Capítulo 35.

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Estaciono frente a la casa de Brent después de habernos cerciorado que Finn recibirá los debidos cuidados y una buena atención. Hemos tardado más de dos horas en eso. Caleb se despide del otro hombre y yo aprovecho para responder mi celular. Es Brent quien llama, quizá necesita pedir algo antes de que entremos.

—¿Qué pasa, viejo? Te escucho.

—Dime por favor que estás cerca.

—¿Por qué? ¿Necesitas algo?

—Es Erin, ella... está algo extraña, estoy preocupado.

No escucho más, guardo mi teléfono y corro hasta la casa. Toco hasta que Brent me abre. Erin no está en la sala.

—¿En dónde está? ¿Qué pasa? —pregunto, alterado.

—Calma, muchacho, está en la habitación.

Camino hasta allí, está acostada con las manos y los pies elevados, está sonriendo.

Caleb entra— ¿Qué pasa? —pregunta.

Brent nos pide que hablemos en el pasillo— Media hora o quizá más después de que ustedes se fueron fue que empezó a sentirse diferente. No podía explicarme bien, solo decía que diferente. Hace una hora decía incoherencias y solo sonreía vagamente, lucia demasiado perdida en su propio mundo.

Caleb se asoma a la habitación y regresa a nosotros— ¿Como si estuviera drogada?

Brent asiente— Creo que ella sin saberlo ha ingerido algo con cannabis. Me ha dicho que en tu casa —señala a Caleb— había un chico y que tenía en la mesa varios productos horneados y otros caramelos, puede que todos tuvieran cannabis. Erin pensaba que eran de Caleb, pero al parecer eran de ese otro chico. Ella se comió uno solo porque estaba antojada, dijo que era la despedida de lo dulce o algo así fue lo que pude entenderle.

Según lo dicho por Brent, es probable que si haya ingerido algo con cannabis. Cuando se fuma el efecto llega más rápido pues al inhalarlo se va directo a los pulmones y así llega al cerebro, pero al ingerirlo su efecto tarda más tiempo en llegar ya sea entre media o una hora, la diferencia radica en que cuando es ingerido va a durar más que cuando se fuma.

—Solo me preocupa que en algún momento le dé un bajón o un mal viaje, así como dicen ustedes, yo no sabría manejar eso.

—Está bien, Brent. No la veo mal y es posible que no experimente todos los efectos con rapidez. Vamos a quedarnos aquí hasta que se le pase, no puedo llevarla así a casa, ¿te parece bien eso?

—Sí, pueden quedarse todo lo que quieran.

El cannabis fumado puede tener su máximo alcance en los primeros minutos y después se irá pasando durante la siguiente media hora, pero cuando lo consumía en un alimento recuerdo que podía durar horas dependiendo de cuánta cantidad haya ingerido, unas veces fueron entre las seis primeras horas, pero otras ocasiones podía extenderse hasta las diez o continuar. Así que debo quedarme acompañando a Erin, vigilando que en algún momento no la empiece a pasar mal.

Entro a la habitación y me siento a su lado. Le acarició la mejilla mientras ella va notando mi presencia— ¿Cómo te sientes?

—Me siento muy tranquila y relajada.

—¿Sabes lo que pasa?

—Brent me dio una idea, pero me gusta, todo parece más lento.

Me rio— Casi que actúa como sedante, es normal si sientes pesadez.

—Está bien —apenas y arrastra sus palabras, no tiene muchas ganas de hablar. Seguramente en su mente si está montada en una nube.

—Te descuidé solo un momento y vas y te comes un brownie con cannabis. —me rio— Primera y última vez que pasa esto, ¿entendido? —ella solo asiente.

Mi vecino del RoyalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora