—Si —asintió nervioso. —Usted ha sido muy bueno para mí, gracias a usted, se leer, escribir, tengo a mi abuela a mi lado, no nos hace falta nada. Tal vez ha cometido actos imperdonables, y no sé si está bien lo que siento, pero no lo culpo de nada, yo lo amo tal y como es.
Esto no me lo esperaba, me esperaba todo menos eso. Ahora que lo pienso es el único al que nunca le grito, el siempre hace lo que yo le pido, nunca me dice si estoy mal o no, como los otros, que me reclaman, Isandro simplemente me dice si a todo.
—Quiero que me folle. —Me lo dijo quitando de la pena, como si decir algo así, fuera algo tan sin importancia. Pero Dios, tiene 19 años, yo tengo 32.
—Isandro, yo soy un viejo.
—No es viejo, tiene unos años más que yo, pero yo lo amo, tal y como es, no por su edad. No quiero una relación conmigo, sé que no siente nada por mí, eso lo tengo muy claro, solo quiero que me folle. Seré el mismo de siempre.
El chico se montó en mí y me termino besando, yo le respondí, si él quiere esto, se lo daré.
Hyun Joong
Llegamos a su casa, abrió la cochera y metió su auto.
Caminamos a la entrada de su casa. Abrió la puerta y entramos. En cuanto entramos lo besé. Jung Min se sorprendió, pero siguió el beso.
Introduje mi lengua en su boca y comenzamos una batalla entre ella. Después rosamos nuestras lenguas.
Mi pantalón empezaba a molestar y mi miembro quería salir de ahí. Necesito poner mis ideas a andar. Mientras seguimos en el beso de lengua. Bajo mis manos a su pantalón y se lo quitó. Lo dejo lejos de nosotros. Le quitó la camisa y regreso a sus labios.
Muerdo su labio inferior y lo miró fijamente.
—Vamos a comenzar por aquí en las escaleras. Es hora de hacerte sólo para mí.
Jung Min sonrió. —Veremos qué es lo tienes.
—Comenzaré por todo tu cuerpo.
Sin decirme nada, besé su mejilla, subí hasta su oreja y la mordí leve. Jung min pegó un gemido. Bajé a su cuello, lo mordí. Besé y succioné dejándole una marca.
Subí un escalón, me coloqué detrás de él.
Bese su nuca, Jung Min en ningún momento dejaba de gemir y tocarse. Yo bajé por su espalda, la besé completa.
Bajé a su trasero, mordí leve y pegó un gritó.
—Mierda, cuidado. —Dijo excitado.
—Cállate y disfruta.
No dijo nada, seguí mordiendo y pasando mi lengua.
Mi lengua llegó a en medio de sus nalgas y comenzó a gritar excitado.
—Por Dios, sigue... me rogó. Lo hice, seguí, jugué en medio de él por un rato, bajé a sus piernas y también las besé. Volví a subir hasta su trasero y nuevamente metí lengua.
Después de unos segundos. Chupe dos de mis dedos. Jung Min se colocó sobre la barandilla de las escaleras, los introduje en él y dio un gritó.
Me levanté un poco, lentamente metí y saqué mis dedos de él. Jung Min gemía y gritaba excitado. Pedía más.
Bese su cuello y su oreja. De nuevo succione su cuello dejando otra marca. Y mis dedos seguían adentró. — ¡Mierda! Hyun Joong, estoy por venirme. Lo volteé a mí, metí nuevamente mis dedos, haciendo movimientos rápidos.
Quedé enfrente de su miembro en cuclillas, colocó su miembro en mi boca y con su mano lo movía. Finalmente, pegó un gemido y se vació completamente.
Saqué mis dedos y él se sentó en las escaleras, respirando fuertemente. Al final se recostó y se río. —Dios, nunca me habían hecho algo así. Fue genial.
Me reí y me acosté encima de él.
Lo besé lentamente, le hice saber lo mucho que lo quiero y deseó. Colocó sus manos en mi trasero y lo apretó. Seguimos el beso de lengua por varios minutos. Nos separamos por falta de respiración. Bese su barbilla, baje a su abdomen y lo bese completamente. Llegué a su miembro y lo lamí.
