El Perfecto suicidio {Completa✔️}

XI

El inicio del fin

Flashback
Washington D.C.
13 años atrás
Lena

Mi estómago duele, no se cuanto tiempo llevo riendo con mi amiga, unas lágrimas han abandonado mis ojos de tanto reír, ambas estamos viendo una película de comedia buenísima en mi habitación, ambas hemos terminado con los exámenes finales, su padre por fin le había dado permiso de hacer una pijamada conmigo, desde hace tres meses que mis padres y el señor Lane nos castigaron por escaparnos en la noche para asistir a la fiesta del chico que me gusta, ambas tenemos trece años y nunca habiamos consumido alcohol hasta ese día; nos quedamos desmayadas en uno de los cuartos de la mansión después de dos shots de licor, lo peor de todo fue que que nos habíamos escapado justamente a mitad de semana, cuando despertamos a las once de la mañana el terror que ambas sentimos fue indescriptible, cuando llegamos a casa, mis padres y el padre de Lois estaban hablando con la policía pensando que estábamos secuestradas, ambas estuvimos castigadas pero siempre nos escapabamos por momentos para vernos; yo no podía vivir sin Lois, si bien es cierto yo tengo un hermano pero Lex es demasiado mayor, además de que parece odiarme; siempre me mira con desprecio y me hace sentir inferior cada que puede, mis padres son tan fríos, jamás recibí un abrazo, una palmadita al hombro o unas palabras de consuelo, mis padres parecen odiarse entre ellos, jamás los vi tratarse de manera cariñosa, parecían más compañeros de trabajo que esposos, de la única persona que recibí amor fue de mi nana Rhea y de Lois. Conocer a Lois fue como encontrar a una hermana gemela que no sabía que tenia; desde el primer momento nos acoplamos de maravilla, nos complementamos, nos hicimos tan inseparables que no podíamos estar una semana sin vernos, por eso el castigo de nuestros padres fue doloroso para ambas. Cuando terminamos de ver la película, ambas nos recostamos en mi cama, Lois fue la primera en hablar.

-. Richard White me confesó que está enamorado de mi. - suelta de golpe, yo abro los ojos con sorpresa y le veo, ella está completamente sonrojada.

-. ¿Qué? ¡Dios! ¿Qué le has dicho?- cuestiono emocionada.

-. Yo... Yo salí corriendo. - dice ella sumamente avergonzada

-. ¿Es enserio Lois? ¿Por qué rayos saliste corriendo? ¡Eres una tonta! - le digo exaltada.

-. ¡Oye! Yo no sabía que hacer ¿Que habrías hecho tú en mi lugar? - me dice, yo me encogo de hombros.

-. No lo sé, si me gustará pues le diría que también estoy enamorada, depende de cómo me sienta al respecto con la persona que me haga la declaración. - le digo, ella se queda pensativa por mucho rato.