La Apuesta: Rebelde Way [Cancelada]

25 cap.

Narra Manuel

Lunes por la mañana, los odios.

El domingo desde que Tomas se había ido a su casa para hacer su plan yo estuve en el departamento escuchando como Pablo roncaba desde el sábado, siempre después de una resaca lo hacia, dormía como uno o dos días. Trate de despertarlo, sé que no tenia ningún plan para salir con Marizza y también sé que se va a querer matar sino lo tiene.

Podría no despertarlo para tener ventaja en la apuesta pero no seria tan divertido hacerlo con trampa, así que acá estoy, en su habitación escuchando como ronca.

Di un paso acercándome mas a su cama e inclinándome un poco, lo moví.

— Pablo despertate. —susurre sin dejar de moverlo pero no lo hizo— Pablo —repetí sin susurra aumentando la sacudida, mí paciencia se acababa— PABLO —alce la voz pero no grite. Al no haberse movido ni un poco me harte y agarre su colchón. Con fuerza lo levante y Pablo rodo hasta el piso.

Sus ronquidos pararon y me arrime, lo observe y sus ronquidos volvieron haciéndome suspirar y rodar los ojos.

Eleve la vista y gire la cabeza, podría encender la luz y capaz que él salga de su sueño.

Con esa idea lo hice y un quejido de su parte me corroboro que se despertó.

— Apaga la luz pelotudo. —me dijo adormilado y no lo hice. Él se paro y con los ojos apenas abiertos camino hacia mi y me empujo por la puerta— Ándate. —y la cerro en mí cara mientras escuchaba como apagaba la luz.

Mí paciencia la mande a la mierda.

Agarre una chamarra, me la puse y salí del departamento, luego de eso no recuerdo que paso, pero desperté en el colegio un día lunes por la mañana.

Tenia un uniforme de repuesto en el closet entonces me lo puse con mí cara de odio los lunes por la mañana. Por la tarde y a la noche también los odios pero me suelo quejar solo a la mañana.

 Ni trato de peinarme y salgo del cuarto que comparto con Tomas y Pablo. En el cuarto cuando me cambie estaba oscuro y al salir de ahí la luz que había hizo que intuitivamente me cubra los ojos con las manos mientras caminaba. De a poco mis ojos se fueron adaptando y deje de cubrirlos dándome cuenta de que Tomas estaba adelante mio espiando a alguien. 

En silencio me aproxime a él quedándome a su lado y alterne la vista a lo que estaba viendo, sin tener éxito me acerque a su oído y sin dejar de mirar le dije:

— ¿Que estamos viendo?

Él se sobresalto y dio un pequeño salto en el lugar. Giro su cabeza y viéndome me tapo la boca, miro de vuelta a donde tenia la vista antes y me atrajo un poco hacia él mientras se agachaba un poco.

— Me asustaste. —me dijo sin quitar su mano de mí su boca— No hagas ruido. —me miro y quito la mano para volver la vista a lo que observaba.

— ¿Que miras? —tuve otro intento fallido de observar lo mismo que él, lo único que había era algunas personas hablando al lado de los casilleros.

— A Pilar. —no pude evitar hundir las cejas, Pilar ahí no estaba.

Quise hablar pero justo ella apareció, se dirigió a su casillero sola y lo abrió.

Vi de reojo como Tomas ladeaba la cabeza como un perro al verla, lo ignore y mire de vuelta a Pilar que saco una rosa de su casillero con una nota, antes de que mire para todos lados Tomas me agarro y nos volvimos a esconder, luego de unos segundos asomamos la cabeza y vi como una sonrisa se le plantaba en la cara a Pilar sin dejar de leer la nota.