Tres

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Draco Malfoy estaba apoyado en los barandales de la terraza mientras las personas en el salón debajo de él hablaban y reían.

Las palabras de Lucius resonaron en su mente haciendo eco, —Podría sacarnos del agujero en que estamos, Hazlo. Si quieres ver a tu madre salir de esta casa después de meses encerrada, si quieres verla feliz. Hazlo."

Suspiro con fuerza y cerro los ojos concentrándose en apagar la realidad e imaginar otro escenario.

Su mente vaciló. Y una luz blanca lo cegó.

—Manos grises y pálidas revisando un pergamino.

-¿Que hay de Malfoy?-

-¿Malfoy?-

La voz era extrañamente familiar.

Ojos brillantes volteándose a verlo.

Malfoy, he vuelto.

He vuelto.

He vuelto...

—Eres un Fantasma, pero en algún momento, volverás a ser una persona.—

Fantasma.

Fantasma...

-Draco...te amo.-

Se encontró cayendo y apareciendo entre escombros.

-Debes dejarme ir...Debes...hacerlo.

La mente de Draco vaciló y se quedó en blanco.

En silencio.

Y luego,

—¿Quien es Draco Malfoy?—

Su mente se aclaró y enfocó a la figura.

Amelia.

Amelia...

Lili..."

Volvió de sus pensamientos temblando.

Quizás fue una ilusión por él el Whisky de fuego que había estado tomando toda la noche.

-Lili...- murmuró, respirando rápidamente y tocándose el pecho.

-Draco, - sonrío Narcissa -Creo que ya es hora. Vamos, sígueme.

Astoria pensó Draco acomodándose el cabello hacia atrás.

Bajo las escaleras y ella estaba de pie con un vestido café brillante al lado de Montague. Hablándole al oído y respirando en su cuello.

Daphne Greengass se acercó a ella, aparentemente seria y la llevó hasta Draco.

Ambos se miraron fríamente y Narcissa Malfoy golpeó su varita en el cristal de su copa.

-Es bueno ver que practicaste tu rostro de felicidad, aunque te ves pálido.- dijo seca mientras le acomodaba la corbata.

-Gracias, podrías practicar tu también tu acción de fidelidad pública,
hacia mi. -murmuró gélido y luego tomó la mano de ella cuando todos se voltearon a verlos.

Eran increíblemente buenos fingiendo.

-Mis padres y los de este maravilloso chico...mi chico. Han organizado esta increíble fiesta para anunciar una excelente noticia. Que me tiene realmente feliz. -Habló Astoria sonriendo y besando la mejilla de Draco.

Draco sonrió y besó la frente de ella. Luego miro hacia una esquina y tomo aire fuertemente.

-Creo que los Greengass perderán a uno de los suyos y los Malfoy tendrán alguien más en la familia. -Anunció Draco en voz alta, aparentando una sonrisa. -Astoria Greengass... Mi Astoria. En menos de un año será mi esposa. Mi fiel y deseada esposa. Estamos comprometidos. Y estamos completamente felices.

Estaba mintiendo.

Miro hacia el frente y por un segundo vio a Amelia entre la multitud.

Parpadeo bruscamente y la vio en el piso sangrando como la última vez.

Mi queridísima Amelia...

Reaccionó al sentir los dedos fríos de Astoria en su barbilla y luego ella lo besó.

Cuando las personas se acercaron hacia Astoria para ver el anillo de compromiso, Draco se escabulló hasta su habitación y se apoyó en el borde de su escritorio agitado.

Nunca, nunca nadie podrá ocupar tu lugar. Nadie es como tu. Nadie jamás será como tu.

Draco Malfoy no era el tipo de personas que perdían la calma al emborracharse. Él mantenía el control total de sí mismo.

-Estás ebrio Draco, lo estás. Ella se ha ido y Astoria está ahora. No es posible.- se repitió a sí mismo.

— —

-Oh Amy, claro que es posible.- murmuró Luna. -El me lo dijo una vez, encantó ese pergamino por si esto llegaba a suceder. Se debilitó bastante por la cantidad de magia oscura que usó.

Amelia ladeó la cabeza y su mente se nublo por un segundo.

"Amelia sabes que no puedo ayudarte a sacarla o algo parecido...No tengo opción.-"

-¿Como lo sabes?

-¿Recuerdas la vez que te dije sobre Malfoy y las veces que hablamos? Bueno, él dijo que tenía miedo a perderte... He hizo un conjuro realmente oscuro para protegerte. Dime Amy...¿Tienes el pergamino?

-S-Si...Yo... Lo he revisado miles de veces y solo tengo recuerdos borrosos de vez en cuando...

--El encantó ese pergamino para que de alguna formas él pudiese comunicarse contigo si... ocurría lo que él nunca quiso.- Ella sonrió inocentemente -Oh Malfoy estaba devastado, él fue a verme hace unas semanas a casa... Me pidió el nombre de alguna flor bonita para ti.

Amelia sonrió levemente. No sabía quién era pero le pareció...amable.

-¿Por que?

-Quería llevarte flores...

-¿Crees que si lo veo podré recuperar los recuerdos con él ?

-Por supuesto. No le dire de esto. Respetaré tu tiempo, me alegra que estés...bueno, casi de vuelta.

-¿Y volveré a... ya sabes, amarlo?

Luna guardó silencio. -Los recuerdos llenarán ese corazón indefenso y vacío que tienes ahora. Yo lo sé.

-¿Y si ya no quiere nada conmigo cuando lo contacte? ¿Y si tiene una familia ahora?

-Malfoy siempre rompió las reglas, y te ama. Estoy segura de que podría romperlas si tiene una familia o esposa. Al fin y al cabo, él siempre dijo que a la única que amaría como esposa serías... Tú. Ambos podrán encender ese fuego. Estoy segura de ello. -Murmuró Luna, tomando su mano y apretándola.
-El te escribió una carta y tu...Mucho antes. Le habías escrito una también. Pero nunca se la diste. Tengo un trozo de uno de los ensayos que hiciste guardado en mi amuleto. Lo hiciste mientras estabas en Durmstrang...

Para Draco Malfoy;

Draco, no me olvides, estoy volviendo.

Darling Malfoy ; Parte DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora