El Perfecto suicidio {Completa✔️}

XXXIV

Días antes de la boda de Lena

Sam suelta un suspiro mientras Alex le besa con pasión, mientras sus manos recorren su cuerpo sin tapujos. Sus manos desatan el nudo de su albornoz y la tela de seda se desliza lentamente por sus brazos hasta caer al suelo. Siente su respiración acelerarse cuando las cálidas palmas de Alex recorren sus brazos con dulzura, como si quisiera guardar en su mente aquello para toda la vida. Sam esta sentada a horcadas de la pelirroja, sus piernas desnudas rodean la pelvis de la comandante y el leve roce de ropas hace que su cordura se pierda con cada segundo; Alex casi puede sentir el encaje de las bragas de Sam rozando su cintura. Alex había deseado a muchas personas a lo largo de su vida y ha estado con un sin fin más, pero nunca sintió lo que Sam le provoca, ni siquiera por su difunta esposa fue capaz de activar cada botón de su cuerpo y alma. Alex desviste el cuerpo de deliciosa y suave piel morena, sus curvas le hacen perderse por un momento, le recuerda la piel de Maggie, morena y tersa, pero prontamente se da cuenta que su piel no es inmaculada, algunas cicatrices resaltan en sus piernas y abdomen, no tan marcadas pero lo suficientemente visibles si se observa con detenimiento. Entonces recuerda la historia que Sam le contó aquella noche en el reloj, lo que sus padres hicieron con ella, un escalofrío recorre su espalda al imaginar a Sam con otros hombres siendo abusada y tocada sin su consentimiento. La rabia se apoderó de su ser y en ese preciso momento desearía revivir a sus padres solo para matarlos de la forma más dolorosa posible, pero Lena ya se le había adelantado y está casi segura que vagamente Lena habría hecho algo parecido a lo que ella tiene en mente en esos momentos porque si de algo tiene seguridad respecto a su cuñada es que; es una fiera y el demonio reencarnado cuando alguien toca a sus seres amados, es incondicional y desinteresada, le falta ver cómo estuvo dispuesta a dar su vida por Kara para estar segura de ello. Sam se siente nerviosa al ver la mirada consternada de Alex en su cuerpo, algo le dice que no es deseo lo que transmite esa mirada. Se levanta de su regazo y le atina a tomar el albornoz para cubrir su cuerpo desnudo, baja su mirada con vergüenza.

-. Si no te gusta lo que has visto eres libre de irte Alex, haremos de asunto olvidado esto. - dice con vergüenza sin levantar la vista, se acerca a la puerta y la abre para que Alex comience a caminar para salir y lo espera, está segura que una mujer como ella ha visto Miles de cuerpos hermosos y esculturales ¿Cómo podría siquiera pensar que Alex querría estar con alguien como ella? Tan usada y maltratada que ni ella misma se anima a verse en el espejo a veces. Siente los pasos de Alex acercarse a la puerta y su corazón se quiebra con cada paso que ella da para alejarse de ella. Alex camina fuera de la habitación sin mirar atrás, Sam mira su espalda alejarse por el pasillo, ella no dijo nada, solo se fue ¿Tanto le habría repudiado su imagen? Seguramente. Sam cierra la puerta de golpe y se desliza sobre está hasta caer al piso. Las lágrimas salen de sus ojos mientras se abraza con fuerza, no deja de martirizarse al recordar el rostro desencajado de Alex al verla, seguramente le impacto tanto su imagen que no pudo pronunciar palabra y no es para menos, después de saber su historia y saber que fue una prostituta de las más baratas ¿Cómo podría ella, la poderosa comandante kriptoniana de las tropas reales y hermana de la reina si quiera estar con ella? Si le quita incluso su amistad lo aceptará sin reclamos, además no sabe por qué le importa tanto, se suponía que Alex era su misión y ahora que Alex ya mira con otros ojos a Lena y la aprueba como su futura reina, su trabajo está terminado ¿No? Pero... ¿Por qué diablos le hiere horrores el rechazo de Alex? ¿Acaso no era ella solo un objetivo de su misión? No... Desde un inicio fue más que eso, por mucho que le cueste aceptarlo; siempre fue algo más. Escucha que la puerta es tocada, seguramente se trata de Lena, se acerca al tocador para intentar arreglar un poco su aspecto y que su mejor amiga no se de cuenta de su estado. Abre la puerta, pero no es Lena la que está del otro lado, sino una nerviosa Alex, Sam tiene toda la intención de cerrarle la puerta en la cara, lo que menos necesita es a Alex diciendo que quiere conservarla como amiga, no podría soportarlo. No ahora. Pero antes de hacerlo Alex es más veloz y se escabulle en sus aposentos sin  permiso y se sienta en la cama. Sam le mira expectante desde la misma pocision.