Inefable

~3~

Giré rápidamente a ver quién era ( juraría que como fuese Iván le haría una llave extraña aquí mismo, delante de todos los alumnos)  y me encontré con Zev ( me quedé un poco descolocada ya que esperaba a una persona totalmente diferente y no estaba segura de cómo reaccionar) , que me miraba fijamente, con una increíble mirada de desaprobación. Una mirada, que, en lo más profundo de esta, había un tremendo odio. Rencor. Asco. Y un "te lo dije" que aún no entendía. Pero tranquilos, pronto lo haría. Todos lo haríamos. Pero será tarde, como siempre...

-No te juntes con Cassen, no es de fiar, acepté que fueses amiga de André pero Iván sí que no -dijo él, con tono  enfadado.  Y valla si lo estaba. Sus ojos desprendían llamas rojas y anaranjadas. Daba miedo, sí. Por eso mismo me sentí un poco intimidada. Pero, al recordar a quién tenía delante, volví a armarme de valor. Incluso más que antes , a decir verdad.

- Lo primero, no me mandas , no eres nadie para ello y lo segundo,¿ Se puede saber el por qué?- dije, con ganas de golpearlo.  Pero no, esta vez me controlaría, no como la anterior. No me rebajaría a su nivel, no otra vez. En esta vida, he hecho muchas cosas de las que no estoy lo que se dice... orgullosa, pero haberle pegado en su día un buen puñetazo donde más duele a Zev... he de reconocer que es uno de mis mayores logros. Hasta André se río. Es más, creo que lo grabó.  Zev... no se lo tomó tan bien.  Y su nariz rota tampoco... pero bueno, cosas del pasado ¿no?

-¿De verdad preguntas el por qué ? Es un drogadicto, fuma,consume y Dios sabe qué más hará- dijo, iba a seguir pero mi mano se encontró con su rostro y lo golpeó. Estaba ya harta. Como siguiera así mandaría a la mierda eso de controlarme. Y aviso a navegantes: estaba a punto de hacerlo.

-Yo también soy así , yo también hago esas cosas y estás aquí, hablando conmigo, pero, si vas a empezar a juzgarme por ello, mejor dejar lo que quiera que sea que tengamos, porque lo llamaría amistad, pero esto sobrepasa los límites pero hacia el lado malo. Porque pareces mi padre y por suerte o por desgracia no tengo , lo perdí hace un tiempo, ¿sabes? Y, si he podido sobrevivir este tiempo sin él, ¿qué coño te hace pensar que necesito que alguien actúe ahora como tal? Es más, ¿ Qué te hace pensar que quiero que, precisamente TÚ actúes así? -dije conteniendo mis lágrimas y  las ganas de salir corriendo de allí, aunque todo el instituto estuviese mirando, expectantes, la discusión que estaba teniendo lugar en esa misma cafetería en la que hace casi dos años, Zev y yo estábamos en el mismo lugar y él acabó con la nariz partida, un dolor supongo que terrible de huevos, yo sin un solo rasguño y toda la cafetería riendo y grabándolo, vídeos que luego empezaron a pasarse de unos a otros y que hasta hace unos meses, cuando nombraron a Zev capitán, no dejaron de resonar por las paredes del instituto. - ¿Contento ? Eres el único que consigue, aún, hoy en día, sacar lo peor peor peor  de mí. Enhorabuena , es un gran logro.

-Mía... yo... no quería... - balbuceó, pero ya era tarde para estúpidas disculpas, muy tarde diría yo.

-No Zev, ya no.  Otra vez me has vuelto a fallar, por lo que se ve no te bastó con una vez ,¿no?. Y no vengas aquí ahora a montarme un escándalo delante de todo el instituto, intentando dejarme a mí como la mala, porque ya sabes cómo acabó eso la última vez... Y ... ¿ Sábes qué?, Que ya estoy harta. Harta de ti, de tus tonterías, de tus malos humores, de que, si tienes un mal día lo tengas que pagar conmigo o , sino, con André, de que delante de la gente, hagas como te importo, pero en realidad, todos sabemos que no es así. Por lo cual, deja ya ésta farsa que tienes montada desde hace muchos años, porque nadie se la cree y lo único que consigues con esto es dejarte a ti mismo en evidencia, a nadie más. Es más, no hace falta que nadie se meta contigo, tú ya haces que la gente tenga de qué reírse cada día - dije, gritando, llamando, aún más, la atención de todos los presentes, pero en ese momento, la verdad es que era lo que menos me importaba.  Estaba ya harta de callarmelo todo. Siempre igual.Ya cansa joder.
Y, he aquí, otro de mis numerosos fallos. Y, antes de que sigas leyendo esta historia, he de advertirte de que cometí muchos fallos, hice muchas cosas mal y malas , de las que , a día de hoy, no me enorgullezco para nada ni muchísimo menos. Pero lo hecho, hecho está. Y, que lo siento mucho. Siento haber sido tan ilusa tanto tiempo. Siento no haber visto las putas señales. Esas que de seguro todos habéis visto, pero yo no vi. Pero, entendedme a mí también. Tenía mis motivos. Siento todo lo malo que hice , pero no me iba quedar quietecita mientras pasaba todo ante mis narices, aunque creo que ya os habréis dado cuenta. Pero bueno. Yo sólo aviso. Que luego no pille a nadie por sorpresa. Que luego no os pase como  a mí. Que luego lo veáis venir y no os extrañéis. Que no seáis nunca jamás de los jamases, bajo ningún concepto, como yo. Tan ilusa. Tan tonta. Tan boba. Tan ciega. Tan idiota. tan subnormal. Tan desesperada. Tan ciega. Tan yo. Nunca seáis o queráis ser como yo, al menos no durante el principio. No os lo recomiendo. Es lo peor que os puede pasar. Os lo aseguro, yo que lo he vivido en mi propia piel. Yo que soy la que lo narra todo. Yo que soy la que le toca revivirlo todo, sólo para hacer, si quiera, un poco de justicia. Para que esto no quede así. Y todo lo que te digo, todas las indirectas, todos los avisos y las advertencias, pronto cobrarán sentido. Todo. Incluso las señales. Sí, esas que estuve tan ciega como para no ver , pero que tenían un chaleco reflectante que decía bien grande y en mayúsculas: LÉEME, ESTOY AQUÍ. Pero que aún así no vi. Así que suerte. Porque la necesitarás.