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-Ronald- pronuncié en un susurro casi inaudible, aún pasada.
-¿ Quién? - preguntó Zev.
-¿ Recuerdas el hombre que vivía en la calle superior a la mía? - el asintió- se llamaba Ronald. Él siempre era muy tenebroso y reservado. No solía dar explicaciones a nadie. Recuerdo haber visto carteles en la puerta de su casa, avisando a sus hijos de haber salido o de la desaparición de su gata Luna. Era esta misma letra. Él es quién escribió esto. - hablé lo más rápido que pude como si temiese que las ideas desapareciesen.
Zev no dijo nada. Estaba procesando la información.
Moví la mano al montón de papeles y cogí otro, ni si quiera lo leí, miré exclusivamente la firma. " R" . Siguiente papel, firma : "R". Siguiente, firma : " R" .
Tras revisar uno a uno, la firma no cambiaba. Las había escrito todas la misma persona.
Quedaba en la mesa un solo papel sin revisar. Zev -que ahora estaba a mi lado, leyendo qué decía en todos los que habíamos descartado- levantó la vista del que acababa de revisar y cogió el que quedaba. Pasó la vista rápidamente por las letras, hasta que su cara se volvió de un tono más pálido.
-Mira esto, Mía - señaló la parte inferior de la hoja. El lugar de la firma.
Fdo: Ronald.
Mi corazón comenzo a latir a mil por hora. ¡ Había acertado! ¡ Habíamos avanzado! .
Juro que me entraron ganas de gritar, cualquier cosa, lo que sea, con tal de gritar me conformaba. Pero recordé justo a tiempo que seguíamos en la biblioteca.
Ya gritaría cuando estuviese fuera.
Me apresuré a coger el cuaderno.
-Tiene pinta de diario- le dije a Zev, quien se quedó observandolo con una ceja enarcada.
Abrí la primera página. Parecía antiguo. Mucho. Tenía los bordes amarillentos y desgastados. Sin embargo, la letra aún era legible.
5/7/1998
Mamá y papá se comportan de manera extraña. Parecen distintos. He llegado a pensar que no son los mismos. Responden de forma más seca y borde. No intercambiamos palabras a penas. No están mucho por casa. Han traído a varias personas a nuestro hogar, sin decir si quiera quién son. Pero no me dan buena espina.
Quizá sólo son  imaginaciones mías.
Pasé a la siguiente página.
5/2/1999
Papá ha muerto. Pero ha sido extraño. Estábamos abajo, desayunando tan tranquilamente los cuatro, cuando de repente, papá se ha levantado , se le han girado los ojos, ha comenzado a hechar sangre por la boca y ha cogido un cuchillo, clavandoselo en el cuello. Acabando con su vida. Lo más extraño es que mamá no está triste ni ha llorado ni nada. En cambio, Isabella y yo llevamos todo el día metidos en este mismo cuarto. No nos atrevemos a salir. Juro que cierro los ojos y lo único que veo es como el cuerpo sin vida de mi padre caía al suelo, produciendo un golpe seco y la sangre salía por todos lados descontroladamente.
No entiendo nada.
Es todo muy raro.
Pasé de página, temiendo lo que encontraría esta vez.
5/3/1999
Hoy, hace un mes justo de la muerte de papá. De la cuál acabamos de saber la verdad. Es algo horrible y terrorífico. Resulta que mi madre y él habían discutido esa misma mañana temprano, antes de que Isabella y yo despertaramos. Desde ahí, mi madre actuaba de manera anormal con mi padre. Si hago memoria, puedo recordar que Isabella, mamá y yo desayunamos huevos con baecon y papá una simple taza de café chamuscado con tres galletas caducadas que había al fondo de la alacena. Por donde iba... parece ser que en esta familia, un antepasado, se relacionó cercanamente con un espécimen jamás visto. No era un humano corriente. Concretamente mi bisabuela Josadicha. Ella quedó enamorada de un jóven llamado Alfredo.Pasado un tiempo, comenzaron una relación . La cuál se les salió de las manos y mi bisabuela quedo embarazada. Pero él no era normal. Tenía algo diferente. Una esencia mágica que le diferenciaba visiblemente del resto del mundo. Mi abuela lo heredó, sólo que con mayor fuerza. Y mi madre igual, pero a ella no le quedaba casi sangre humana. Era básicamente maga. Según unos estudios, mi hermana y yo afortunadamente no hemos heredado eso. Mi madre consta de una serie de "poderes", los cuales pueden llegar a ser bastante dañinos. Ella se metió en la cabeza de mi padre hace un mes y le obligó a coger un cuchillo y acabar con su vida. Por eso a mi padre se le volvieron los ojos blancos. No tenía el control de su cuerpo. Han condenado a mi madre a cadena perpetúa y mi hermana y yo viviremos a partir de ahora en un internado a las afueras de la ciudad. Es todo flipante. Aún sigo sin asimilarlo. Y pensar que hasta día de hoy confiaba plenamente en ella. En una persona que de haberlo querido, podría haberme hecho lo mismo, o peor aún, a mi hermana. Veo bastante bien el irnos de aquí. Aunque si mi madre es tan maga como dicen, es tontería la cadena perpetúa, ya que si quisiera podría matarlos  a todos e irse. Pero bueno,  ellos sabrán. Yo ya tengo suficiente con  ocuparme de mi hermana y de mí. Aunque a decir verdad, ya no sé en quién confiar.
Ojeamos las siguientes páginas, pero sólo hablaban de cómo era el internado y de la buena vida que por fin consiguieron llevar.
Mi mente procesaba la información a toda velocidad. No entendía nada. Ahora tenía más dudas que antes.
Sin decir nada, recogí todos y cada uno de los papeles y el diario, los guardé en la mochila y salí de la biblioteca, seguida por Zev, en dirección a casa de Ronald.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora