Corazón de bruja

Sokubaku

El cansancio estaba ganando a la rubia la cual comenzaba a cabecear cual niña pequeña la cual no había dormido bien esa noche.

— Lucy-san ¿Se encuentra bien? — preguntó con preocupación la pequeña dragona del cielo.

Irene Belserion, Wendy Marvel, Natsu Dragneel y Lucy Heartfilia estaban en una carroza siendo llevados al reino de los vampiros. Gray se había ido el día anterior para preparar todo antes de la llegada de la bruja.

Efectivamente, todo eso era por la llegada de la bruja, algo raro para ello. Pero lo que Lucy no se esperaba era que el viaje en carruaje fuera a ser tan largo por lo tanto no descansó correctamente el día anterior.

— Luce ¿Estás bien? — preguntó Natsu mirando con preocupación a la rubia, la cual estaba sentada justo al lado de ella.

— Deberías dormir— indicó Irene.

– No, estoy bien

— No lo creo, encima usaste tu magia para evitar los mareos de Natsu — indicó la peli roja frunciendo su ceño.

— Eso de que los dragones jóvenes se mareen en los transportes es algo .... raro — dijo Lucy mirando con sus ojos entre cerrados a Natsu.

Antes de entrar al carruaje Elsie usó su magia en Wendy y le pidió a Lucy haber si podía hacer los mismo con Natsu. Después de explicarle a Lucy de los mareos de los dragones más jóvenes por sus oídos súper agudizados les costaba mucho acostumbrarse a los transportes.

— Lo se — la rubia bostezo y se estiró en su lugar — creo que quizás me hecho una siesta — dijo la rubia rallando sus ojos por el agotamiento.

— Si, el camino aún es muy largo, además, pronto entraremos al subterráneo — dijo Irene cogiendo con fuerza su bastón dando un leve golpe al suelo.

Los vampiros viven en una ciudad subterránea para evitar totalmente el sol, además de que viven en un lugar donde hay más horas de noche. Por eso están tan alejados del reino de los dragones. Un lugar en mayor parte soleado.

La mitad del camino la hicieron volando cómo dragones, pero la otra mitad al ser bajo tierra sería más lento y en carruaje.

— Lucy, podrías apoyarte contra Natsu para dormir, el podría darte calor para evitar que te enfríes en las frías cuevas — sugirió Irene causando un sonrojo algo notable en Wendy la cual no se espero eso.

— ¿Y tu y Wendy? — preguntó Lucy señalando a las nombradas.

— Ja, no te preocupes, sabemos cómo actuar — dijo con cierto desinterés la peli roja pasando su brazo al rededor de Wendy — Wendy, calla — susurró de manera que sólo los dragones pudieron escuchar.

Natsu entre cerró sus ojos mientras una gota de sudor caía por su cien al escuchar cómo Irene amenazaba a una niña. Por dios que crueldad más grande.

Lucy, con sus ojos de cansancio giró a ver a Natsu el cual de igual manera la miró, se veía muy cansada y ... pequeña, parecía indefensa y eso era muy raro en ella.

Y después lo recordó, estaban en el principio de primavera, apuntó de entrar en la época de cría de los dragones y puede que las hormonas que sueltan de manera inconsciente. Sabía que afectaba a seres mágicos, y supongo que al llevar 4 años junto a dragones le empezaron a afectar.

Natsu no pudo evitar soltar una risata. Le gustaba este lado algo más tierno de la joven bruja.

— ¿Me dejas apoyarme en ti? — preguntó la rubia entre cerrando sus ojos mientras ladeaba levemente su cabeza.