- Iván, yo... lo siento, no quiero romper tu corazón, ni el mío. Esto me duele, te amo con todo mi ser, pero lo que quiera que sea que tengamos se tiene que acabar. Vienen tiempos difíciles, lo sé. Lo presiento. Y no me puedo permitir perder a más gente aún. No. Ya no más joder . Entiéndelo.-dije, triste, enfadada conmigo misma y con un gran ardor de garganta al pronunciar esas palabras. Y al darme cuenta de lo real que era. Porque una cosa es pensarlo, mantener esa esperanza de que no pase , y otra es decirlo y ver como verdaderamente va pasando y no puedes hacer nada por evitarlo.
- Mírame a los ojos y dime que no me quieres. Dime que te arrepientes de conocerme. Dime que ojalá no hubiera ido al despacho de la directora ese día. Dime que ojalá no compartieras habitación conmigo. Dime que no sientes nada por mí. Dime que ojalá no fuéramos amigos... -hizo una pequeña pausa-... Dime que no me amas. - dijo con las lagrimas saltadas y en un breve susurro, poco audible.
- Iván yo... entiende que esto no lo hago por mí, lo hago por ti... por nosotros, no te quiero hacer daño, Iván - dije de igual manera.
- Nunca hubo un "nosotros", Mía, tú misma lo dijiste. Además, el daño ya está hecho, la herida dió con el fondo de mi corazón, ya no puede empeorar, o eso creía, hasta que me dijiste que te irías de mi vida. Así me haces más daño, Mía, entérate de una puta vez. Siempre estás diciendo que no quieres hacer daño a nadie pero creyendo que haces lo mejor estás haciendo más daño -dijo él, mirando fíjamente mis ojos.
- Es lo mejor para todos, Iván, yo tampoco quiero, pero esto no puede ser. Además, pronto me iré. Lejos. Lejos de ti... Lejos de todos. Lejos de todo. Es lo mejor. - dije cabizbaja. No quería irme. Pero debía. Porque una cosa es querer y otra totalmente distinta, deber. Y por desgracia lo mío era lo segundo.
- ¿ A dónde? -preguntó susurrando.
- Eso no te incumbe, Cessen. No somos nada como para que me tengas que molestar, solo te pido una cosa, no me busques nunca, si vuelvo aquí, a Sidney, a Australia, no te acerques a mí ni a mi familia, no vuelvas a entrar en mi vida JAMÁS- dije con los ojos cristalizados. Ya ardían de tantas lagrimas derramadas en tan poco tiempo. No me podía creer que le estuviera pidiendo esto de verdad a la única persona que había querido en mi mísera vida.
- Mía, esto no es bueno para nadie. Te haces daño y no lo quieres aceptar. Pero, ¿sábes qué? Que cuando te de la puta gana de aceptarlo será tarde, demasiado tarde. Y luego te quejarás de que nadie te avisó, como te pasó anteriormente con Zev, Neissan me lo contó todo -dijo más enfadado que triste. Por su parte, sus ojos no derramaban ni una sola lágrima.
Me sorprendía que supiera lo de Zev. Ahora mismo odiaba a Neissan, pero sólo me quedaban 2 imbéciles y a ellos sí que sí que no los podía perder, ya había pedido a André, si es que alguna vez fue realmente mi amigo. Y ahora por mi increíble e incontrolable orgullo, estoy perdiendo a Iván. Necesito explicarle el por qué de todo, pero no se si después de esta noche viviré o no y no me quiero arriesgar así que por si caso, me despido ya de él.
Una enfermera entró a la habitación y nos dijo que estaba todo en orden y que nos podíamos ir.
Iván, al salir de la habitación, se ofreció a llevarme a mi casa en su auto, pero le dije :
- No, no me lleves. No voy a mi casa, tengo cosas que hacer antes , pero gracias -dije mientras me alejaba de él.
Él no dijo nada. Supuse que se iría al escuchar el motor del auto arrancar. Y así fue, paso por delante mía y siguió a toda velocidad, cualquier día de estos tendría o causaría un accidente. O varios. Quién sabe. De todos modos, si eso pasa, sólo pido que a él no le afecte mucho y sobre todo que yo no esté delante . Que no tenga forma de enterarme. Y, si seguía con el plan, así sería. No volvería a saber más nada de nadie durante ... Nunca. Jamás sabría más nada. Me llevaría a mí y a todos mis problemas a otra parte .
Me centre en lo importante ahora, ir a hablar con mi jefe. El jefe de la banda a la que pertenecíamos André y yo. O al menos a la que yo pertenecía porque André por lo que se ve no la dejó cuando dijo haberlo hecho. No. Él siguió. Yo se lo avise. Todos se lo avisamos. Esa gentuza no son de fiar. Van a lo que van. Como todos. No puedes confiar en ellos. Por mucho que te digan. Siempre hacen lo mismo. Te dicen lo que quieres oír. Te embelesan con sus actitudes y sus tratos. Y, cuando menos te lo esperas.... Boom... Te estalla todo en la cara. Y Dios sabe lo que podrían llegar a hacer . Aunque... teniendo en cuenta que han matado a uno de sus mejores miembros por Dios sabe qué .... Cosas graves harán.
Cuando yo formaba parte sólo se dedicaban a lo típico, droga, tanto vender como consumir como comprar y cultivar. Traficaban con el primero que se les cruzaba. Sin pensarlo dos veces. Y en parte por eso les fue tan bien. La voz corría pero no lo suficiente como para que alguien de la ley se enterase. Teníamos clientes de todo el mundo. Algunos venían a esta ciudad únicamente para comprar droga. Los precios variaban en función de la temporada. Y cada año cambiaban las temporadas de forma que la gente no podía saber de ninguna forma cuando estaba más barata y cuando más cara. Ni los mismos trabajadores sabíamos nada. Sólo el jefe. Y a veces se le escapaba de las manos.
Después de dejarla, me seguían llegando mensajes de mi jefe. Pero no eran con tareas como solían ser antes , tareas del tipo, vigila a no se quién que no valla a la policía. No. Eran , prácticamente, suplicándome que volviera a la "empresa" que nunca debí dejarla. Al principio eran peticiones casi amistosas. Algunos ruegos aquí y allá. Pero, con el tiempo, se fueron convirtiendo en amenazas. Hasta de muerte. Pero nunca llegué a pensar que las cumplirían de verdad. Siempre pensé que eran para darme susto. Pero parece ser que las cosas han cambiado mucho. Y por supuesto no ha sido , precisamente, para bien. Todo lo contrario.
Y, ahora, me veía hiendo al lugar que durante mucho tiempo llamé hogar y al mismo al que me juré no volver jamás.
Cómo cambian las cosas.
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Inefable
Mystery / ThrillerInefable: algo tan increíble que no puede ser expresado en palabras.