32 cap.

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Narra Mia

Caminaba al lado de Manuel por las veredas, todo este transcurso fue en silencio y en ningún momento me dirigió la mirada ni me miro de reojo como lo estoy haciendo. Creí que nos estábamos dirigiendo a su casa pero cuando se detuvo mire al frente y me di cuenta que me trajo a una...

¿Feria?

Era obvio que era una feria, constantemente solía venir con Marizza y Pilar en las tardes a este lugar, pero no desde la apuesta. Dejamos de hacer muchas cosas a causa de eso, no salíamos a los boliches, no vinimos mas a esta feria, hasta ni salíamos del colegio o del departamento a menos que sea necesario hacerlo como ir a comprar comida o cosas así, obviamente teníamos que salir disfrazadas, nadie sabe cuando te podes encontrar a un compañero del colegio.

Manuel se quedo unos segundos observando el enorme cartel que había arriba nuestro hasta que empezó a adentrarse a la feria, rápidamente me coloque a su lado a caminar, miraba los juegos que habían cerrado y sacado desde la ultima vez que estuve. La mayoría de estos juegos eran todos nuevos, todo en este lugar parecía nuevo y remodelado. Había más gente que antes y daba a entender que la remodelacion del lugar ayudó.

— ¿Por que me trajiste? —lo mire.

— Supuse que necesitabas despejar tu cabeza. —me miro— Al menos un rato.

Me lo quede observando un rato, buscando algún gesto, algo en su mirada, pero cuando creí encontrar algo empezó a pestañar y desvió la mirada dejándome confundida.

— ¿A donde queres ir primero? —me pregunto mirándo la variedad de juegos.

Pase mi mirada a cada uno, se veían bien, pero yo buscaba alguno de los que frecuentaba jugar antes y lo encontré.

— A ese. —dije sin señalar y él siguió mi mirada.

— ¿A ese? —repitió. Su voz se escucho sorprendía aunque no encajaba con su cara, no mostro ningún gesto cuando lo dijo y eso logró que frunciera el ceño.

Me va a traer arrugas si sigo con esta expresión

Él camino hasta el juego que elegí y yo lo seguí. Era un juego de tiro, a Marizza le gustaban estas cosas y a Pilar le atraían, entonces ellas me insistieron a que lo pruebe y claramente no me quedo otra que probar jugarlo. El lugar seguía intacto, la misma arma, las mismas latas, todo, ni siquiera habían pintado el puesto. Era distinto a los otros que claramente parecian juegos nuevos y modernos.

— Bienvenidos. —dijo un hombre que me recordó al tío Andy— Intente tirar 5 latas y se ganaran algunos de estos premios. —hizo un gesto con la mano mostrando a pequeños peluches de colores distintos— tienen 6 intentos.

Manuel agarró el arma y disparo, no derribo ni uno. Al segundo intento rozo uno pero no logró caerse. En el siguiente si lo derribo, pero cuando desvío el arma a otra lata le paso lo mismo que el principio, entonces cuando derribo la segunda lata en su último intento solto un gruñido.

— Suerte para la próxima. —dijo el hombre contando la plata.

Parece que ahora no se utilizan más boletos

Mire a Manuel, quería por lo menos poner mi mano en su hombro pero no lo hice. Me fije en su mirada y estaba en unos chicos que se acercaban hacia él.

— Hey Manuel, ¿Como estas? —dijo uno de ellos chocando la mano con él. Yo mantuve distancia. No era del colegio, o no lo habré visto ahí. Él chico pareció sentir mi mirada y me vio.— ¿Quien es?

— Es una compañera del colegio. —le contesto y volteó a mirarme— ¿Queres intentarlo? —paso su vista al juego y asentí, me acerque a él para agarrar el dinero que tenia en su mano.

La Apuesta: Rebelde Way [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora