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-¿Qué ha hecho esta vez, señorita Lason? -dijo la mujer rodando los ojos, pero a la vez, soltando una breve risilla.
-Realmente, aún nada, simplemente llegaba tarde de nuevo a clase de cálculo y tenía por seguro que la profesora Kay no lo pasaría por alto y me mandaría aquí y viniendo de primeras, me ahorraba trabajo en vano. -dije restándole importancia y pensando en todo lo que me haría mi madre si se enteraba de esto.
La mujer me miraba con una cara de compasión, ya que sabía de las agresiones de mi madre hacia mí, ella fue la que me recomendó el psicólogo aparte del que ofrecía el colegio en sí, porque decía que el de aquí no era suficiente.
-Por esta vez, no avisaré a tu madre de esto, porque realmente, en el fondo, no has hecho nada ésta vez, por extraño que parezca. Además, por lo que veo en tus antebrazos, los abusos no cesan - yo solo me limité a asentir cuando la mujer término de pronunciar las últimas palabras.- No debes permitirlo, Mía. Tienes valor, no te quedes quieta -dijo ella conteniendo las lágrimas.
-No puedo... es mi madre, en el fondo la quiero y me dolería mucho verla sufrir y más si es por mi culpa. Aún puedo aguantar todo el daño que me hace. - dije sollozando.
La mujer se sorprendió un poco al ver que dentro de toda esa capa de mala, drogadicta, alcohólica etc, había una capa por muy fina que fuera de amabilidad, cariño y sentimientos que no fueran odio, ira o rabia y que en el fondo, muy -demasiado- fondo, si tenía corazón. Capa de la cuál sólo conocían de su existencia antes tres personas : André,Zev y Neissan. Ahora son dos más para esa lista de "privilegiados", como la llamaban los anteriormente nombrados: Iván y la directora.
La mujer se limitó a levantarse de su asiento y rodearme con sus brazos, a lo que yo correspondí de inmediato, sin duda alguna, era lo que más necesitaba en esos momentos. Pero aquel hermoso y preciado momento para mí,fue interrumpido por unos molestos golpes en la puerta de la habitación.
La mujer se separó de mi y dijo con su dulce voz "pase". En ese momento, la puerta se abrió, dejando ver a Andre, Neissan, Zev e... ¿ Iván? . Era extraño ver al último aquí, él también llevaba mi mismo rollo (drogarse y todo eso, aunque a diferencia de mí, se desconocía el por qué) pero hasta día de hoy no lo había visto por aquí ni una sola vez y eso que mis visitas por aquí cada vez se frecuenciaban más. Aunque no sabía por qué, pero tenía el presentimiento de que lo vería más de seguido por aquí. Todas las miradas se dirigieron hacia mí y la mía hacia ellos, en especial hacia Iván y Zev, me extrañaba verlos en una misma habitación y que siguieran los dos intactos con vida y sin matarse a golpes o con algo roto o sangrando, ah es verdad, se me olvidaba, estamos en el despacho de la directora y ella estaba presente, ya entiendo todo.
-¿Qué hacen aquí, chicos? -preguntó la directora igual de impresionada que yo al verlos allí presentes, en ese mismo instante.
-Pues verá... -dijo André.
-Decidlo ya , sin rodeos chicos- dije empezandome a hartar de tantas vueltas  y tanto suspense.
-Llegamos tarde a clases y la maestra Kay nos mando aquí... - dijo Neissan.
-Oh, entiendo, ¿están aquí los cuatro por el mismo motivo? - preguntó la mujer al ver unas suaves marcas en el rostro de Iván. Espera, esas no las tenía cuando acabó la pelea con Zev...¿Se había vuelto a pelear con alguien? ¿Con quién? Casi automáticamente miré fijamente a Zev, supervisándolo concienzudamente con la mirada, pero no tenía nada aparte de lo de la pelea. No lo entendía. A los demás, es que, directamente, ni si quiera me molesté en revisarlos ya que sabía perfectamente que ellos no eran de meterse en peleas y menos con alguien que les agradase, como Iván.
-No señora, yo... me metí en una pelea porque en la ausencia de una compañera, un alumno se metió con ella y entré yo a defenderla, ya que ella no podía -dijo Iván mirándome fijamente, cruzándose con mi mirada y seguido, bajando rápidamente la cabeza por la vergüenza y el miedo que recorrían su ser en aquellos precisos momentos.
-¿Se puede saber con quién se metían y sobre todo, quién era el que inició todo? - pregunte yo, esperando no oír lo que suponía que oiría.
Iván se limitó a mirar a la directora y ésta le asintió, dándonos a todos los presentes a entender que prosiguiera.
-El profesor salió un momento en medio de la clase y Matthew, Ryan y Jason,estaban criticando y hablando sexualmente de malas maneras  de mi compañera, aquí presente, Mía -en ese momento yo solo pensaba en cómo de bien sonaba mi nombre saliendo de su boca- y aquello me ardió por dentro y no me pude contener, en ese momento, era como si yo no tuviera el control total de mis actos, pero no hice nada para evitarlo y le golpeé en la mejilla. Él me gritó e inmediatamente me devolvió el golpe y así estuvimos hasta que llegó el profesor, unos cinco o diez minutos más tarde. Nos mandó a los dos aquí al explicarle lo ocurrido, pero él se negó a venir y en cambio, bajó a las pistas a entrenar un rato en lo que quedaba de clase. -explicó  Iván mirándome de reojo en todo momento .
-De acuerdo, muchas gracias señor Cessen, obviamente, siendo así, no le haré ni diré nada, simplemente se lo agradecería pero por lo que veo, se me han adelantado -dijo la mujer viendo que yo había abrazado a Iván y estaba comenzando a llorar nuevamente.
Salimos del despacho él y yo, los chicos se quedaron allí dentro, explicándole a la directora lo ocurrido y el por qué de su visita.
-Eyy, ya mi pequeño Ángel, no pasa nada- dijo él cogiendo mi barbilla suavemente, estableciendo a la fuerza contacto visual entre nosotros.
Me había llamado Ángel... Sonaba tan bien... Todo en él sonaba tan tremenda y terriblemente bien... Espera ...¿Qué?

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora