Quince

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Cuando Draco volvió hacia donde Astoria estaba, ella lloro sobre su pecho.

-Draco, esto es demasiado para mi, ¿podemos irnos? Ya demostramos nuestro amor aquí, es hora.- sollozo y el asintió fríamente.

Ella sonrió un tanto maniáticamente

Se aparecieron en los jardines de la mansión Malfoy. Draco movió su varita y las puertas se abrieron.

Lucius estaba de pie en el vestíbulo.

-Ella está viva. -dijo Astoria con fuerza. Esforzó un sollozo y fingió llorar.

Astoria parecía tan histérica que Lucius se acercó vagamente a ella y la estudió.

-¡Draco me dejara por ella!

Astoria se puso sorprendentemente pálida. Sus manos temblaban y su cabello se despeinó.

-Si quieres puedes ver como la intento reconquistar, para ver si lo hago bien.
-Dijo, su voz afilada y vibrante.
-Podrías ayudarme a encontrar un anillo para pedirle que se case conmigo.

-¡No lo haré! ¡Tu no lo harás! ¿Como puedes preferir a esa perra antes que yo? ¡Yo no tengo padres asesinos!-Ella gritó lo ultimo mucho más fuerte.

-¡Haz lo que quieras, solo cállate!
-Dijo Draco, su tono vicioso mientras se levantaba y salía de la habitación.

Astoria se sentó temblando en una silla durante varios segundos antes de decirle algo a Lucius.

-Hay que quitarla de el camino...no lo sé, secuestrarla, torturala, obliviate.
Sabes perfectamente, Lucius. Si Draco no se casa conmigo, ustedes se hundirán aún más, yo soy su salvavidas.

Finalmente Astoria se puso de pie.

-Podemos pensar en algo juntos, pero espero que tengas al menos tres ideas razonables para mañana. No tenemos mucho tiempo.

Draco dejó caer su chaqueta al suelo y lanzó su anillo de compromiso contra la pared.

Si Astoria estaba pensando en algo, él atacaría antes de que ella dijera alguna cosa.

Ella se acostaba con Graham Montague, y eso le destrozaba el corazón. Su prometida ya le era infiel.

Y el sabía mentir y fingir.

Decirlo ante sus padres y los de ella en alguna reunión importante con reporteros lo liberarían.

Aunque, no lo diría si Lili no estaba dispuesta a estar con el otra vez.

Amelia, Amelia y Astoria.

•••

Amelia se apareció en el vestíbulo de su casa. Ella la había ido a visitar antes, pero hoy dormiría ahí.

Se quitó los guantes y acarició la punta de sus dedos de las manos con cuidado.

Ella cerró la puerta y se deslizó hasta el suelo. Ella se quebró.

La realidad había caído sobre ella sin piedad. Sin advertencias.

Y si ella hubiera sido un poco más fuerte le habría dicho; No importa, si quieres, tengo suficiente amor para los dos.

Malfoy y Astoria claramente no se llevaban bien, pero aparentemente, Se amaban.

No era extraño, los matrimonios arreglados entre sangre puras mayormente siempre eran para limpiar la reputación de una de las familias.

La clave estaría en estudiar a Malfoy, desde lejos. Y así, lentamente, se iría adaptando a la sensación de que él estuviera en los próximos meses casado para que en un año o dos con un heredero o heredera.

Malfoy en algún momento había sido su Draco.

La piel se le erizó y luego enterró su rostro en sus manos.

Y ella en algún momento había sido su Amelia.

Tendría que moverse con cuidado, ella estaba viva y una fracción de los reporteros insinuaban cosas sobre ella. Los aurores volverían, la interrogarían, le revisarían los recuerdos.

Quizás ella podría escapar. A Francia o trabajar en Durmstrang.

Caminó hasta la ventana y suspiró. Su respiración formó un pequeño círculo de condensación en el frío vidrio.

Levantó la yema de uno de sus dedos hacia el cristal y dibujó una casita;
Estaría en Berwickshire, Draco no se hubiera conformado con una casita simple, a si que dibujo un segundo piso y un árbol frondoso a un lado y un establo más allá.

Lo que quería. Lo que pudo tener y luego lo que Astoria tendría.

Pero ella no le gustaría vivir allí, a si que vivirían en la mansión, plantarían rosas rojas con espinas y habrían caminos de piedra y graba.

Observó como la casa se desvanecía en el cristal.

Quería volver a verlo. Pedirle al menos un apretón de manos. Ser amigos.

Ella aún lo quería, más que eso, ella lo amaba. Pero si se acercaba demasiado, podría arruinarlo.






Darling Malfoy ; Parte DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora