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Tristeza .
¿ Qué es eso?
Es lo que sientes al perder a alguien muy preciado en tu vida. A un pilar fundamental. A alguien que siempre estuvo ahí. A alguien que siempre te apoyó. A alguien que te amaba más que a su vida. A alguien que daría su vida por salvar la tuya. A alguien que estuvo ahí en los peores momentos. A alguien que JAMÁS estuvo contigo solo por conveniencia. A alguien que realmente te quería. A alguien que jamás te falló . A alguien que sí era una verdadera amiga. A alguien que siempre quiso lo mejor para ti. Sí, ella se había ido. Mi madre había muerto.
No lo podía creer. No lo queria creer. En mi interior, quedaba esa mínima esperanza de que me dijeran que era una broma de mal gusto, y algún día, poder reírnos de momentos como estos, porque mi cara ahora mismo no debe ser la mejor del mundo. Pero no, las cosas no siempre son como uno quiere, y yo lo aprendí de la peor manera posible, con una injusta muerte de por medio.
¿Mía ? ¡Mía! ¡¡¡ Mía!!!! - gritó Iván al ver que no reaccionaba.
Fuí corriendo hacia él y le abracé con todas mis fuerzas, al menos las que fui capaz de reunir. Le abracé con toda mi ira. Con todo mi dolor. Mi resentimiento, mi esperanza, mi tristeza. no podía ser verdad, Simplemente no podía.
- ¡¡No es verdad... ella no... ella no está muerta!! - la garganta me ardía al pronunciar aquellas dolorosas palabras. Parecían cuchillos afilados, que se te clavaban poco a poco en la piel. Hasta lo más profundo de tu ser. - ¡Ella no... no puede dejarme ahora... no, no, no... nooo!- mi llanto aumentó. Tan sólo de volver a pensar que había muerto. Que nunca volvería, que no estaría más nunca aquí a mi lado, conmigo, junto a mí. Al revés, que cada vez se alejaría más. Sin mirar atrás. sin arrepentirse. Me dolía, dolía saber que a los diecinueve años, no tenía familia. Dolía saber que mi madre no volvería, dolía haber pasado por muchas muertes anteriormente, dolía que cuando más falta te hacía tener a alguien, no había nadie. Dolía mucho, mucho , mucho estar rota por dentro. Dolía hacerte la dura y que nadie nunca te preguntara un simple "¿Cómo estás?" o un "¿Te encuentras bien?" esas preguntas nunca fueron dirigidas a mí.¿ Lo que más dolía? No tener a nadie y afrontar toda esta mierda yo sola.
Daría lo que fuera por que mi madre viviera más. Es que simplemente no podía ser. No podía irse ya, así como así, tan pronto, sin pensar en que pasaría después, sin pensar en los demás, sin pensar en mí. Era injusto. La vida era injusta.
Me empezó a doler el pecho, me ardía la garganta. La cabeza dolía hasta el punto que parecía que iba a estallar. El aire no llegaba a mis pulmones. Comencé a hiperventilar. No podía respirar. Me comenzaba a marear. Mis piernas fallaron y caí al frío suelo. Me revolqué en él, intentando coger aire. Mis ojos se cerraron inconscientemente, lo extraño era que primero se cerró uno y a los cinco segundos aproximadamente, se cerró el otro. Era como que no tenía el control de mi cuerpo. El aire seguía sin llegar a mis pulmones. Me conseguí incorporar y apoyarme en la fría pared. Mi respiración poco a poco volvió a ser normal. Mis ojos al fin se abrieron. A mi derecha, estaba Iván, una de sus manos agarraba con fuerza la mía mientras que, con la otra, se apoyaba en la pared para no caerse sobre mí y hacerme más daño, aunque aquello, para mi punto de vista, era ya imposible. Mi madrina en cambio, estaba a mi izquierda, abanicándome, intentando que el aire llegará a mis pulmones. Al final, entre todos, conseguimos que volviera a respirar y en ese momento, no acabara - desgraciadamente- mi asco de vida, igual que pasó con mi madre. Abrí la boca para coger más aire, pero en cambio, el resultado fue otro. Una mosca entró en mi boca y se dirigió a los conductos respiratorios . Total, que estaba a punto de ahogarme.
Iván, al percatarse, rápidamente soltó mi mano y dirigió la suya al hueco que había entre mi espalda y la pared y comenzó a dar suaves golpes en ella, intentando que no me ahogara. Los golpes se intensificaron un poco al ver que la tos no cesaba y mi madrina abanicaba más rápido intentando que el aire llegará a mis pulmones más rápido. Cuando la tos cesó, intenté incorporarme y ponerme en pie, pero cuatro brazos me lo impidieron. Miré a mi al rededor y efectivamente, me estaban reteniendo mi madrina e Iván. Bajé la vista al suelo, pero sentía dos miradas clavadas en mí, fijamente. También algunas otras, de la gente que pasaba por allí. Pero aquellas no tenían importancia a penas. Las que sí que me importaban eran las primeras dos.
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Nota antigua:

holaaaaa!!! quería agradecerles por todos los nuevos seguidores, votos, comentarios y sobre todo lecturas. vamos creciendo muy rápido!!! ya somos 310!!! ahora ya si, lo importante, quería hablaros de que, he visto ya muchas veces aqui en wattpad, que solo las historias copiadas reciben apoyo. y eso no debería ser así. mientras unos pulsan el botón de pegar y luego el de copiar, otros como yo, nos tiramos horas y horas buscando inspiración, imaginando nos lo, escribiendolo. pensando en a ver que os gustaría leer, en como da un giro completamente inesperado, como hacer que os guste más la historia, como hacer que os quedeis con las dudas de que pasará etc. yo por ejemplo, pongo mucho empeño, esperanza de que os guste mi historia, alegría, felicidad por que hayamos crecido tanto y tan rápido, cariño, sinceridad etc. las historias propias, no suelen ser apoyadas casi nada, solo se suelen apoyar las copias de copias y eso no debe ser así. lo podemos cambiar... lo puedes cambiar 😉❤ las "historias" copiadas y pegadas, no se merecen ser llamadas historias, las que realmente se lo merecen, son las HISTORIAS O LIBROS propios/as. esos si son auténticas historias, no lo otro. 🙂

este capítulo va dedicado a:
LuciaPalomo8
flormsalvador (escritora de la maravillosa trilogía de "Boulevard" en la que me inspire para escribir esta historia)
ClaudialvarezGmez7
ngelaRojanoAcedo

Sin nada más que decir....
besos psicópatas
Hyd

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora