El Perfecto suicidio {Completa✔️}

XVII

Sensaciones extrañas
Lena

Me siento diferente, no puedo expresar de que manera, algo ha cambiado en mi ¿Jamas se han sentido perdidos? con un vacío en el pecho, como si nada tuviese sentido, así me siento, puede que sea el hecho de que mi mente aun esta asimilando que las cosas están cambiando, que ya no viviré en esta ruleta rusa de subidas y bajadas, muchas veces los seres humanos somos demasiado adaptables, yo lo soy, lamentablemente con el tiempo me había adaptado a ser una prisionera, a siempre tener que ganarme las cosas -ya sea comida, agua, ropa etc-, ahora aquí en el palacio, donde todos me sirven, me tratan con respeto y amabilidad me siento extraña, no se como tolerar eso, siempre he sido tratada de forma dura, siempre he luchado, siempre he tenido que sangrar y estar en un lugar donde me tratan como una princesa es extraño. Lo mas extraño de todo esto es Kara, antes de conocerla, la había analizado, demasiado,  regla número uno: conoce a la perfección a tu rival. Había investigado demasiado de ella, mas sin embargo todos mis cálculos infalibles me fallaron esta vez y la odio por eso; la odio por no ser la persona que yo esperaba, la odio por haber ayudado a mi hermana, la odio por estar al pendiente de mi siempre, por no ser una tirana como creía, por haberme salvado la vida, la odio por que es una excelente reina, una excelente líder y una persona realmente encantadora y eso solo me complica las cosas, si ella hubiese sido una maldita, una grosera y odiosa persona todo mi plan andaría sobre ruedas, pero no; tiene que ser una persona increíblemente maravillosa, tiene que tener esa estúpida sonrisa que parece mas brillante que el puto sol, tiene que tener una risa tan angelical que cada que ríe el cielo se abre pensando que un ángel se ha escapado de sus reinos ¡Y ni hablar de sus estúpidos ojos que le hacen competencia a la belleza de la luna! Maldita ella, maldita ella y su estúpido cuerpo que parece haber sido la creación predilecta del dios del arte, malditos kriptonianos que parecen Dioses griegos, pero más maldita sea ella que es la única que puede parecer creación divina con una sonrisa.

En la mañana habíamos ido a ver los almacenes que Kara me ofreció, después de una larga sesión de reconocimiento habíamos encontrado el lugar perfecto, una edificación vieja en Oxford street, de todas las que vimos fue la que más me gusto por la ubicación y por la cantidad de personas que siempre deambulan por allí, ademas de que esta cerca de la universidad; el lugar perfecto para una librería como la que yo quiero construir, hace una hora había hablado con Diana, quedamos de ir a ver las instalaciones la otra semana, para que ella pudiese trabajar en un diseño para mi. A mi mente llega la imagen de Kara, quiero golpearme a mi misma por estar pensando en ella, ni siquiera se por que, no entiendo mis propias actitudes; no se por qué la estoy cuidando tanto; puede que sea por agradecimiento, por qué ella salvo mi vida; pero si así fuera solo habría creado la cura y listo pero no; yo estoy preparando sus comidas, estoy con ella todo el tiempo; no puedo apartarme de ella; me gusta leer para ella, me gusta la sonrisa que me dedica cuando terminó un párrafo, siempre dice que leo como los angeles, me gusta su mirada fija en mi cuando leo, me gusta leerle romance, ella dice odiarlo pero se que secretamente le gusta, incluso pude ver una lágrima salir de sus ojos cuando termine de leerle  “El beso de Highlander” me gusta verla dormir; parece un ángel cuando duerme,  no tengo idea de por que pero me gusta ver como su pecho sube y baja con tranquilidad, como su rostro se ve apacible, tierno, una sonrisa se apodera de mi rostro al recordar los leves balbuceos que suelta cuando el sueño es muy profundo, pero sin duda alguna lo más bonito es verla despertar; como sus ojos se abren tortuosamente lento, son más claros en la mañana, sus pestañas le dan un toque de perfección, podría pasar años intentando enumerar todo lo que me gusta de ella aún así no terminaría, no entiendo que me pasa con ella y si algo odio es no entender las cosas; detesto eso, soy la persona más inteligente del mundo, ni siquiera los científicos de Kripton poseen la mente privilegiada que yo tengo, más sin embargo y a pesar de toda esta sabiduría me siento ignorante ante todo lo que la estúpida rubia me provoca. Ni siquiera es tan bonita ¿Verdad? Solo es una tonta rubia musculosa, con hermosos ojos azules, con labios tan perfectos que cualquiera podria matar por un beso suyo y una sonrisa que...
¡Basta de alucinar con ella Lena, enfócate en el plan!