40 cap.

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Narra Manuel

¿Que me pasa?, no puedo puedo moverme, no puedo hablar ni hacer lo que quiero.

Todo por culpa de ella.

Todo por tu culpa Mia

Me tienes en tus brazos, literalmente —ya que me estas abrazando— pero también en otro sentido, otro que no logro entender o que simplemente me niego a hacerlo.

Cada vez que quiero decir algo las palabras no salen por mi boca aunque se repitan en mi cabeza. Es como si mi cerebro no fuera capaz de controlarme como antes lo hacia y no se como sentirme ante eso.

Confundido, aterrado, ¿enojado?

Mierda, no lo sé, por primera vez no sé que pasa a mi alrededor al no saber que pasa conmigo. Cuando lograba por fin salir de mis pensamientos siempre aparecías tu a mi lado, besándome, abrazándome, sonriéndome y no sabia que hacer ademas de abrir la boca pero no lograr pronunciar nada por mi cuenta. 

Vos sin cuestionar mi comportamiento solo tratabas de adivinar lo que quería decir y al negar demasiadas veces terminaba asintiendo a cualquier cosa como si en verdad quería ir al bar con vos a comer o un abrazo como ahora que me lo estas dando.

Tus acciones lograban dejarme atónito siempre, sin importar lo mínimas que eran, apenas dejándome corresponderlas. A ti no parecía molestarte eso y seguro que es porque notaste que soy frio aunque seguro piensas que no lo tanto soy al pedirte cosas como el abrazo de recién.

Seguro cree que soy un tsundere

Suspiro y abro los ojos al darme cuenta que en un momento los cerré inconscientemente mientras tenia reposada mi barbilla en tu hombro, e involuntariamente inhale tu olor. 

¿Pero que hago?

Cosas como estas provocan que a la noche no pueda dormir. No saber porque mi cuerpo reacciona de otra manera a la que mi cerebro le ordena hace que me desvele todas las noches, interrogándome a mi mismo si en realidad no se la razón aunque siempre llego a dos conclusiones que me condenan de por vida.

Una es que ya me volví loco con darle muchas vueltas al tema por la noche y que el cansancio es el que no me permite reaccionar a mi antojo. La otra es que la culpa me carcomía al punto que mi cuerpo no me permitía hacer nada para no lastimarla de alguna manera, algo que si lo pienso parece estúpido e improbable que me este pasando.

Pestañeo varias veces y dirijo mi mirada a mi mano que era agarrada por la de ella. Por lo que veo, el timbre ya había sonado y es por eso que me estaba arrastrando al aula. 

En un momento se detiene en su andar y se da la vuelta para estar frente a mi. Tiene una dulce sonrisa de boca cerrada y sus ojos brillan haciendo que me sienta confundido de lo que estaba pasando —de mi relación con ella—. Se despide de mi dándome un beso en la mejilla y se va a su lugar mientras la sigo con la mirada y cuando lo hago noto otras sobre mi.

Ah, cierto

La gente todavía no se acostumbraba a nuestros noviazgos y seguro que ni los entienden, posiblemente el mio sea el que menos sentido tiene ya que ya me vieron como actuó cuando estoy con ella pero no parecían sorprenderse, saben que soy frio. 

El noviazgo de Tomas seguro que es el que mas comprenden ya que él tuvo varias novias y seguro esperan a que termine dentro de poco, siempre terminaban dentro de poco tiempo, todos lo saben. Pablo y Marizza es un caso aparte, de alguna manera no eran el tipo del otro pero estaban juntos. Podría decirse que el tipo de chica para Pablo son las que posiblemente se dediquen al modelaje y el tipo de chico para Marizza pues... Si soy sincero creo que no tendría un tipo en especifico, sino que seria de las personas que están bien consigo misma sin necesitar una pareja, estando bien sola.

A todo esto, que las personas se enteren de que esto es una apuesta haría de alguna manera que todo tenga sentido.

No sé como pero la clase hace unos minutos había comenzado, a lo que miro a mi alrededor al haber estado perdido en mi mente esos minutos, no recordando del todo el momento que me senté. Mi ceño se frunce al no ver a mi compañera de banco, Marizza, por lo que intuitivamente miro al lugar de Pablo, tampoco esta. Justo cuando me doy cuenta de eso veo como Pilar giro su rostro conectando su mirada con la mía, obligándome a que mire al frente por su mirada que parecía distinta cuando me veía.

Creo que no le caigo bien...

Pienso cuando vuelvo a mirarla de reojo, pero suspiro para nuevamente mirar al frente.

Sinceramente, no me interesa

Narra Pilar

—  Podríamos tener una cita luego del colegio —hablo animada sentada a unos centímetros de Tomas. Las citas con Tomas se hicieron recurrentes y las amaba con toda mi vida— ¿Que dices? —lo miro y él pestañea antes de hacer lo mismo.

— ¿Eh? —suelta confundido y sonrió, Tomi era tan distraído que ni siquiera noto que llevaba días sin bañarse.

Seguro se olvido...

Ademas de distraído era olvidadizo pero no me molestaba, hasta me daba ternura que lo sea, era como un nene y cuando actuaba como uno no podía evitar ampliar mi sonrisa por lo adorable que es.

— Que si querías tener una cita conmigo luego del colegio —repito sin borrar mi sonrisa y él desvía la mirada a lo que me muerdo el labio inferior, no solo me gustaba que actuara como un nene sino que me gustaba como no podía mantener la mirada al darse cuenta de lo perdido y olvidadizo que era, como si le diera vergüenza. 

Es tan lindo

— Si, lo que tu quieras... —responde sin verme y lo abrazo contenta por su respuesta.

Tan considerado

Pienso como enamorada sin dejar de abrazarlo hasta que el timbre suena y me separo para agarra su mano y guiarlo al aula. Mientras lo hago noto unas miradas en nosotros a lo que no le doy importancia y sigo hasta entrar.

Envidiosas

Le doy un beso en la mejilla a Tomi antes de ir a sentarme y cuando ya estoy en mi lugar pongo mi brazo en el banco y dejo caer mi mejilla derecha en mi mano para empezar a imaginarme como seria la cita de hoy con Tomi.

Perfecta, como siempre

Volteo la cara para ver a Tomi en su banco pero termino mirando a Manuel, recordando al instante lo que me dijo Marcos la ultima vez y endurezco la mirada. No me gustaba que este con Mia, porque aunque suene descabellado lo que dijo Marcos borracho él nunca miente y los borrachos menos, así que tendría que tener cuidado con Manuel y vigilarlo por las dudas...

Con Marcos no hemos vuelto a hablar, seguramente por lo que hice, él no era tonto y no me hace falta corroborar que supuso que lo emborrache para sacarle información, por eso en los pasillos me evita y no solo a mi, sino que a las chicas también, posiblemente temiendo que lo manipulemos o algo por el estilo.

Ya solucionare eso, ahora, a seguir imaginando 


La Apuesta: Rebelde Way [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora