IX

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Despierto desorientada, la noche anterior me había quedado pensando en Lena hasta que el sueño me venció. Cuando la busco en la cama me doy cuenta que ella no está más dormida, sino que esta sentada al borde de la cama viendo a la ventana. Con demasiado cuidado me acerco hasta estar frente a ella pero a una distancia prudente; no sabía cómo estaría su comportamiento. Veo como las lágrimas salen de sus ojos, ella está llorando en silencio, me acerco más a ella lentamente, esperando que se aleje de mi pero no es así; ella sólo llora en silencio. No entiendo su actitud en absoluto, en un momento es descarada y valiente, al otro está tan vulnerable. Yo me agacho hasta estar frente a ella, sus ojitos hermosos están empapados de lágrimas, con cuidado seco sus lágrimas, ella parece en un trance por que de otra manera no me hubiese dejado acercarme tanto.

-. No quiero ser una prisionera de nuevo. - susurra viéndome fijamente. Con aquella pequeña frase entendí todo; ella no estaba en trance, ella estaba rindiendose, ella estaba aceptando lo que yo le había impuesto, las palabras de Fel resuenan en mi cabeza; Lena había sido prisionera de Oliver y yo de estúpida le había dicho que se casaría conmigo a la fuerza y después la había dejado encerrada todo el día en la habitación ¡Yo era una idiota! No se por que me importa demasiado pero no quiero que Lena lloré, no quiero que se sienta presa, suficiente había sufrido ya.

-. No pienses eso Lena. - le digo secando sus lágrimas, ella aleja lentamente su rostro de mi mano.

-. Ayer tu dijiste que...-

-. Ayer fui una completa idiota, no debi decir todas esas cosas, tengo problemas para controlar mi ira. - le digo.

-. ¿Entonces me dejaras ir? - pregunta. Yo bajo mi rostro, no puedo dejarla ir, no quiero hacerlo.

-. No puedo. - le digo.

-. ¿Por qué? - dice con voz rota, yo levantó mi mirada; ella está llorando de nuevo, yo acercó mi mano para limpiar sus lágrimas, está vez ella no se alejó.

-. Es por tu protección Lena, tu has cometido delitos graves y el Consejo te culpa del ataque a Groenlandia. La única forma de darte inmunidad es que seas mi cónyuge, de otra manera enfrentaras todos los cargos de los que se te acusa y seguramente te darían pena de muerte, sólo te estoy protegiendo. - Ella se quedó en silencio por largo rato, sus lágrimas habían parado pero mi mano aún acaricia su mejilla aprovechando su buena voluntad, me encanta su piel, es suave.

-. ¿Por qué me ayudas? Yo soy una Luthor y tu odias a mi familia. - dice ella con curiosidad.

-. Tu no eres tú familia Lena, se de todo lo que has hecho por las Américas aún estando lejos. - le digo.

-. Aún no entiendo tu interés por ayudarme. - dice. No me queda más que decirle la verdad.

-. Hay algo más. -

-. ¿Qué? - dice ella ansiosa.

-. Yo prometi ayudarte Lena y cumplo mis promesas. - digo.

-. ¿A quién? - pregunta.

Yo no respondo.

-. ¿A quién le prometiste ayudarme? ¿A quién mierda le podría importar mi bienestar? Si vas a mentirme por lo menos dime algo que sea...-

-. Lois Lane. - digo, ella se congela.

-. ¿Como dices? - pregunta sorprendida.

-. Lois Lane. - vuelvo a repetir.

-. ¿De dónde conoces ese nombre? ¿Acaso me has investigado? - pregunta desconfiada. Yo me levanto y me siento a su lado, ella me mira severamente, pidiéndome una explicación.

El Perfecto suicidio {Completa✔️}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora