XIV

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Cuidados

Lena
La luz del exterior se filtra por mis párpados, me duele un poco la cabeza cuando mis ojos se abren, parpadeo varias veces para acostumbrarme a la luz, lo último que recuerdo es que estaba con Kara en el jardín cuando se apareció el extraño hombre, nisiquiera recuerdo su nombre, el estaba convenciendo a Kara de ir a una clase de trampa mortal, el me envió al maldito laberinto, pero algo realmente extraño pasó; un hombre encapuchado me encontró una hora después de deambular por los pasillos sin salida, me llevo a una enorme y elegante casa, fue hospitalario conmigo pero en ningún momento revelo su verdadero rostro, después de la cena -con la comida más deliciosa que había probado en mi vida- me empecé a sentir mareada, estaba en un enorme sillón rojo, había una pintura enorme en las paredes, una que era demasiado parecida; era la pintura que yo había descrito en mis libros, lo cual me pareció casi imposible ya que el cuadro había sido un invento de mi imaginación, cuando intente preguntarle al respecto, el hombre había desaparecido, es el último recuerdo que tengo antes de caer en inconsciencia y ser transportada a una clase de alucinación; yo era Arleia -el personaje principal de mi saga- y vivía todas las aventuras que he escrito, al principio sabía que era una alucinación pero conforme mas días pasaba metida allí, se volvía más real, mis recuerdos se borraban paulatinamente al igual que mi personalidad, Ahora estoy aquí en el palacio de nuevo, imagino que me rescataron antes de perderme totalmente en ese mundo ficticio, aunque debo decir que haber experimentado mis propios escritos fue una experiencia maravillosa, me gustó ser Arleia Standford por un tiempo en vez de ser la jodida Lena Luthor que soy ahora. Escucho como la puerta es abierta, Mercy ingresa a mi habitación con un semblante preocupado, al verme despierta oculta su preocupación pero yo ya la había visto.

-. Señorita Lena, me alegro que haya despertado. - dice la mujer.

-. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que regresamos de ese maldito lugar? Cuestiono.

-. No mucho señorita Lena, un día solamente. - dice Mercy.

-. ¿Dónde está Kara? - cuestiono.

Ella no responde.

-. Mercy ¿Dónde esta mi prometida? - repito nuevamente levantándome de la cama rápidamente, el movimiento tan abrupto me tambalea un poco. Ella rápidamente corre a ayudarme.

-. ¡Debería de quedarse en cama señorita Lena! Usted aún está muy débil. - me dice.

-. ¡Yo no importó! ¿Donde está Kara? - cuestiono nuevamente, ella suspira.

-. Mi señora está gravemente herida. - dice al fin, mis nervios crecen, mis dedos buscan la piel de mis brazos y empiezan a rasguñar, pero Mercy rápidamente toma mis manos para impedirme hacerlo.

-. Quiero verla. - es lo único que puedo decir, ella duda por unos minutos pero al ver mi mirada de determinación se da cuenta de que nada de lo que diga me hará cambiar de opinión. Asiente levemente y me ayuda a caminar hasta llegar al cuarto principal, el que solemos compartir, al abrir la puerta lo primero que puedo ver es a Santi recostado a los pies de la cama, como si estuviese cuidando de ella, al verme rápidamente se levanta para ir a lamer mi mano. Al acercarme al lecho puedo verla; su cabello no tiene el mismo brillo de siempre, su piel es pálida, sin vida, sus labios están resecos y sus ojos se mantienen cerrados, sus manos tienen unas ventas lo cual me pareció más extraño, me acerco a ella, me siento en la cama a su lado, mi mano acaricia lentamente su pálida mejilla, una lágrima rebelde se escapa de mis ojos.

-. ¿Qué le pasó? Ella no puede ser herida. - digo con rabia.

-. Según el señor Mxyzptlk nos dijo, ella tuvo que trepar unos arbustos de espinas, después tuvo que atravesar un campo completo de espinas para poder salvarla a usted. - comenta la mujer, las lágrimas no pueden dejar de salir de mis ojos.

El Perfecto suicidio {Completa✔️}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora