Capítulo 25: Odio el verde

328 16 27
                                    

Rapunzel de verdad quería dejarlo ir, quería seguir aquel consejo que le dió su novio, su hermana y Hugo. Quizás, ellos tenían razón, tal vez simplemente no vale la pena torturarse así a ella misma por la aprobación de alguien que no conoce. Porque ellos tenían un punto: "no a todos les vamos agradar". Pero eso ella ya lo sabía, sabía que no a todos les iba agradar, no le agradó a madre Gothel, tampoco le agradaba a los hermanos Stabbington ni mucho menos le agradaba a Lady Caine y su grupo de criminales. Pero había una diferencia entre ellos y este abucheador. Ellos eran malas personas, ladrones, secuestradores, personas crueles que no durarían en dañarla por su propio beneficio. Pero este abucheador no, después de todo, debía ser alguien de su gente, y su gente son buenas personas, ¿verdad? Pero entonces, ¿por qué la odia? ¿Qué le hizo a está persona para merecer esto? ¿Acaso ella está exagerando? Después de todo, sólo la abuchearon, no es como si la persona haya hecho algo peor. Pero como dijo Eugene, eso hirió sus sentimientos, entonces obviamente el asunto es importante para ella. No es algo fácil de ignorar, mientras más traté de ocultar sus verdaderos sentimientos más siente que se hunde en la desesperación. Más y más sin encontrar una salida de aquellos ojos que la juzgan. Esperando que ella cometa un error, sólo un pequeño error y podría ser su fin. Esto podría ser su perdición.

Luego de aquella charla, Rapunzel había decidido pasar el tiempo reflexionando en un cafetería junto con su hermano, Adelaida, Pascal y Ruddiger. Varian y Adelaida la habían seguido todo el camino hacia la cafetería, no habían dicho ninguna palabra desde que se salieron de las carpas; pero ninguno de los dos se ven muy felices que digamos, Varian estaba inquieto y Adelaida se jalaba del cabello de una manera dolorosa a los ojos de Rapunzel.

Aunque ella quería esa aceptación por aquel extraño, saber el por qué la odia para hacer las cosas bien. La verdad era, que ni siquiera sabía quién era su abucheador para siquiera buscarlo y preguntarle. Ella no quería ir acusando a su gente por alguien que tal vez no vale la pena. Quizás ella no vale la pena.

—¿Saben, chicos? Quizás, Cassandra, Eugene y Hugo tengan razón—Dice Rapunzel, tratando de convencerse de que eso era lo correcto. Pero, ¿cómo calla a la multitud que la abuchea en su cabeza? Ella sólo desea que se callen. —No debo dejar que ese 'boo' me incomode, no se acabará el mundo porque me abuchearon, ¿o si? Debe pasarle a todo el mundo.

Una voz en su cabeza le dice que no se crea la gran cosa, que no sea una exagerada que se enoja cuando alguien esta en su contra. Y la otra parte se burla de ella por lo patético que es no poderle caerle bien a toda su gente. Hoy es solo una persona, pero mañana podrían ser más, ¿verdad? Eso era tan patético de su parte.

—Su Alteza, si me permite, ¿puedo darle un consejo?—Le preguntó Adelaida, su dama de compañía seguía siendo muy lejana a ella. Habían pasado seis meses desde que se conocieron y aún la chica le seguía llamando "Alteza" o "princesa" cuando le dejó muy en claro el primer día que no era necesario. Pero parecía que Adelaida no tenía la intención de llamarla por su nombre. Pero últimamente notó que llamaba a Cassandra "Cass" o "Cassie", y eso a veces le molesta un poco, parecía que su hermana era amiga cercana de la pelirroja, pero ella no podía ni siquiera lograr que diga su nombre. Pero obviamente no era porque quisiera ser amiga de todos para no sentir que la gente la juzga por detrás; después de todo, no podemos odiar a nuestros amigos, ¿verdad?

Luego se dió cuenta que debía responderle a Adelaida, ya que se había perdido en sus pensamientos. Últimamente eso pasaba muy a menudo, más de lo normal para Rapunzel. Así que sólo le asintió a la chica para que ella pudiera hablar, odiaba saber que la chica la veía la veía como su superiora y no como su amiga. Una amiga no pediría permiso para hablar jamás.

—Tal vez, sea buena idea encontrar a la persona que la abucheo, quizás hay un gran  malentendido detrás de todo esto. Debe haberlo seguramente—Aconsejó Adelaida, como si eso fuera la solución a todos los problemas de Rapunzel. La pelirroja no puede creer que las personas odien a los demás porque sí, siempre hay una razón más allá de la que creemos nosotros. A veces, somos muy tontos para notar cuando hemos cometido un error y no lo veremos hasta que sea demasiado tarde. Ella no lo vió hasta que fue demasiado tarde. Por este motivo, ella necesita ayudar a Rapunzel.

𝓛𝓪 𝓰𝓾𝓪𝓻𝓭𝓲𝓪𝓷𝓪 𝓭𝓮𝓵 𝓼𝓸𝓵 𝔂 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora