XXIII

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Una sorpresa inesperada
Kara

Lena sonríe, ella tiene la sonrisa más hermosa del mundo, lo supe desde el primer momento pero no quise aceptar aquel hecho antes, pero ahora; no puedo dejar de sonreír al verla recostada en la cama junto a mi hija mientras le relata un cuento; Lena tiene un don con los niños, aunque no solo con los niños; Lena es fácil de amar yo más que nadie sabré eso. Cuando Lara se enteró de lo que había pasado con Lena rogó a Anette que le dejara venir al palacio a cuidar de su nueva mamá; yo casi muero de ternura cuando Anette me lo cuenta, desde entonces Lara está aquí con nosotras, Lena hace dos noches atrás me planteo la posibilidad de quedarnos con ella definitivamente y por mucho que la idea suene atractiva Lena y yo aún no nos hemos casado, no es correcto. Tres semanas han pasado desde aquel incidente, Lena se ha recuperado demasiado rápido, por supuesto que yo me he encargado de estar al pie de la letra con cada uno de los cuidados que necesitaba. Lara se queda dormida en los brazos de Lena, aún son las diez de la mañana, pero seguramente Lara se siente cansada por la noche de desvelo de anoche que vimos un maratón de princesas de Disney. Lena sé levanta de la cama con cuidado, yo me acerco a ella para ayudarla tomándola de la cintura.

-. Ya puedo moverme por mi misma ¿Sabes? - dice con una sonrisa, yo dejo un casto beso en sus labios.

-. No lo hago por qué no puedas moverte ¿Sabes? - ataco y ella suelta una risa encantadora. Una sonrisa malvada se apodera de su rostro.

-. Ven conmigo. - dice con cierta travesura en su voz.

-. ¿A dónde vamos? - pregunto curiosa.

-. Es una sorpresa. - dice.

-. Odio las sorpresas. - le reclamo, ella hace un puchero encantador, yo me acerco y besos sus labios lentamente.

-. ¿Confías en mí? - pregunta en un susurro, yo sonrió.

-. Ciegamente. -

-. Entonces deja de ser preguntona y acompáñame. - dice, yo levanto mis manos en señal de rendición y le acompaño. Caminamos hasta llegar a mi habitación y ella abre la puerta, una sonrisa traviesa aparece en sus labios, ella entra y la sigo, cuando lo hago ella en un rápido movimiento corre hacia afuera y cierra la puerta.

-. Lena ¿Qué haces? - le pregunto riendo, puedo escuchar su risa del otro lado de la habitación.

-. Busca tu obsequio, te espero en el salón. - dice antes de alejarse de la puerta, mi ceño se frunce ¿Obsequio? Comienzo a buscar con la mirada algo fuera de lo normal en mi habitación y no tardó mucho en encontrar con la mirada una caja azul sobre mi cama con una enorme moña roja, sin perder el tiempo camino hacia la cama, destapó la caja y mis ojos se abren con sorpresa; es hermoso. Sin perder el tiempo cambio mis ropajes. Camino hacia el salón con la curiosidad picando mi estómago, más sin embargo nada me habría preparado para lo que veo a continuación; una Lena con un vestido azul marino largo, su cabello en finas ondas caen por sus hombros y una joya que cuelga en su frente; sin duda alguna la cosa más bella que he visto en mi vida. Una lágrima se desliza por mis ojos; aquel vestido es especial, uno de tantos días Lena y yo conversabamos de mi vida en Kripton, ella quería conocer a mis padres y le mostré una de sus pinturas; el retrato de la boda de mis padres; mi madre vestía un atuendo completamente igual al que Lena usa en estos momentos y mi padre vestía un traje vino tinto; el mismo color que yo visto en estos momentos. Lara está a su lado con un vestido color celeste, su cabello cae en ondas suaves sobre sus hombros y sus ojos duales brillan con emoción.

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El Perfecto suicidio {Completa✔️}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora