" ¡Explosión de amor en marcha!¡La pareja sangre pura está mostrándose en todo su esplendor!
La primera vez que los visto juntos, la alegría en sus rostros no fue vista, pero ahora, ¡Parecen más enamorados que nunca!
Sin duda el joven heredero de los Malfoy la joven Greengass derrochan amor.
Se espera la boda más grande de el mundo mágico, sofisticada y sobre todo, ¡enorme!
Después de la relación falsa y dolorosa de Malfoy y la chicha Blanc. Vemos que la suerte llegó a el corazón de Draco Malfoy. "
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Las siguientes tres semanas pasaron de la misma manera. Draco y Astoria mostrándose felices y Amelia decayendo de ves en cuando.
Sus alumnos la veían resistir las punzadas en su corazón mientras estaba en clases.
Si preguntaban, ella sonreía y decía que todo estaba bien.
Amelia se recitaba él pergamino para sí misma y trataba de llevar su mente más allá de las barreras puestas por el conjuro que Draco había realizado.
Ella no estaba allí. Estaba sentada en un roca con el contorno tenue que parecía ser Draco Malfoy.
Cerraba los ojos y repetía los escenarios de sus recuerdos borrosos una y otra vez.
Había encontrado el lugar de su tumba, había vuelto a visitar a sus animalitos y se quedaba sentada horas bajo el árbol buscando en su mente.
Quizás si Draco se hubiera aparecido para dejarle flores, las cosas cambiarían.
Pero entonces; él no había vuelto.
Ella nunca se enteró sobre que él iba. Los Bowtruckle les intentaron decir, hicieron mímicas e intentaban comunicarse. Pero ella no les entendió.
Tan pronto como llego de su paseo matutino hasta allá, abrió el salón de pociones y le pidió a el profesor Slughorn una muestra de amortentia.
El le sonrió y le dejó un caldero con la poción burbujeando dentro.
Se acercó y olfateó.
Olía a manzanas, perfume, madera y café.
Recordó ese olor al estar recostada sobre alguien leyendo algo.
Luego, fue hasta el gran comedor y se sentó en el lugar que antes era de Snape.
Los observo a todos sonriendo y luego se encerró en su habitación intentando llegar hasta los recuerdos bloqueados.
Cuando se despertó a la mañana siguiente, quería llorar, estaba tan estresada por no recordar, al menos temporalmente. La viva sensación de mariposas en su estómago y el enrojecimiento de sus mejillas la hacía querer hundirse.
Ella se levantó y fue al baño. Espero a que la bañera se llenara y luego se hundió en el agua.
Respiró y se quedó mirando la pared.
Quería entender por que aveces su corazón dolía y quería llorar. Como si fuera traicionada. Y luego cuando leía el nombre de Draco Malfoy en el pergamino sonreía y se sentía feliz.
Ella luego lo entendió, su corazón seguía enamorado de Draco Malfoy con todas sus fuerza al igual que su alma. Pero su cerebro lo bloqueaba.
Y luego recordó a Ginny y a Harry mirarse felizmente mientras estaban sentados juntos.
O como Ron admiraba a Hermione mientras leía.
Eso sentía ella cuando leía el nombre de Draco. Pero luego se daba cuenta de que no lo conocía. Y se sentía inútil.
Ella salía de Hogwarts a la madriguera o a casa de Luna y luego volvía a su lugar seguro.
Luego su mente se encendió.
Iría a rebuscar en su habitación antigua en Hogwarts. Allí de seguro abría algo.
Se vistió y corrió hasta la sala común.
Su habitación estaba desocupada y nadie la había usado después de ella.Abrió la cerradura con fuerza y su habitación estaba intacta.
Su armario aún tenía ropa de ella, su cama aún estaba tendida y el libro que había dejado abierto aún estaba intacto.
Entró cuidadosamente y buscó en su mesita de noche.
Había un montón de papeles apilados y un anillo negro encima de una caja pequeña entreabierta.
Se lo probó y sonrió al ver como le quedaba bien. Siguió buscando y encontró un montón de cartas apiladas.
Abrió una y se sentó en el suelo para leerla.
"Mi queridísima Amelia...
MARATÓN 2/...