Jung Min se río.
—Me vas a vaciar completamente.
Saqué su miembro de mi boca y me reí.
—Eso quiero, además de qué, vas a durar más para venirte. Hoy, te voy a dar hasta que te desmayes de lo cansado.
— ¿Ah sí? Quiero sentir eso entonces. Pero antes, voy hacer que te vengas tú.
Se sentó detrás de mí. Me desnudó y después beso mi cuello y tocó mi miembro con su mano.
—Vaya, estas durísimos y muy húmedo.
Comenzó a masturbarme, y yo a gemir. Mordió mi cuello y al igual que yo succionó.
No tarde el venirme en su mano.
Jung Min finalmente beso mis labios, después lamió la mano en donde yo me había venido.
Sonrió finalmente. —No sabes mal.
Volvió a besarme. Y subimos a la sala.
Jung Min se montó en mí y volvió a besarme los labios. Sus manos tocan mi cara y puedo sentir su miembro en mi abdomen. Hizo movimientos lentos con sus caderas. Mi miembro se encontraba duro y podía sentir que rozaba el trasero de Jung Min. Mis manos tocaron las nalgas de él. Y nuevamente metí mis dedos. Pero esta vez los dejé ahí unos minutos sin moverlos, ya que era él, el que se movía arriba y abajo, y soltaba gemidos. Dejamos de besarnos y siguió moviéndose.
Yo lo observaba y también gemía. Nos dejábamos de vernos en ningún momento.
Jung Min comenzó a gritar excitado, saqué mis dedos y él volvió a vaciarse. Se dejó caer sobre el sillón y algo cansado.
Su respiración es rápida. Me monté en su pecho y coloqué mi miembro en su cara.
La puse en su boca, pero sin introducirme en él. Sólo golpeé leve mi miembro en toda su cara. Él se reía.
— ¿Cómo es que, me excitas tan rápido? No puedo parar y quiero más.
—Lo sé, eres cómo un adolescente que apenas descubrió el sexo y no paran quieren sólo follar, necesitas una muy buena follada, que alguien te canse. Y ese alguien seré yo.
— ¿Tú no te cansas?
Me reí.
—Bueno, hasta ahora lo único que he hecho es que te muevas, sólo te ayudo a cansarte y me encanta verte de esa manera. —Le susurré. —Desde la primera vez que te vi, quise follarte duró y suave. Desde entonces me contengo.
—Lo sé, lo noté.
Me bajé de él y me senté en el sofá. Jung Min, se acercó de nuevo. Pero esta vez se puso de rodillas y lamió mi miembro. Yo me dejé llevar, tomé su cabello y empujé su cabeza leve. No podía terminar, pues antes me vine unas 2 veces.
Jung Min, se alejó y sonrió.
—Quiero tu miembro en mi trasero ahora. Quiero que me hagas gritar y caer de cansancio.
— ¿Así que ya lo quieres?
Asintió, tomó mi mano y me levantó del sofá.
Caminamos a su habitación, encendió la lámpara y se recostó.
Me acerqué a sus piernas, las abrió y me coloqué en medio. Me recosté sobre él para besarlo y acercar mis caderas a su trasero. Hice movimientos lentos sin penetrarlo aún.
Seguí jugando con él y Jung Min se encuentra demasiado excitado. Separo sus labios de los míos y me miró molesto.
—Follame ahora, sólo estás jugando conmigo.
—Cariño, que impaciente eres —me reí.
—Te deseó, eso es todo.
—Muy bien, haré lo que me pidas. ¿Te gusta duró o lento?
Él sonrió.
—Duró y suave.
Hice un movimiento brusco que hizo que lo penetrara. El pegó un gritó excitado.
—Eso es, me encanta así.
Dijo excitado.
Volví a hacerlo y siguió gritando. Rodeo sus piernas en mí, sus manos en mi cuello, beso mis labios, introdujo su lengua en mi boca. Mientras yo lo penetraba duro y suave.
