Capítulo 23.

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Tiago De Sousa

Emergencia.

Ese ha sido el mensaje que Nick me ha enviado.

Seguramente, es una tontería. Decido sacar mi celular y llamarlo. El tono repica un par de veces.

—¿Qué pasa? —le pregunto apenas me contesta.

—Mamá y papá están en casa. Estoy aburrido, salgamos.

Que Nick esté aburrido significa peligro.

—¿Erin está contigo?

—Sí —le respondo.

Ella está en el suelo de mi habitación, jugando con Bugs y un láser el cual él sigue a dónde ella señale.

—Bien, estén listos. Vamos a salir.

—¿Quién lo decide?

—Yo, Tiago. Vamos a salir —repite y cuelga.

—Erin —la llamo. Ella alza su mirada a mí— Saldremos. Nick está aburrido.

—Ay no. —se queja poniéndose de pie— ¿Tenemos que salir?

—Sí. Ponte los zapatos.

Ella toma a Bugs en sus brazos y lo acaricia— Te veré luego. —le dice, frotando su nariz contra él— Pórtate bien.

—¿Vas a ir a llevarlo?

Ella ríe sin gracia— Que gracioso te vas a poner —dice, entregándome a Bugs.

Yo he tenido que ir por él a casa de Alexander y dejar que Erin se esté en mi habitación con el gato. No sé cómo terminé tan involucrado en la custodia de Bugs y es que parece que los encargados del cuidado de él ahora tienen orden de alejamiento y yo soy quien transporta al que ha quedado en medio de esta pareja.

Acomodo a Bugs en mi brazo y salgo de casa en dirección a la de Alexander. Este par es demasiado raro para mí. Más él que ella.

No entiendo muy bien que ha pasado o que ha cambiado, pero no me agrada como han terminado desenvolviéndose las cosas. Creo que las cosas se han dado así porque estamos en un punto dónde unos andan rotos y otros se han vuelto desconfiados, temiendo terminar como los primeros. Creo que por ello cuando alguien llega a nuestras vidas, automáticamente pensamos todas las ideas en cómo podremos resultar jodidos si seguimos con esa persona incluso si esta nos demuestra que nos cuidará y amará y es que muchos de nosotros, viendo lo que sucede a nuestro alrededor nos hicimos alérgicos a las buenas intenciones, creyendo que es mejor continuar solos sin arriesgarnos a que nos rompan en mil pedazos, en vez de arriesgarnos a recibir algo de cariño.

Creo que eso es Alexander, un tipo desconfiado que teme recibir cariño como si eso fuera lo que realmente terminara por destruirlo a él o a la persona que se lo quiere brindar.

Alexander no tarda en salir después de que me he anunciado. Apenas lo veo, le entrego a Bugs, él lo recibe y lo deja con cuidado en el suelo para que este se adentre a la casa.

—Entonces está empeñada en no pisar esta casa ni hablar conmigo —me dice.

La verdad es que me dan ganas de golpearlo por haber sido tan idiota con Erin.

—¿La echas y te sorprende que ya no se acerque?

Se encoje de hombros— Antes interponía más su presencia incluso sabiendo que no la quería cerca.

—Joder, Alexander, mira que somos amigos, pero te estás pasando de imbécil. ¿Por qué mierdas la invitas a salir si después la vas a alejar?

El cabrón sí que tiene porte de que te puede partir la cara sin tanto vacile— ¿Te enviaron a solo traer a Bugs o también a armarme una escena?

Mi vecino del RoyalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora