Cinco

1.4K 146 24
                                    

UNA SEMANA DESPUÉS

Draco estaba de pie a tres metros de la entrada de la casa de Luna Lovegood. Mirando el cielo nublado mientras las diminutas gotas de lluvia rebotaban en su abrigo.

Avanzó hasta la puerta y la tocó haciendo un ritmo que Luna le enseñó.

Ellos se habían vuelto amigos.

Luna apareció después de un minuto vistiendo un vestido azul y un delantal de piel de dragón.

-Hola Draco

-Luna, -dijo entrando a la casa. -¿Como estás?

-Feliz, me dieron por tres días la tarea de cuidar a un Augurey joven. Ahora está arriba en el techo, le gusta la lluvia. -Ella le sonrió -Por cierto, felicidades por tu compromiso.

-No es algo por lo que me alegre.

-Ella es bonita, y aparentemente amable. ¿Es por que sientes cosas por ella pero ella te engaña todas las noches?

-No, definitivamente no. Es solo que...

-No es Amelia, ¿Cierto?

El asintió en silencio. -Tengo algo para ti, -rebuscó en sus bolsillos y sacó una caja repleta de guías de magizoologia, frascos y una libreta costosa con una pluma. -Las compre para Lil... Amelia. Pero creo que ya no se las podré dar, supongo que tú les darás mejor uso que yo...

Luna las recibió con una sonrisa y las dejó sobre una mesa repleta de papeles y un caldero.

-Creo que tengo algo que podría gustarte...- murmuró girándose sobre sus talones y buscando algo en una pila de libros y papeles.

Ella soltó un suspiro. -Mira...

Hojeo rápidamente un libro y finalmente se detuvo en la página de fotos brillantes de las relaciones amistosas de Harry que pudieron haber influido en su vida.

Draco y Luna se quedaron mirando la fotografía dé Hermione, Ginny, Ron y Harry sentados sobre un sofá, todos aparentemente felices.

-¿Por que esto me importaría, Luna?

-Sigue ojeando...- murmuró suavemente y Draco siguió viendo rápidamente fotos de Hermione, Luna,
Ginny y hasta Cho chang.

Justo antes de que volviera a preguntar, sus ojos decayeron y su corazón se detuvo.

Gracias a la reputación de los Malfoy, los reporteros habían sacado a la luz la relación de Amelia y Draco. Hicieron conexiones y algunos aseguraron que ella era un peligro y alguien en que no podrían haber confiado.

Amelia estaba sentada en un sofá con un jersey con su inicial y una sonrisa leve. La fotografía era de quinto o sexto año.

"Feliz navidad Blanc...

       D.M "

-

"-¿Te sientes bien? ¿Me enviaste una carta de feliz navidad...A mi? Quien eres y que hiciste con el Draco de siempre.

De todas formas...Gracias y feliz navidad para ti también Malfoy

        A.B"

Su cabello estaba suelto y ella se veía feliz, su suéter blanco resaltaba sus mejillas rosadas. Pero su rostro cargaba ojos brillantes que en el fondo estaban devastados y asustados.

El pie de la foto decía; " Navidad, Amiga de Harry Potter en casa de los Weasley. Bruja nacida de sangre puras peligrosos, pasado oscuro.
[Categoría: XXXIII] Amelia dejó Inglaterra cuando las cosas se complicaron y estudió unos meses en durmstrang. Volvió meses antes de la segunda Guerra mágica. No sobrevivo a la guerra, causa de muerte; Bellatrix Lestrange. Ella era amiga de él trío de oro y se cree que su amistad fue pura conveniencia. "

El palideció. -Esto...esto es erróneo. Completamente, ella merece estar con los demás. Ella no era traidora,
No es Justo.

-Esta es la única copia qué hay del libro, mi padre la robo de la basura antes de que fuera quemada. El libro no hizo más copias, se arrepintieron y esperaran un tiempo más para sacar el libro de El Salvador de nuestro mundo. La fotografía es tuya, puedes arrancar la hoja y llevártela.

-Gracias,- el dijo y se quedó de pie abatido. -Luna, ¿Que es lo que comen las criaturas verdes?

-¿Cuáles?

-Hay unas criaturas verdes, pequeñas y parecen ramas. ¿Sabes si se alimentan de algo?

-Oh, los Bowtruckle, principalmente solo insectos, aunque conozco algunos que les gustan los pétalos de margaritas.

-Gracias, debo ir a visitar a Lil... Amelia.

Luna abrió los ojos. -Draco...¿Cuando es tu boda?

-En enero o febrero...¿Por que la pregunta?

-Amy tiene cuatro meses...- murmuró mordiéndose la uña del dedo meñique.

-¿Dijiste algo?

-Oh, no nada. Espero verte pronto.

El le sonrió vagamente y se apreció en los jardines de su casa, dirigiéndose a su habitación y en el camino, ordenando a los elfos a que busquen insectos y margaritas.

Darling Malfoy ; Parte DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora