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- ¿ Y ahora qué hacemos, Mía? ¿Qué cojones hacemos? -preguntó Iván tragando grueso.
- N-no lo sé -dije mirando a la nada.
La comisura de los labios de él se levantaron para dejar escapar palabras a través de aquel hueco, pero fue interrumpido por el sonido de una puerta abrirse.
¿Siempre nos tienen que interrumpir las puertas? -pensé.
*
Yo seguía con la vista perdida, mirando la pared que se encontraba frente a mí. Pensando en todo, y en nada. En mamá, y en papá. En Iván, y en André. En las mentiras, y en las verdades. En lo que había pasado, y en lo que pasaría. En mi familia, y en mis amigos. En mis conocidos , y en esas personas que realmente estan ahí siempre , para todo, en esos verdaderos amigos. En todo lo que jamás en mi vida pensé que pasaría, y ha pasado. En todo lo que quedaba por venir. Porque desde luego, y justo aquí fue cuando me di cuenta , era el principio de una larga historia. Y desgraciadamente esa larga historia merecedora de ser redactada y plasmada en un papel en blanco, o más bien en varios, era mi vida. Es mi vida. Y , ¿Sábes? Está muy bien lo que tú, querido lector, estás haciendo, leer. Porque si de repente apareciese un dragón y me calcinase, me calcinaría a mí, no a ti. Tu seguirías con vida. Con una buena vida . Y seguro que estás pensando que he cometido muchos errores -y madre mía aún no has visto nada, lo mejor está por venir-, pero recuerda que yo, en papel o en físico, sigo siendo una persona corriente, que se equivoca, que comete errores, que hace a veces las cosas sin pensarlas dos veces, porque todos lo hacemos, todos nos equivocamos a veces, y se que mi vida está llena de errores y fallos, pero juro que intento hacerlo lo mejor que puedo. Que lucho. Que intento resistir, pero soy humana y los humanos, por si aún no se sabía, nos equivocamos constantemente.
*
Deduzco que quien entró a la habitación era una enfermera, ya que dijo- o más bien gritó, porque , sin exagerar, hasta las paredes temblaron, y no es coña- :
-¡¡ Al fin despertaste, Mía!! ¿ Cómo te encuentras, preciosa?- habló mientras se acercaba a nosotros.
- Bastante bien, con un ligero dolor de cabeza, y sin entender mucho de, básicamente nada, pero dentro de lo que cabe, bien. -dije de forma educada, intentando que pillase la indirecta y me explicara que había pasado y cuánto tiempo había transcurrido desde que abandoné -no voluntariamente- el despacho de mi madrina/directora -jeje-.
- Pues verá, su amigo, que perdone que le diga, pero no se merece ser llamado amigo, intentó acabar con la vida de usted, gracias a su novio sigue viva. - deducí que por "amigo" se refería a André - Han pasado tres meses desde que caíste en coma por primera vez. Tuvimos que meter más sangre en tus venas, perdiste mucha, demasiada. Había un uno entre cien mil posibilidades de que vivieras. Era muy complicado salvarte. Pero nada es imposible. Ha sido tan increíble que incluso me cuesta describirlo con palabras, eres increíble Mía- dijo la mujer, dándome a entender que sí había captado mi indirecta.
-Y tanto que lo es, enfermera- susurró Iván. Pero yo no le escuchaba. Yo ya estaba sumida en mis pensamientos. Aunque aún así sentí un leve calor invadir en contra de mi voluntad mis mejillas.
*
¡¡Si es que nuestras indirectas son las mejores!!!
Lo sé consciencia, somos las mejores,¡ choca esos cinco !
Tampoco te flipes nena, que hasta hace poco nos llevábamos mal.
Tienes razón.
Te preguntaría si tienes fiebre, Mía, pero acabo de recordar que técnicamente siento lo mismo que tú y desde luego que yo no tengo fiebre porque no te daría la razón ni en mil años , guapi.
*
La mujer revisó unas máquinas de mi al rededor, hizo exactamente igual con las de Iván y salió de la habitación. Antes de cerrar la puerta de nuestra triste y blanca - básicamente como nosotros-  habitación, se giró sobre su mismo eje y dijo para ambos, generalmente :
- Si todo sale bien, esta noche la pueden pasar tranquilamente  en sus casas  junto a sus familias. Iré a informar a todos, en un ratito pasará otra compañera a ver cómo os va. Tened cuidado y no os mováis de la cama, por favor. Si no, la recuperación podría ser más lenta y quizá podríais pasar varias noches más aquí- dijo con una sonrisa muy sincera. Extrañamente, me había caído bien, se notaba que se preocupaba por nosotros y que sólo queria lo mejor para todos y procuraba hacer todo lo que pudiera para disminuir el tiempo que tardasemos en mejorarnos completamente.
Se giró y cerró la puerta suavemente, como si fuese un cristal a punto de romperse, como si se fuera a hacer pedazos con tan solo mirarla.
¿ Desde cuándo soy tu novio? -preguntó Iván mirándome, con un tono burlón. Y, juraría, que con una pizca boba, de esa típica de cuando tú Crush, esa persona que te gusta, que te vuelve loco o loca, dice algo súper bonito de ti.
*
En otras palabras, estaba más feliz que un niño con un caramelo. Y, aunque no sabía enteramente por qué esa repentina e inmensa felicidad, a mí también se me contagio, me encantaba verle feliz es más podría acostumbrarme a ver esa preciosa sonrisa de gruesos y rosados labios y rectos y blancos dientes hasta el fin de mis días. Sí, definitivamente quería acostumbrarme a ello.
Vale, ¿Qué? ¿Qué cojones me pasaba? ¿Era que el haber estado tantos meses en coma había afectado a mi ya de por mi pobre y desgastado cerebro?
JAJAJA, eso, querida mía, se llama enamorarse y parece ser que es la primera vez que lo experimentas. Yo, cabe decir que le apruebo, su consciencia es súper sexi también uwu
*
-¿ Por qué lo dices? - contesté con otra pregunta, sin entender nada.
- La enfermera dijo que soy tu novio, y tú no lo negaste- dijo él con una sonrisa un tanto pícara.
- Tampoco lo acepté, además, tú tambien te callaste- dije con una expresión neutra.- igualmente, no, no somos novios, no quiero nada de ti o ser nada tuyo más que una amiga y mucho es -dije con una enorme frialdad, al recordar las palabras que él había dicho anteriormente.
La había jodido pero bien, estaba harta de ser siempre la mala, de llevarme todos los palos, de que todo lo pagasen conmigo. No. Ya no. Esa Mía quedó atrás.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora