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luke, recuerda siempre que amor es debilidad y eso... -el individuo se acercó hacia el de forma intimidante- no te conviene.
si... nail- dijo el rubio, con una nota breve de temor en sus palabras.
no, no, no, no podía ser el. no podía ser nail. no debía ser el.
nail y yo nos criamos juntos, bueno, casi, teniendo en cuenta que el es dos años mayor que yo. tuvimos algo, si. pero nunca llegamos a usar el término "novios". nos daba asco referirnos al otro con esa palabra. en ocasiones, nos dábamos algún pequeño beso, pero a partir de los quince se fue todo a la -jodida- basura. el era un estudiante de diez, pero comenzo a reprobar, no era capaz de aprobarlas. no por nada, si no porque no le daba la real gana. el tenía potencial e inteligencia. pero... algunas veces, cuando se le cruzaban los cables y se le metía algo en la cabeza aquello tenía que ser. no podía ser otra cosa. aquello. solo y únicamente aquello. y nadie le haría cambiar de opinión. ni si quiera yo.
mis padres, cuando mi padre vivía y mi madre era una persona normal y en su sano juicio y también vivís y no probaba el alcohol ni el tabaco, decidieron que era una mala influencia para mi. pero no se dieron cuenta del daño que el alejarme de el ocasionó. no se dieron cuenta de mi sufrimiento. no se dieron cuenta de mi soledad. no se dieron cuenta de nuestra -extraña y no oficial- relación. no se dieron cuenta de que se equivocaban. no se dieron cuenta de que el no era el problema. no se dieron. cuenta de lo que aquello ocasionaba para mi.no se dieron cuenta de que el verdadero problema era yo... nunca se dieron cuenta de nada. y ustedes tampoco...

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora