Amelia había perdido durante mucho tiempo la esperanza de volver a ser normal.
No había colores cálidos deslizándose por su piel. Todo su cuerpo era gris Plata.
Había explorado cada centímetro de Hogwarts otra vez, su habitación, la torre de astronomía y su lugar favorito para escapar.
Tenía la esperanza de que si revisaba con suficiente cuidado en sus recuerdos, encontraría la forma de volver a ser una persona real completamente.
FLASHBACK
Minerva McGonagall le había explicado su situación, Dumbledore lo había anticipado desde hacía tiempo,
-No eres un fantasma realmente. Estuviste muerta, eso es un hecho. Pero algo, por así decirlo; quizás un objeto mantuvo tu alma con vida y estás aquí. Probablemente fue algo muy importante para ti. —Minerva acomodo sus lentes.
—Tu cuerpo no está enterrado, nunca lo estuvo.
Tu cuerpo volverá a ser normal en algún momento. Quizás cuando te reencuentres con alguien que fue importante para ti. ¿Recuerdas si hiciste alguna cosa con alguien importante alguna vez?
Amelia jugó con sus dedos mientras intenta recordar algo.
-Harry y yo una vez hicimos una poción juntos...Hermione y yo tejimos un suéter para Molly Weasley una vez... Tengo recuerdos con mis amigos...Lindos recuerdos, pero no recuerdo haber hecho algo para que mi alma se quedara allí...
Minerva miró a Amelia fijamente.
Los ojos de Amelia seguían siendo igual de brillantes.
-¿Que hay de Malfoy?, ¿Nunca hicieron algo juntos?
Amelia ladeó la cabeza con curiosidad. -¿Malfoy?, ¿Q-Quien es Malfoy?
Minerva se quedó pensado un momento.
-Oh...Olvídalo. ¿Cuando crees estar lista para volver a ver a tus amigos...Quizás ellos puedan ayudarte.
-No lo sé. Creo que debo esperar un poco... Para adaptarme a ser un...'fantasma'. Es extraño todo esto.
-Amelia se miró a sí misma. -Es como si hubiera creado un Horrocrux...Solo que evitando la parte en que asesino a alguien. -Ella se burló de sí misma.
-Puedes quedarte aquí en el castillo, puedes ocupar el puesto de profesora de defensa contra las artes oscuras... Siempre te destacaste en esa asignatura. Puedes pensarlo el tiempo que quieras... Yo puedo ayudarte en todo esto.
FIN DEL FLASHBACK.
Se encerró en su habitación, idéntica a la de sus años en Hogwarts y se quedó de pie pensando.
Era un fantasma. Que estaba prácticamente vivo, podía tomar cosas y sería profesora.
Faltaba algo. En el gran borrón de las cosas que había conocido, había alguien importante. Estaba segura de ello. Ella había muerto y había vuelto por un objeto importante para ella.
Abrió otra vez el cajón de su escritorio y sacó el pergamino amarillento y arrugado de ahí.
Lo había leído y revisado más de diez veces.
"Querernos aún cuando lleguemos a odiarnos
No huir. Jamás, ninguno de los dos."
Dio vuelta el papel y leyó las firmas.
"Amelia Le Blanc.
Draco Malfoy."
Releyó el último nombre. Su visión vaciló. Parpadeo tratando de ver, y cuando se le aclaro la vista descubrió que estaba en medio de la sala de la mansión Blanc.
Ella observo, sorprendida.
Ella miró a todos lados y un momento antes de comenzar a correr.
Viktor Krum estaba de pie en frente a ella.
-El nunca dejó de amarte. Esto lo planeo durante meses. Lo hace por tu bien.
Antes de que Amelia pudiera decir algo, Viktor se había ido y ella estaba cayendo.
Cayendo y de repente, en un pestañeo estaba en los vagones de el Hogwarts express
-Tienes a Potter.
Una presión fuerte en pecho mientras quería llorar.
-No sabes lo que pasará. Tengo miedo. Miedo a perderte.
La sensación de cosquilleo en su estómago.
La sensación de manos abrazando su cintura.
-¿Y?...Acéptalo Lili, esto te está gustando...
pestañeó y giró su cabeza. Abrió los ojos y estaba sentada en una cama.
-Potter, Hogwarts, el señor tenebroso. El sabe donde esta Harry. No se detendrá, Lili debes irte...
-Júrame que te mantendrás oculta y a salvo Lili. Por favor.-
Sabía que había alguien delante de ella, pero su rostro nunca se dejó ver. El rostro de ese joven nunca se dejó ver, y la voz de él no la conocía.
Iba a ponerse de pie e intentar ver su rostro.
Pero apareció entre escombros.
-¡Lili!- alguien gritó. -Te sacare de aquí. Solo resiste, te lo ruego.-
Soltó el pergamino y respiró rápidamente.
Fue como estar cayendo mientras una fracción de los recuerdos borrosos se liberaban y se la tragaban.
