Erin Loughty.
—Erin, —creo que es la tercera vez que Alexander me llama— ¿en serio está todo bien?
—Ya te dije que sí.
Él mira los barquillos de chocolate que compramos y ni he empezado a comer, eso le parece sumamente extraño— No lo entiendo, te dejé en casa hace unos minutos y estabas de maravilla, después me llamas que quieres salir, venimos a esta banca, pero realmente no sé si estás aquí.
—Estoy. —susurro— Solo no quería estar en casa, eso es todo.
—¿Por qué? ¿Sucedió algo?
—Nada fuera de lo normal
Me tumbo sobre la banca, mirando el cielo, el azul y el gris se hace presente en varias partes y en otras se mezclan de forma tan peculiar como si hubiesen dejado derramar la acuarela. Concentro mi vista en otro punto del cielo, hay nubes más condensadas y oscuras que las que están sobre mí, creo que viene una fuerte tormenta.
—¿Cómo te ha estado yendo en Valeurs?
—Muy bien.
—Háblame de eso, de tus días allí.
Alexander empieza a contarme las diferentes cosas que ha tenido que hacer, se escucha feliz de todo lo que ha estado aprendiendo y como poco a poco se va ganando el lugar que mi padre le deja ocupar. Creo que, si fuese Alexander quien entrara a casa y le pidiera a mi padre unos minutos de su tiempo, él lo hubiese escuchado con atención y no como lo hizo conmigo hace unos pocos minutos.
Tengo una idea en mente desde que salí de casa de Caleb, quería que papá me aconsejará. Entré a casa y me percaté que él estaba hablando con el abuelo.
—¿Cómo es? —preguntó el abuelo.
—No es engreído, mantiene un bajo perfil. Es la clase de chico que todos están subestimando desde el principio, pero nadie podría imaginar que es todo un genio.
El abuelo sonrió— ¿Cómo César?
—Mucho mejor que César.
—Aconséjalo, Mark, hazle saber que es muy probable que se encuentre con más personas que le quieran impedir avanzar que ni las que le quieren ayudar.
—Lo sé, él debe cuidarse muy bien.
El abuelo notó mi presencia— No se ve muy bien que llegues a hurtadillas, señorita.
Le sonreí con nerviosismo— No tenía la intención de interrumpir. —me disculpé, acercándome a ellos— Buenos noches. —recordé saludarlos y miré a papá— ¿Podemos hablar un momento, por favor?
—Tengo un par de documentos por revisar antes de ir a dormir.
—Será solo un momento, lo prometo, unas sencillas preguntas.
—Ahora no, Erin.
—Pero...
—¿Se trata de hablar sobre tus planes en el estudio?
—No, pero...
—Entonces he dicho que ahora no.
Incliné la cabeza— Entiendo, lo siento por molestar.
—Mark... —el abuelo lo llamó.
—Estaré en la oficina, a diferencia de otros yo no tengo tanto tiempo libre.
Papá se dirigió a la oficina que hay en la primera planta. Él abuelo me miró con pena.
—Es tarde, Erin, y él debe organizar unas cosas, mañana tiene una junta importante, trata de entender eso.
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Mi vecino del Royal
Teen FictionUna chica que teme ser abandonada y un chico que siente debe abandonar a todos. Erin cree que su único propósito es mantenerse guapa, ser educada, agraciada y conseguir un esposo. Alexander cree que lo mejor para Erin es mantenerse lejos de él y no...