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Capítulo 8:Veo la luz en ti

El baile acabó, y la multitud se fue alejado en dirección al muelle. Rapunzel se separó de Eugene, y Varian se alejó de Hugo. Los cuatro estaban con un ligero sonrojo en sus rostros. Cassandra se río un poco de esa acción de los cuatro, y luego se acercó a ellos.

-¿Botes? ¿Iremos en bote? -Pregunto Rapunzel con emoción.

-Sí, ya vayamos antes de que empiecen a lanzar las linternas-Sugirió Eugene, sólo para que Varian, Hugo y Cassandra se mirarán entre sí.

-Saben... Mejor vayan ustedes dos-Dijo Cassandra. -Prefiero ver las linternas desde aquí.

-Digo lo mismo-Concordó Varian.

-Sí el pecas se queda, entonces yo también me quedo. Así que vayan ustedes-Se pudo notar el sonrojo de ambos adolescentes cuando Hugo dijo eso.

-Está bien, los vemos después-Dijo Eugene, para luego soltar una risa de lo obvio que era su hermano menor.

Minutos después ambos se habían ido del muelle, y Cassandra también se había ido con la excusa de querer ver las linternas en otro sitio. Le pareció raro a Varian, pero tampoco se quejaba, podía pasar algo de tiempo a solas con Hugo. Varian se puso a pensar en todo el viaje que habían hecho los cinco, y para ser honesto, luego de haber visto tanto y haber conocido a gente increíble, la idea de simplemente volver no le gustaba. Madre se había equivocado con respecto a estar afuera, no era tan malo como ella lo hacía creer. Pero lamentablemente para él, sabe que Cassandra y Rapunzel volverán a la torre, lo que significa que él también tendrá que hacerlo. Y tendrá que decirle adiós a Hugo, a Eugene, y al mundo exterior.

-¿Sabés? Por muchos años quise salir y ver el mundo. Y aunque Cass y Raps siempre me recordaban que ir significaba una muerte segura. Ese sueño nunca murió-Empezó a contarle a Hugo, quién lo escuchaba atentamente, como sino existiera nada más a su alrededor. -Pero ahora el sueño se acaba, he visto algo del mundo, he cumplido lo que tanto he anhelado por años. Y sólo puedo decirte, gracias, Hugo.

Las palabras de Varian significaron mucho para Hugo, lo cuál era raro, ¿no? Por ocho años había estado solo con Eugene, sin la necesidad de alguien más en el camino (sacando las ocasiones donde se encontraban con el molesto mejor amigo de la infancia de Eugene) pero Varian llegó y con su personalidad, su bella forma de ser, y con gustos tan parecidos a los de él. Era como sí viera en él la luz, la persona que quiere a su lado. Tal vez era y sonaba ridículo, pero éso no cambiaría que Hugo estaba enamorándose de Varian.

-No es nada, Varian-Le respondió el chico, y Varian le sonrió.

Y ambos vieron como el cielo nocturno esperando la llegada de las linternas. Hugo sonrió, Varian le devolvió la sonrisa. Y ambos se quedaron contemplando el bello cielo nocturno, en completa paz.

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Cassandra había decidido darles un momento privado a sus hermanos con ambos chicos, para que pudieran pasar un último rato juntos, y procesar el hecho de que se separarían para siempre. Cassandra no negaría jamás que este viajé fue hermoso, hubo sus bajones, pero no se arrepiente de haber visto el mundo otra vez, haber visto algo del mundo exterior junto a sus hermanos.

Y aunque Cassandra había tratado de encontrarle una respuesta coherente sobre el mural, una respuesta que le diga que su madre no era una secuestradora. La triste realidad es que no encontraba nada que defendiera a madre de lo que hizo, ¿por qué lo hizo? Cassandra no quería dudar de su propia madre, pero no había otra respuesta con sentido, ¿de verdad madre había echo algo tan espantoso?

Cassandra ya no sabía en que creer.

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