Veinticinco

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Amelia no podía respirar.

Se cubrió el rostro con las manos e intentó calmarse.

Se sintió bien recibir una carta de el. Pero las cosas no deberían de ser así.

Tocó el sello verde brillante y cuando sus dedos tocaron el sello con una D brillando, sintió una fuerte sacudida detrás de su ombligo.

Fue como ser empujado a través de un tuvo. El dormitorio desapareció y ella reapareció en el aire, cayendo hacia adelante golpeando sus rodillas contra el suelo.

Ella dio jadeos irregulares mientras respiraba. Todo estaba nadando y le dolía la frente donde la había golpeado.

Se obligó a levantarse temblorosa.

Draco estaba de pie a varios pies de distancia. Recto con el brazo doblado en el aire esperando a la lechuza.

Berwickshire estaba completamente cubierto de blanco.

Draco llevaba una camisa blanca desabrochada hasta el comienzo de su pecho y pantalones negros.

Parecía como si no tuviera frío.

Sus ojos estaban oscuros, tan oscuros que llegaban a ser brillantes.

Ella se enderezó. Cuando la lechuza aterrizó en su brazo, conjuro un trozo de carne y la envió de vuelta a la mansión.

Ella se acercó y Draco arquero una ceja cuando la miró a los ojos.

Llevaba el jersey de Molly, se veía tal como la recordaba y eso hizo que su corazón diera un vuelco.

—Me había preparado toda mi vida para Hogwarts. Mis padres tenían mi vida planeada; el mejor de todas las clases, capitán de quidditch, pasantía en el ministerio de magia y luego, miembro de el Wizengamot y luego ministro de magia. Se suponía que no debería de haber distracciones. Pero luego, una niña bailó en el baile de los tres magos con Diggory y me sentí infeliz.

Extendió la mano y se la pasó por el cabello.

La respiración de Amelia se contuvo lentamente y el tenso la mandíbula.

Su tono fue casi ligero —Tengo que admitir, que realmente pensé que iba a morir cuando recibiera mi marca tenebrosa. Y no me importaba, no había un motivo. Pero luego. Estabas tú.

Amelia siguió mirándolo, estudiándolo. Mientras él miraba hacia el horizonte,

¿Eran declaraciones?

No, quizás, ¿Eran reproches?

Amelia se obligó a dejar de pensar.

—Y luego tu aroma en mi amortentia de esos años. Tus ojos clavados en mi cerebro. Fue como estar infectado de Amelia Le Blanc. Y luego te bese. Y fuimos algo. Entonces ya no quería morir. No podía dejarte sola en un mundo cruel. Eras mía y yo tuyo.
La única razón por la que moriría era para salvarte. Y decidí hacer una protección adicional, encante el pergamino. Estuve debilitado por días, pero no me importaba en lo absoluto.

Su boca se contrajo.

—Luego te envié lejos, perdí tiempo contigo. Pero no quería que murieras. Nunca lo quise. Y luego me di cuenta de que te lastime haciendo eso. Y fue peor que ocho minutos de cruciatus.

Yo te voy a cuidar, Lili, te amo.

Amelia sintió que algo en su estómago se hundía repentinamente.

-Luego, comenzaron a acostarte los reporteros, quería cuidarte. Estabas sola en una mansión y yo estaba solo en un lugar lleno de gente. Viniste a mi casa, fuimos felices. Y la felicidad se fue cuando Harry llegó a Hogwarts y la batalla comenzó. Quería dejarte en tu casa. Pero nos aparecimos en Hogwarts. No había motivos para que Bellatrix te matara... no era como si lo hizo por instinto. Entonces, si ella te asesino por "que quería" yo la torture de casualidad. Sus manos tenían tu sangre y la odie. Luego la lance lejos y Weasley mamá la mato. Fui feliz. Pero tú te habías ido. Y no estaba seguro de que el conjuro estuviera bien hecho.

Draco sonrió mientras su rostro se hacía cada vez más palido.

—Llegó Astoria y con ella la oportunidad de que mi madre saliera de casa. Lo hice por ella.

—Pero de algún modo, la amas. Por que lo dices públicamente, y se les ve felices.

—Y-Yo, Li-Lili...

Amelia, apenas respirando y conteniendo las lágrimas, lo abrazó impregnándose de él.

Fue como un abrazo de despedida.

—Feliz navidad Draco.

Ella le dio un beso en la mejilla y desapareció.

Darling Malfoy ; Parte DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora