Narra Manuel
Caminábamos hasta mi casa en silenció. No imaginaba que ir a una feria fuera tan incomodo y raro, yo suelo ser el que hace que las situaciones sean así pero no tanto como hoy, ni siquiera quise que esta sea así.
Miraba de reojo a Mia, se la veía un poco tensa e ir a la feria hizo todo lo contrario a lo que quería que pasara. Quería que se distraiga un poco, en el árbol se veía cansada y un poco harta pero ahora se la veía peor y no pude evitar sentir culpa. Nada había salido como yo quería o como pensé que saldría y eso me molesto, me molestaba no saber que pasaría.
Desde que era niño me molestaba tanto que debía imaginar distintas situaciones para no alterarme, me fijaba en cada posible cosa o acto que pasaría sin importar si me beneficiaban o no, debía saberlo, para poder sentirme preparado aunque no lo estuviera del todo.
Deje de mirarla de reojo y mire al frente.
— ¿Y en donde conociste a tus amigos? —me pregunto Mia mirando al frente, no se la escuchaba molesta pero su cara decía todo lo contrario.
— No son mis amigos. —sentí su mirada en mi pero me concentre en mirar al frente y seguir caminando— Mi padre me obliga a que me haga amigo de los hijos de sus socios. —ella volvió a mirarme pero yo no quería hacerlo— Si lo hago, él cree que va a cerrar un trato.
Tenia la necesidad de explicarle el porqué del tema, tenia en mente que si le contaba un poco de mi vida podría o pensar que me importa tanto como para contarle cosas que casi nadie sabe o que sentiría lastima por mi, la última aunque no lo parezca lograba un poco beneficiarme, ella podría pensar que yo sería más feliz si estoy con ella o algo por el estilo.
Mire de reojo, no me había mirado y me dio a entender que posiblemente este funcionando la segunda opción.
— Perdón... yo... lo lamento mucho. —no pude evitar mirarla, pestañeo un par de veces para poder concentrarme y miro de nuevo el camino, faltaba poco para llegar a mi casa.
— No importa, ya estoy acostumbrado... —clavo su mirada en mi pero yo no quería ceder la mía, no lo quería hacer, no lo permitiría.
Cruzamos la vereda y frenamos al estar al frente de mi casa.
"Dulce hogar"
Narra Pablo
Marizza ni siquiera me miraba, todo este tiempo improvise con ella, primero en acercarme a ella y ahora en esto, ni siquiera se por que le compre una pizza, solamente vi al tipo ahí parado con esta pizza e impulsivamente me acerqué a él sin pensarlo bien.
— Marizza yo...
— Cállate Pablo, no te quiero escuchar.
— Es que necesito explicarte lo de Belén y Fernanda...
— No tenes que explicarme nada, ya te lo dije.
— Si necesito Marizza, podes dejarme hacerlo por favor. —ni yo me creía lo que acababa de hacer, yo, Pablo Bustamante rogándole con un por favor a una chica, a Marizza, era irreal, es irreal. Si ella no aceptaba escucharme sin duda habré perdido parte de mi dignidad por una estúpida apuesta.
Ella me miro de reojo y volvió a desviar la vista luego de agarrar un pedazo de pizza y morderlo.
Sonreí, eso debía significar que me dejaría hacerlo aunque no sabia si era hasta que se terminara esa porción entonces trate de ser breve.
— Mira yo... yo estaba sentado ahí en las escaleras, estaba solo lo prometo. —me dio una mirada rápida sin voltear la cabeza— Hasta que aparecieron ellas y nada, me empezaron a hablar solo eso.
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La Apuesta: Rebelde Way [Cancelada]
Teen Fiction2 grupos de amigos. 2 apuestas distintas que cumplir. ¿Podrán lograrlas? ¿Se arrepentirán de hacerlas?