Capítulo 18:Pesadillas y secretos.

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Rapunzel y Varian corrieron por los largos pasillos del castillo, estaban jugando con Pascal a las escondidas. Ellos lo buscaban, y él se escondía de ellos.

-Sabés, me pregunto que tan válido es jugar a las escondidas con un camaleón-Comentó Varian, mientras buscaba con la mirada alguna señal del camaleón.

-Y por eso es divertido, ¡el reto es mayormente más emocionante! -Exclamo la rubia con alegría, ambos hermanos dejaron de correr para comenzar a caminar.

Tanto Varian como Rapunzel observaban cautelosamente a su alrededor, en busca de alguna señal de Pascal. Ambos atravesaron un pasillo donde había un montón de jarrones y estatuas muy antiguos y costosos. Varian notó que una de ellas, que era de un caballo, tenía un pequeño camaleón color dorado, Rapunzel miro a la misma dirección que su hermano, notando rápidamente lo que él observaba.

Ambos hermanos se alejaron para hacerle creer a Pascal que había ganado, era algo que siempre hacían cuando jugaban, era para hacerle creer a Pascal que tenía el juego ganado cuando no era así.

-¡Boo! -Gritaron al unísono el par de hermanos, asustando a Pascal en el proceso haciendo que vuelva a su color verde de siempre.

Pascal los miro a ambos de mala manera, para luego volver a correr para alejarse de ellos, y Rapunzel y Varian sólo le siguieron el juego y lo persiguieron por detrás.

Llegaron a un pasillo donde estaban caminando los padres de Rapunzel, Eugene y Hugo. El par de hermanos parecía estar discutiendo por algo, pero Rapunzel y Varian no lograban oír con claridad. Rapunzel se acercó a sus padres para abrazarlo y luego se acercó a Eugene para darle un pequeño beso en la mejilla. Mientras tanto, Varian saludo a los padres de su hermana, y luego se acercó a Hugo para darle un pequeño beso en la mejilla, igual de como había hecho su hermana con Eugene. Y cuando ellos se marcharon para seguir a Pascal, Varian notó los rostros avergonzados del par de hermanos ex ladrones.

Ambos ingresaron a la habitación de Rapunzel para buscar al camaleón, pero allí no había ni rastros de Pascal. Pero si de alguien. La persona que estaba allí los dejó sin palabras y paralizados por el miedo. Los dos dieron algunos pasos hacia adelante, y la puerta se cerró detrás de ellos.

Cómo poder describir a la mujer que tenían adelante, estaba de espaldas, tenía puesta su capa de siempre, junto con ese vestido rojo. Pero aún así, era completamente reconocible para el par de hermanos.

-Hola, queridos-Los saludo para luego quitarse su capucha, dando paso a su cabello negro rizado. -¿Creyeron que nunca volvería?

-M-Madre... -Murmuro Rapunzel con temor en su voz. Ella actuó rápido, y se puso adelante de Varian para impedir que Gothel se acercará a él. -Esto es imposible, te vimos c-caer... ¡Tú estás muerta! ¡Te fuiste, somos libres!

No hubo una respuesta rápida, sólo un inquietante silencio. Un silencio que asustaba a los hermanos, era peor que mil palabras horribles.

-¿De verdad creyeron que eran libres, mis niños? -Preguntó con una sonrisa que aterraba, y Rapunzel observo con temor como se acercaba a ellos. -¿Ven? Son ingenuos, no sirven para estar aquí.

Ella se acercó a ambos hermanos para luego tocar el largo cabello de Rapunzel, pero no fue por mucho tiempo, ya que Varian la aparto de Rapunzel.

-¿Qué les sucede, queridos? -Preguntó fingiendo confusión. -¿No están felices de ver a su mami? Aunque, parece que la han pasado bien en mi ausencia.

-Exacto. Muy bien sin tí, sin tenerte en nuestras vidas-Comentó Varian, sin ninguna pisca de arrepentimiento por sus palabras. Cosa que a Gothel no le agradó para nada.

𝓛𝓪 𝓰𝓾𝓪𝓻𝓭𝓲𝓪𝓷𝓪 𝓭𝓮𝓵 𝓮𝓵 𝓼𝓸𝓵 𝔂 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora