Después de un minuto, el no respondió y se quedó abatido de pie.-Buenas noches, Malfoy...
Ella se giró sobre sus talones y avanzó hasta la sala común de Slytherin.
Saludo a algunos alumnos y abrió con fuerza la que antes era la habitación de Draco.
Inhalo el aroma lejano que aún olía a él y calló de rodillas poniendo su cabeza en sus manos.
No estaba llorando.
Solo...
Estaba allí respirando e intentando aclarar todo.
Lo vio con el que podría ser su traje de novio, lo vio con la flor que iría en el ramo de Astoria y, en un momento vio el anillo plateado en su dedo.
En un lado de el anillo, estaba el nombre de Astoria tallado suavemente.
Se recostó en la cama de él y sintió como su corazón se detuvo.
En esa cama, alguna vez, estuvo junto a él y lo llamo mío.
"-eres mío Malfoy."
"-¿Volvemos a los apellidos? Bien... te vas a arrepentir."
Se encontró mareada nuevamente. Un momento antes de desmayarse se encontró cayendo otra vez.
Cayendo y reapareciendo en la sala principal de su casa.
En frente de ella, Astoria estaba de pie vestida con un vestido blanco, no era el de novia.
-Perdiste, como la perra que eres.
Amelia se levantó de el suelo y al ponerse de pie, una daga estaba flotando a un centímetro de su rostro. Entre ceja y ceja.
La oscuridad y el veneno fluían desde la punta hasta el mango.
-Debí hacer esto hace tanto...Pobre Lili...Supongo que, ahora, Draco si va a olvidarte.
Astoria hizo retroceder la daga y cuando salió disparada hacia Amelia, ella la tomó en sus manos.
Cerró los ojos por un segundo.
Solo un segundo.
Los abrió y Astoria estaba sangrando en el suelo.
Las manos de Amelia temblaron. Su vista vaciló y por segundos se vio a ella misma tirada en el suelo y luego a Astoria.
Recuperar la conciencia se sintió como tocar el suelo luego de caer desde el cielo.
Ella no-
Ella no haría eso, nunca.
Era la persona a la que Draco amaba.
Y aunque le doliera, ella no mataría a Astoria.
Ella hacía feliz a Draco.
"al que antes era su Draco..."
Estaba visiblemente pálida y salió de allí temblando.
Se lavó las manos, sentía la sensación de que la sangre de Astoria estaba aún allí.
Quizás alguien le hecho algo a su bebida en las tres escobas, habían miles de explicaciones.
Se sintió tan culpable de soñar eso.
Ella no lo haría...
No lo haría...
•••
Draco camino por el ala sur de la mansión, hubo una habitación que hizo que su corazón diera un vuelco.
Nunca había estado allí con Amelia.
La miro por un segundo; vacía, sin camas ni armarios. Tenía un baño y grandes ventanas.
Fue una sensación nostálgica.
Decidió seguir caminando hasta su habitación y se encerró allí.
Alguien estaba saliendo con Amelia.
Ella podría irse.
La perdería y luego, él tendría que verla ser feliz con alguien más mientras él aparentaba serlo con Astoria.
Astoria era atractiva, pero, no era Amelia.
Lili superaba todos los límites.
•••
La próxima vez que Graham se apareció por Hogwarts para invitarla a salir, el intento tomarla de la mano.
La había estudiado y había rebuscado en sus recuerdos la relación de ella y Malfoy en la escuela.
Hizo que se tropezara y el la tomó por la cintura y "casualmente" la acorraló contra la pared.
Draco los vio desde lejos. La cara de Montague estaba siendo tapada por un arbusto. Draco estaba junto a Astoria mientras ella compraba y compraba.
Los celos le cegaron la mente.
Se apresuró en acercase y luego los vio de espaldas caminar hacia el frente.
Astoria los miró y sonrió con maldad. Luego lo beso y siguió comprando.
Amelia se había sentido mal por días por esa alucinación con Astoria.
Astoria podría matarla pero Amelia no lo haría contra ella.Las visitas de Graham fueron más frecuentes en noviembre. Amelia lo consideraba un amigo, un buen amigo.
Graham la invitaba a salir. Intentaba ingresar a su mente y destruir los recuerdos de Draco y ella. Luego, cuando se despedía de ella, le llevaba un informe completo a Astoria.
Ella lo besaría y luego lo llevaría a la cama.
Se había vuelto una rutina.
Draco estaba cada vez más nervioso y furioso. No había visto el rostro de el joven que estaba saliendo con su Amelia aún.
Pero lo odiaba.
Lo odiaba y no lo rastreaba para matarlo solo por el hecho de que, él, quizás estaba haciendo feliz a su Amelia.
El la iba a visitar y se quedaban dos horas hablando mientras él registraba cada facción de su rostro.
Ella antes era de él.
Suya. Suya. Suya. Lo sentía como un latido.
Ahora, lentamente la estaba perdiendo.
Pero él tenía un plan.
La dejaría ir. Pero le aclararía todo.
Tenía un plan. Él lo tenía.