Capítulo 24.

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[JULIO]

Nick Loughty.

¿Por qué la mayoría de personas son tan cobardes para abordar los temas de forma directa? ¿No les parece aburrido cuando le dan tantas y tantas vueltas a un asunto? Si ya saben la verdad, ¿por qué no decirlo? ¿Por qué hay quienes prefieren enviar indirectas, esperando que sea uno el que descifre todo? Demasiado aburrido y estresante para mí.

—Ya estuvo suficiente. —pongo los cubiertos sobre la mesa y miro a mamá quien es la única que está en el comedor— Lo sabes. Ya dilo. Suelta un regaño o lo que sea que hayas preparado.

Ella pone sus manos sobre la mesa, empuñadas— ¿Soy un chiste para ustedes, Nicholas? —está enojada, pero no tanto— Ustedes pueden no tener la mejor relación con Mark, pero que no se les olvide que seguimos siendo sus padres. Como mínimo, Nicholas, como mínimo yo merecía saber que a Erin le hicieron una sutura hace más de dos semanas.

A mamá empieza a molestarle y decepcionarle que los gemelos no la estén buscando como antes. Recuerdo que años atrás, cuando ella tenía algo de tiempo para nosotros, le encantaba la atención que le dábamos.

—¿Tengo que enterarme de algo que le sucedió a mi hija a través de un copago y no porque ella o incluso tú me lo hubiesen dicho de forma directa?

Ahora se va a ser la muy ofendida. Amo a mamá, realmente lo hago, pero no creo que esté en una buena posición como para estarse enojando.

—¿Y eso no te parece sumamente preocupante? —le pregunto— Erin vive bajo tu mismo techo y en estos días ni siquiera te percataste de su estado, ¿no es eso como para ponerse a pensar en la forma tan ridícula que suena el hecho de que te enteraste a través de un papel y no por tenerla frente a ti?

Ella suspira, cansada— Estoy muy ocupada, Nicholas, es una temporada en la que realmente estoy llena de trabajo.

—Esa "temporada" ha durado diecinueve años para Erin y para mí, ¿cuánto más va a durar?

—Es mi trabajo, Nicholas.

—Somos tus hijos, mamá.

Retoma el silencio y empieza a beber de esa malteada de fresas con banano que tanto le gusta. No quiero ser grosero con ella, pero no le haría mal sacar un poco más de tiempo para nosotros.

—¿Por qué no me contaste, Nicholas? —sabe que hay un motivo detrás de haberle ocultado eso.

Vuelvo a tomar los cubiertos— No quiero que piensen que si dejan a Erin conmigo no voy a poder cuidarla. —confieso, retomando el desayuno— Fue un pequeño accidente, mamá. Sabes que yo siempre estoy al pendiente de ella, esta vez fue solo un descuido.

—¿Por qué no quieres que pensemos eso?

¿Cómo decirles que estoy pensando seriamente en llevarla conmigo cuando me vaya a la universidad? Podrá sonar una idea muy loca, pero prefiero cuidar de mi hermana a que dejarla sola en esta casa. Quizá si me pienso mejor las cosas hasta pueda hacer que ella también entre a la universidad.

—Se lo mucho que ustedes se quieren. —empieza ante mi silencio— Pero eventualmente, un día van a tener que separarse.

—Estar junto a la familia siempre te va hacer tener un poder inmensurable al igual que esa forma de amar sin condiciones, ¿puedes entender eso, querida madre?

Papá y el abuelo quizá si puedan entender mis palabras. La verdadera familia, la que es leal, la que tiene como trabajo cuidar a los suyos y permanecer unidos, esa familia es una verdadera fuente de poder. No sé si mamá pueda entenderlo, ella abandonó a los suyos solo por unos cuantos billetes.

Mi vecino del RoyalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora