Los ojos oscuros de Amelia se cruzaron con los de Draco y el no supo que hacer.
La puerta detrás de él se cerró y quedaron solos.
Sintió que estaba apunto de tener un ataque de pánico. Pero, movió toda esa sensación y se mantuvo quieto.
Fue impactante.
Pero sintió que podía respirar bien otra vez.
El corrió por la habitación y la abrazó.
Sintió los temblorosos brazos de Amelia acercarlo levemente más a ella mientras sus manos tenían leves espasmos.
Él estaba llorando, estaba visiblemente pálido.
Draco arrastró a Amelia en sus brazos y abrazándola ferozmente sollozó.
Las manos de Draco estaban recorriendo a Amelia, tocando su rostro y hombros como si no pudiera creer que fuera real.
Ella lo sintió ponerse de pie y el la miro.
Era ella. Era ella. Era ella.
Amelia miró a Draco y le sonrió.
—Eres Harry, ¿no?
El se quedó abatido. Palideció enormemente y ella rio.
—Oh vamos Malfoy, ya no hay forma de que te olvide...
Ella siguió riendo y él se quedó helado.
—No hagas eso de nuevo.
Y-yo...Mierda Lili...El la beso inesperadamente, acunó su rostro en sus manos y ella lo siguió.
—No me casé con Astoria.
—Lo se...
—Asesine a Montague.
—También lo se ,sobre eso...de alguna forma vi como lo mataste aún cuando estaba...dormida. No vuelvas a hacer eso...Ahora podrían acusarte de asesinato...
—Nadie mas lo sabe— dijo y él tomó su mano, intentando calmar los espasmos. —Solo Potter y Weasley. Estaremos bien...
—Astoria...
—Astoria cree que el esta de viaje...Nadie más que Luna sabe dónde está nuestro lugar. Podemos ir allí aún, estaremos seguros.
Amelia tomó el rostro de Draco y lo beso suavemente.
—Bien...
Draco se puso de pie y lanzó varios diagnósticos a Amelia.
Había estudiado magi-biología y medicina. Si ella no despertaba él quería tener otra opción.
Leyendo y estudiando se encontró con algo, un término que lo hizo estremecer.
Lanzó varios diagnósticos buscando si Amelia tenía el Aumento.
El "aumento" es cuando una persona con alguna enfermedad terminal o maldiciones oscuras tienen un aumento final de energía. Las personas mejoran antes de empeorar.
Y ella había despertado recientemente y estaba con demasiada energía.
El pensamiento le dolió hasta la médula.
Aparentemente, ella no lo tenía.
Fue una respuesta mayormente buena. Pero, aún había una posibilidad.
Tres días después, ella pudo salir de el hospital.
Draco la veía como un copo de nieve apunto de quebrarse.
—¿Donde iremos?—Murmuro mientras Draco la ayudaba a levantarse de la cama y ponerse un jersey.
Estaba demasiado débil. Tomar un peine se le hacía difícil. Pero él prefería que estuviera así a que estuviera...muerta.
—A casa.
Él seguía siendo frío y mortal con todos. Se volvió aún más protector con Amelia. Como un Dragón en su plenitud.
—¿Donde?
—Berwickshire. Está protegida, hice barreras de protección.
Ella respiró entrecortadamente y le sonrió. Se puso cuidadosamente de puntillas y le besó la comisura de el labio.
Se lamió los labios y acercó su varita —¿Que tipo de protección usaste?
—Blanc.— Draco extendió la mano y tomó la de ella. —La casa es segura. Completamente.
—Yo no-... yo no quiero que te busquen por asesinato...Debi...Debi defenderme y quizás...No deberíamos escondernos... Y-yo...
—Lili. No necesitas preocuparte.
—¿Y si alguien nos encuentra? ¿Y si Astoria...Astoria quiere vengar a Graham... Se va a desmoronar. Siempre...se desmorona.
Ella comenzó a respirar rápidamente.
No podía entrar en pánico.
Estaba acostumbrada a estar en peligro, tener que poner su vida para salvar la de otros.
No imaginaba un final feliz...
No podía usar magia oscura...podía debilitarse aún más.
Sus pulmones ardieron.
—Lili...Lili tienes que calmarte...Protegerme no es tu trabajo...ya tuvimos suficiente miseria...respira.
Se obligó a respirar y el la abrazó posesivamente.
—Eso es...sólo respira...Juntos. Ya estamos juntos...No soy yo quien está débil...ya hiciste tú parte.
—Draco...algo saldrá mal..siempre pasa algo malo...cuando estamos cerca...y-yo no...
—Estaremos a salvo allá, Amelia. Ahora puedes sentirte segura.
—No creo saber cómo hacerlo...
—Aprenderás. Aprenderemos juntos. Necesitas descansar.
El la tomó de la mano y caminaron hasta la salida, había un caballo alado esperándolos.
Ella no podía aparecerse, estaba demasiado débil.