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Al llegar a casa Hyung Jun, ya se encontraba ahí.

Deje las cosas sobre la mesa del centro de la sala y me miró.

—Pensé que eran mentiras tuyas que ibas a llegar temprano.

—Te jure que llegaría temprano, aquí me tienes.

Le sonreí, se acercó y me beso.

Lo acerque de mi para sentirlo completamente. Mis manos se fueron a los pantalones de Hyung Jun, le quite de cinturón y después desabroche el botón.

Lo desnude completamente. Besé su cuello con mi lengua, subí poco a poco a su oído y lo mordí lentamente. Me quito la camisa, y yo el pantalón, para estar completamente desnudo.

Acerco sus labios nuevamente a los míos introdujo su lengua a mi boca. Estuvimos así unos pocos segundos. Paso de besar mi cuello, a besar mi abdomen, mis ojos cerrados sienten lo que Hyung Jun hace conmigo, sus manos tocan cada parte mi abdomen. Desde que empecé a besarlo, sentí mi miembro ponerse duro.

Sigue duro.

Los labios de Jun llegaron a él, lo lamió. Pegué un gemido, con su mano empezó a bombear mi miembro.

Se lo llevó a la boca.

Tome su cabello, mientras lo chupa con ganas y bombea con su mano derecha.

—Mierda, extrañaba tenerte así— le susurré y pegué un gemido.

Hyung Jun se detiene y se levanta.

—La puerta de afuera se abrió.

—Yo no escucho nada.

Camino a la ventana y abrió un poco la cortina.

—Mis padres, llegaron— susurro.

—Qué mal momento.

Tocaron el timbre de la puerta, nos vestimos rápido. Yo corrí al cuarto y Hyung Jun entro al baño, se lavó la boca.

Al salir, tomé su mano, me miró sonriendo.

— ¿Qué?

—Esto no va a bajar rápido.

Se rio de mí y abrió la puerta para salir.

—No salgas, ahora vengo, les inventaré algo.

Me beso y se fue.

Me acosté en la cama. Hyung Jun duró unos minutos y mi miembro no bajaba, iba a empezar a tocarme cuando entró. Soltó la risa, cerró con seguro la puerta. Y se quitó el pantalón.

—No puedo tardar, les dije que te estas bañando, es mejor si te apresuras—me susurro.

—Quiero hacértelo toda la tarde.

—Hoy no se puede, pero te prometo que en la noche hacemos lo que queremos.

Tomo mi miembro con su mano, lo masajeo, beso mis labios. —Termina dentro de mí.

Sonreí.

Lo gire hacia la ventana, colocó sus manos en el borde, tome su trasero, acerque mi cuerpo, rosee mi miembro entre sus nalgas. Jun pego un gemido. Coloque mi mano en su boca para que no hiciera ruido.

Lo penetré lento, cerré mis ojos al sentir mi miembro dentro.

Lo saqué nuevamente y volví a meterlo lento. Fui subiendo el ritmo poco a poco hasta hacerlo rápido. Me acerque más a él, lo pegue más a la ventana, bese su cuello y mordí su oreja.

—Eres increíble, y me tienes bien servido. Te amo tanto.

Me moví más rápido, de un momento a otro me detuve y me vacié dentro de él, coloqué mi mano en su miembro. Término en ella, justo al mismo tiempo que yo.

Bese su cuello nuevamente y se giró a mí, lo bese lentamente.

Tomo mi mano y la llevo a mi boca.

—Límpiala con tu lengua.

Hice lo que me pidió y le sonreí.

—Sabes maravilloso.

—Lo sé, y yo también te amo. Ahora date un baño, hemos tardado un poco.

Se colocó los pantalones, se acomodó el cabello y salió de la habitación. Yo me fui a dar un baño rápido. Me quedé con ganas de más, así que esta noche no se duerme.

Aunque también me gustaría tener a otro conmigo, pero voy poco a poco, apenas lo conocí ayer. Hyung Jun, me da todo lo que quiero, acepta mis caprichos a la hora de tener relaciones, eso me gusta, pero lamentablemente no es suficiente. No he encontrado ese chico que me haga caer rendido sobre la cama y despertar en varias horas.

 


****


Se que a Hyung Jun no le gusta tanto qué sus padres vengan, es por eso que vivimos a una hora de ellos. Jun dice que cuando vivía con ellos las cosas no eran muy buenas. Dejaban mucho que Hyung Jun hiciera lo que quisiera con todo y todos. Eso es algo que no se puede cambiar, tengo 4 años que me casé con jun. Y esa forma de ser y dar órdenes todo el tiempo no se la puedo quitar.

Tampoco dejó que me haga a su manera, yo tengo mis propias reglas. Y una de ellas es; no dejar que este chico por más que lo ame, me dé órdenes. Es mi esposo no mi jefe.

Él lo entiende, entiende que no puede manejarme a su antojo, aunque pensándolo bien suelo dejar que a veces me ordene, no porque yo lo dejé, si no que quiero cosas y basta con un NO de Jun para no aceptar mis caprichos.

Jun tiene muchos millones, admito que también crecí en cuna de oro gracias a mis padres. Pero el tener mucho dinero no es suficiente para ser feliz completamente y poder estar satisfecho en el sexo.

Son cosas que el dinero simplemente no lo da. ¿Soy feliz? Por ahora sí, demasiado. Me salgo con la mía varias veces. Hasta ahora no soy infeliz. Pero estoy insatisfecho, a pesar de que no hace mucho tuve relaciones con Jun, quiero hacerlo nuevo.

Mientras Jun habla con sus padres sobre algo, mi mente viaja hacia Hyun Joong, ese chico tiene que ser el bueno para mí. Algo dentro de mí, me dice que es el indicado.

La mano derecha de Hyung Jun me saca de mis pensamientos al tocar mi pierna.

Lo miré.

— ¿Estás de acuerdo? —pregunta mirándome.

—Por supuesto —digo sonriendo.

—Bueno, nosotros nos quedaremos en un Hotel, más tarde tenemos una cita con nuestros amigos y llegaremos tarde, así que para no venir a molestarlos nos quedaremos allá. Y nos vemos mañana en la tarde para almorzar, les mandamos la dirección.

Ellos se despidieron y al final nos dejaron solos.

—Me alegro de que no se hayan quedado.

—Son tus padres, Hyung jun.

—Sí, pero tú no viviste con ellos 16 años. Parece que se quieren y toda esa cosa. Pero pelean todo el tiempo y no quiero escuchar sus gritos.

Me reí de él.

Me senté en el sillón y me quité la camisa. Hyung jun, no tardó en acercarse a mí y montarse.

Me besó.

—Quiero que me folles durísimo.

Me reí.

—Pero ya lo hicimos.

—Prometiste que no dormíamos esta noche.

Mordió mi labio. Y gemí.

Toda la noche tuvimos sexo.

𝑮𝒂𝒆𝑴𝒂𝒍 𝒐 𝑴𝒊𝒏𝑱𝒖𝒏/𝒀𝒂𝒐𝒊/𝑺𝑺501Donde viven las historias. Descúbrelo ahora