Por fin puedo sentir su cuerpo y sentir todo. Lo deseaba tanto que creí que nunca lo tendría de esta manera. Miraba tan lejos el poder estar juntos. Pero ahora lo tengo sólo para mí y puedo quedarme tranquilo. Se que él me ama, lo siento. Tal vez hice las cosas mal, pero no me arrepiento, ahora el me pertenece.
Cambié los movimientos a lentos, me dediqué a sentir su cuerpo, su respiración sobre mí, sus labios y sus gemidos. Separamos nuestros labios y tocamos nuestras narices con cariño.
—Es diferente. —Me susurró.
— ¿Qué cosa, cariño?
—Esto, nunca había sentido el amor, ya sabes.
—Es porque no me esperaste y estabas con él equivocado.
Me sonrió.
—Ahora ya no, estoy contigo y soy muy feliz por primera vez.
Me besó y seguí penetrándolo.
Jung Min poco después me pidió que le diera fuerte, sólo hice caso a lo que me pedía.
Cambiamos de posición, lo puse de cuarto y lo penetré duro nuevamente.
Estábamos en la cama enfrente del peinador, podíamos mirarnos en el espejo. Jung Min gemía y me decía que le gusta.
Me empezó a pedir más y más.
Cambiamos de posición varias veces, por último, lo hicimos parados, recargue a Jung Min en el peinador y empezamos a movernos rápido. Los dos gemíamos y nos besábamos, nuestros cuerpos, estaban bañados de sudor.
Duramos demasiado para vaciarnos. Pero lo hicimos y nos dejábamos caer cansados sobre la cama.
—Por Dios, nunca nadie me había seguido el ritmo tan bien. Por lo normal, siempre me quedaba con ganas y me iba enojado.
Me reí cansado.
—Te dije que te iba a dejar sin fuerzas.
—No puedo ni hablar casi —dijo cansado. Me miró y sonrió.
—Te amo Hyun Joong.
Sonreí. —Yo también te amo Jung min.
Lo besé lento.
Nuestros labios están hinchados de tantos besos.
En segundos Jung Min se quedó dormido.
Y sonreí. —¿Tan cansado esta?
Miré la hora y me di cuenta de que son casi las 3 de la mañana. Mierda, ¿tanto duramos? Llegamos a las 11:30 aquí.
Les recuerdo que no soy buena para escribir lemon, y lemon yaoi. Así que lo que leen en mis historias es lo que hay, tal vez vaya mejorando y eso, pero soy buena para escribir lemon románticos y menos yaoi, así que ténganme paciencia.
Espero les esté gustando la historia.
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𝑮𝒂𝒆𝑴𝒂𝒍 𝒐 𝑴𝒊𝒏𝑱𝒖𝒏/𝒀𝒂𝒐𝒊/𝑺𝑺501
Fanfiction𝙳𝚎𝚜𝚙𝚞é𝚜 𝚍𝚎 𝚝𝚊𝚗𝚝𝚘𝚜 𝚖𝚎𝚜𝚎𝚜, 𝚙𝚘𝚛 𝚏𝚒𝚗 𝚖𝚎 𝚊𝚝𝚛𝚎𝚟𝚘 𝚊 𝚟𝚎𝚗𝚒𝚛 𝚊 𝚟𝚎𝚛𝚕𝚘. 𝙴𝚗 𝚜𝚞𝚜 𝚖𝚞ñ𝚎𝚌𝚊𝚜 𝚝𝚛𝚊𝚎 𝚎𝚜𝚙𝚘𝚜𝚊𝚜, 𝚞𝚜𝚊 𝚞𝚗 𝚞𝚗𝚒𝚏𝚘𝚛𝚖𝚎 𝚊𝚗𝚊𝚛𝚊𝚗𝚓𝚊𝚍𝚘, 𝚑𝚘𝚛𝚛𝚒𝚋𝚕𝚎, 𝚙𝚘𝚛 𝚌𝚒𝚎𝚛𝚝𝚘. 𝙻...