está queda congelada cuando la puerta de la casa se abre y por ella entran Adaline y ese tal Landon.
adoptó una postura de padre malote y me cruzo de brazos para mirarlos sin mucho interés. Pero en realidad en mi mente lo mate de veinte formas diferentes.
